DEPORTES
bajas posibilidades de medalla

El deporte argentino y un milagro en París

A pesar de la ilusión y del entusiasmo de los días iniciales, en París 2024, las expectativas de medallas son escasas y están por debajo de lo previsto en ediciones anteriores. Las razones son múltiples, pero pueden centrarse en el desfinanciamiento del deporte de estos últimos años, ahora agravado por la quita de becas del gobierno de Javier Milei.

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Ilusiones. El fútbol, el vóley y el hóckey sobre césped femenino, tres de las posibilidades reales de medalla que tiene Argentina. | afp

En la semana arrancaron los Juegos Olímpicos y la capital de Francia recibe el evento más importante del deporte mundial por tercera vez en su historia (1900 - 1924). La presencia argentina incluye a 136 deportistas. El número es engañoso, dado que es obra y gracia de la preponderancia de los deportes colectivos. Si le quitásemos cinco deportes (el fútbol, el voleibol, el rugby 7 y el hándbol masculino, más el hockey en ambos géneros), la delegación se reduciría en más de un 65% y quedarían solo 47 representantes en menos de veinte disciplinas. Esa es la realidad del deporte argentino actual.

El orgullo que genera saber que Gerardo Werthein fue elegido vicepresidente y que Paula Pareto ha sido elegida miembro de la Asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI), siendo la primera mujer argentina en conseguirlo, probablemente no se correlacione con los resultados deportivos.

En París 2024, las expectativas de medallas son escasas y están por debajo de lo previsto en ediciones anteriores. En el deporte se cumple el refrán que agradece la sombra del árbol al esfuerzo de quienes tiempo atrás se esmeraron por plantarlo. Los resultados que se verán en las próximas semanas son producto de la dedicación y el acompañamiento invertido en la última década. Siendo objetivo, la Argentina lleva más de un lustro de desfinanciamiento del deporte, especialmente en el alto rendimiento

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A comienzo de 2019, el gobierno de Cambiemos decidió degradar la Secretaría de Deportes y desfinanciar el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. Progresivamente, el deporte fue perdiendo ingresos e infraestructura, a eso se le sumó una pandemia eterna y la crisis inflacionaria del gobierno de Alberto Fernández. Lo que se vea en París mucho tiene que ver con este contexto, al que se le suma un panorama aún más negro por la quita de becas por parte del gobierno de Javier Milei y su lema “No hay plata”. Esperar una medalla de oro en este marco es una utopía ingenua.

Esperar una medalla de oro en el marco del desfinanciamiento y la quita de becas es una utopía ingenua

Aun así, la esperanza es lo último que se pierde, y en Las Leonas están depositadas casi todas nuestras fichas. Arrancaron ganando 4 a 1 contra Estados Unidos por la primera fecha del grupo B y son grandes favoritas a subirse al podio, tanto por presente como por historia: han obtenido medallas en los anteriores Juegos Olímpicos, incluyendo la medalla de plata en Sídney 2000, Londres 2012 y Tokio 2020, y la medalla de bronce en Atenas 2004 y Pekín 2008.

Las otras medallas posibles están en el fútbol, con un equipo que perdió en el debut con Marruecos jugando muy mal y al que le costó ganar el segundo partido ante el débil Irak, pero que tiene un plantel de jerarquía. Y en el vóley, que siempre da pelea, aunque debutó con una derrota ante Estados Unidos. Tal vez algún otro equipo nos sorprenda, como lo hicieron en su momento Los Leones, pero la probabilidad es baja. No hay muchos números puestos.

En Las Leonas están depositadas casi todas nuestras fichas. Las otras posibles están en el fútbol o el vóley

Siempre, cuando llegan los Juegos Olímpicos, todos nos acordamos de las grandes gestas, de los deportistas históricos y de esos deportes pocas veces vistos, pero que en estas semanas te atrapan. Por el contrario, las políticas deportivas no funcionan por espasmos de un par de semanas, sino que se construyen en el largo plazo, y para que esos deportes se desarrollen se requiere de un Estado presente, con estabilidad y con financiamiento. Esperar un aluvión de medallas en un escenario de inflación, precarización y achique donde ni siquiera los Juegos Evita se disputarán normalmente es como asistir al “Milagro en París”. Lo que hemos hecho en el último lustro no invita a entusiasmarse. La argentinidad, que tanto se proclama cuando la selección de fútbol sale campeón, brilla por su ausencia cuando se apagan las cámaras.