DEPORTES
en el monumental

River lo ganó desde el principio y atenuó algunos silbidos a Demichelis

Con dos goles de Colidio y un golazo de Barco sobre el final, Demichelis se retiró más sonriente que como entró. Algunos hinchas, por primera vez desde que es técnico de River, lo silbaron cuando por la pantalla del estadio se anunciaban las formaciones. Su equipo jugó bien, mostró asociaciones colectivas y fue contundente en el área. Ahora, el martes, puede clasificar a los octavos de la Copa Libertadores si empata o le gana a Libertad en Núñez.

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River. | fotobaires

De inicio a fin. Con una voracidad que dejó conforme a la enorme multitud que llenó el Monumental y que, además, diluyó cierto enojo de un sector de los hinchas con el técnico Martín Demichelis. River empezó así esta Liga Profesional: con un triunfo contundente –por el juego y por el resultado– ante Central Córdoba de Santiago del Estero. Ahora, deberá definir otro de los objetivos del año, la Copa Libertadores, donde podrá asegurar su pase a octavos de final si este martes empata o le gana a Libertad de Paraguay.   

El equipo de Demichelis –silbado por algunas personas cuando se lo nombró antes del partido– salió a atacar desde el principio y mostró asociaciones para la ilusión colectiva. Colidio hizo un gol rápido, pero el árbitro lo anuló. Segundos después hizo otro, esta vez válido, tras una jugada colectiva exquisita que empezó Santana, la siguió Nacho Fernández y terminó de crearse por un pase quirúrgico de Solari.

En ventaja, el local siguió dominando y yendo para adelante. La expulsión de Laquidain, a los 23 de la primera parte, fue determinante en el partido. ¿Por qué? Porque a partir de ese momento, Central Córdoba abandonó toda pretensión de empatarlo. Solo quedaba hacer un control de daños. River encima amplió su ventaja seis minutos después de esa roja, cuando Colidio cabeceó un centro de Nacho Fernández.

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El 2-0 era demasiado para los santiagueños, que con uno menos, solo atinaron a mantener esa diferencia (que la sostuvo hasta que, sobre la hora, llegó el golazo de Barco de afuera del área). El segundo tiempo –que casi no tuvo ningún sentido jugarlo– se desarrolló bajo esa premisa: el visitante metido atrás e intentando una derrota decorosa, y el local conforme y regulando para el partido de la Libertadores.