La Bombonera ardió. Y no por el entusiasmo provocado por el equipo de Fernando Gago. Más bien todo lo contrario. Los hinchas se pronunciaron con silbidos. Después de un primer tiempo anodino, sin ideas ni llegadas concretas, las tribunas se llenaron de reproches. Boca, a pesar de que en el torneo Apertura está prendido, viene de perder con Alianza Lima por la fase clasificatoria de la Copa Libertadores un partido en el que volvió a jugar mal. Por eso, el clima no era el mejor y la gente se hizo escuchar. El 1-1 con Aldosivi, un equipo que no ganó ninguna de las siete fechas que disputó del torneo Apertura, fue el detonante que marcó el clima de reclamos.
El golazo de Luis Advíncula apenas comenzado el segundo tiempo calmó un poco los ánimos. El defensor definió desde afuera del área, la clavó en el segundo palo de Barlasina y le dio aire al equipo.
Pero la paz duró apenas quince minutos: Tiago Serragó entró y la primera pelota que tocó le pegó de treinta metros para que se cuele en el ángulo del arco de Marchesín. Una definición exquisita, un golazo para ponerle un marco.
Hasta que sobre el final apareció Merentiel para empujar uan pelota que Giménez había picado sobre el arquero. Con suspenso de VAR, Boca se puso 2-1 y bajó la tensión.
Con este triunfo, el equipo de Fernando Gago quedó como escolta de Estudiantes a un punto. Aunque no jugó bien y recibió insultos de sus hinchas, sigue prendido entre los que pelean por la punta de la Zona A del Apertura.