La noticia circuló ayer en todo el mundo, pero revelaba algo más que la leve sanción al tenista número uno del ránking mundial, Jannik Sinner, suspendido hasta el 4 de mayo tras llegar a un acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), tras dar positivo de clostebol, una sustancia prohibida.
“Según los términos del acuerdo, Sinner cumplirá su período de suspensión desde el 9 de febrero de 2025 hasta el 4 de mayo de 2025”, detalló la AMA. Casi como si cuadrara perfecto con el calendario, el tenista se perderá los Masters 1000 de Indian Wells y Miami en marzo, y Montecarlo y Madrid en abril, pero ningún Grand Slam. Con dos mil puntos de ventaja sobre Alexander Zverev (2º) y más de cuatro mil con Carlos Alcaraz (3º) hasta podría conservar el número 1 a pesar de la sanción.
La suspensión no es algo nuevo. Lo que es nuevo es el acuerdo entre el jugador –cuyo poder e influencia está a la vista: es el número uno del ránking ATP– y la AMA. Un acuerdo tras bambalinas que generó el fastidio de un sector importante de la comunidad del tenis, y que se anuncia menos de un mes después de la decisión de la AMA de no recurrir la suspensión de apenas un mes dictada por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) contra la número 2 mundial Iga Swiatek tras un control positivo por trimetazidina.
La revelación tardía de los controles positivos de Sinner y Swiatek, así como la ligereza de sus sanciones, provocó el enfado de otros jugadores alguna vez suspendidos que estiman que el italiano y la polaca se benefician de un trato diferencial. “Día triste para el tenis. La igualdad no existe en el circuito”, señaló el polémico jugador australiano Nick Kyrgios en la red social X. “Ya no creo más en un deporte limpio”, añadió el suizo Stan Wawrinka, ganador de tres torneos del Grand Slam.
Sobre la sanción a Sinner, la leyenda Novak Djokovic subrayó haberse sentido “muy frustrado” al no haber conocido el positivo durante cinco meses, entre marzo y agosto, cuando se anunció. La Asociación de Jugadores Profesionales (PTPA), sindicato cofundado por Djokovic en 2019, denunció en X “un sesgo inaceptable” por parte de las autoridades antidopaje.
“El problema no es solo que las sanciones sean diferentes de un jugador a otro, es la falta de transparencia, la falta de credibilidad en esta sopa de acrónimos de las agencias encargadas de controlar”, señaló la PTPA.
Cómo se gestó. Sinner, de 23 años, fue absuelto por las autoridades del tenis, que creyeron la contaminación accidental que contó el jugador. La ITIA no anunció el caso hasta agosto y lo exoneró al aceptar su explicación de que su fisioterapeuta le aplicó un spray con clostebol para curarse una herida en la mano y luego le dio un masaje sin guantes.
La AMA recurrió esta decisión en septiembre y el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) tenía previsto emitir una sentencia en abril, lo que finalmente no ocurrirá tras el acuerdo alcanzado.
“La AMA acepta que Sinner no tenía la intención de hacer trampas, que su exposición al clostebol no le dio ninguna ventaja en términos de mejorar el rendimiento y que se produjo por la negligencia de los miembros de su equipo”, afirmó el organismo en el comunicado publicado ayer.
“Este caso planea sobre mí desde hace casi un año y el procedimiento prometía ser todavía largo con una decisión quizás solo a fin de año”, señaló Sinner en un comunicado. Sinner volvería a la competición en su país, para disputar el Masters de Roma, justo antes de Roland Garros.