En ese sube y baja emocional que suele ser San Lorenzo, ayer tuvo su momento de ascenso: le ganó 1-0 a Central Córdoba, de visitante y, además, con un golazo de Ezequiel Cerutti.
El Ciclón había estado cerca de abrir la cuenta gracias a la buena pegada de Iker Muniain. El refuerzo estrella se hizo cargo de un tiro libre al borde del área y le pegó como los que saben, pero la pelota salió a centímetros del palo izquierdo del arquero Luis Ingolotti. Iban diez minutos del primer tiempo y nadie sospechaba lo que iba a ocurrir media hora después.
Un tiro libre que desde la lógica debía tener destino de área, lo jugaron corto para Cerutti. El volante se acomodó y sacó un disparo de cuarenta metros que se clavó en el ángulo. Una joya que desentonó en medio de un partido casi sin emociones.
El triunfo de San Lorenzo tiene un valor agregado porque Central Córdoba venía de un invicto de 13 partidos, con ocho triunfos y cinco empates. Una gran campaña que arrancó cuando Omar de Felippe se hizo cargo del plantel. Una racha que tropezó con el zapatazo de Cerutti.
Más allá del golazo que seguramente será viral, el partido ofreció muy pocas alternativas para destacar. Los cambios que propuso Russo dieron resultado, aunque el equipo no demostró demasiados méritos. Después de la derrota ante Independiente Rivadavia la fecha pasada, el DT eligió a Gastón Gómez para que vuelva al arco en lugar de Facundo Altamirano y el pibe Santiago Sosa por Elián Irala.
En el segundo tiempo Central Córdoba tuvo más posesión de la pelota que San Lorenzo, aunque lo hizo con lentitud y lejos del arco del Ciclón. Solo intentó con un remate al arco en todo el partido. En definitiva, el equipo de Russo no pasó contratiempos.
El dilema que ofrece San Lorenzo es si podrá sostener este triunfo. O si se trató de otro episodio de la inestabilidad emocional que evidencia el equipo.
