Siete de los ocho profesionales de la salud acusados por la muerte de Diego Maradona enfrentarán desde el martes un juicio para determinar sus responsabilidades en el fallecimiento del futbolista más amado en nuestro país.
El juicio oral por «homicidio simple con dolo eventual», es decir, sin intención, puede durar cerca de cuatro meses y prevé penas de entre ocho y 25 años de prisión para el equipo médico que atendía a Maradona, quien murió el 25 de noviembre de 2020 tras una crisis cardiorrespiratoria.
El juicio contará con cerca de 120 testigos, entre ellos los hijos de Maradona, la exesposa Claudia Villafañe, el abogado Matías Morla, periodistas, médicos, peritos y amigos.
Tras varias postergaciones, enfrentarán al tribunal el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y el enfermero Ricardo Omar Almirón.
La enfermera Dahiana Gisela Madrid, la octava acusada, será juzgada de forma separada a partir de julio en un juicio por jurados a pedido de ella. Su proceso comenzó en octubre pasado con una audiencia preliminar.
Omisiones. Según la autopsia, el ídolo murió por «un edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada».
Los fiscales consideraron en 2022 que las «omisiones» de los profesionales de la salud colocaron a Maradona en una «situación de desamparo», librándolo «a su suerte» en una internación «indignante», según el expediente judicial presentado para elevar la causa a juicio oral.
El expediente cuestionó «la conducta que cada uno de los acusados habría desplegado, no cumpliendo con el mandato de actuar que la buena práctica médica colocaba en sus cabezas».