Alberto Contador, un ciclista que sabe de milagros

Curado por un milagro, es la frase justa para el ciclista Alberto Contador, operado del cerebro en la primavera (boreal) de 2004 y ganador este domingo por primera vez de una etapa del Tour de Francia, tres años después.

El madrileño con perfil de hidalgo puede dar las gracias por haber sufrido una violenta caída en la primera etapa de la Vuelta a Asturias de 2004. Transportado al hospital después del accidente, pasa unos exámenes que dejan a los médicos estupefactos. Contador padecía una aneurisma cerebral que no habría sido descubierta sin esta providencial caída.

En peligro de muerte, el joven español sufre una delicada intervención quirúrgica que supera de maravilla. Restablecido, vuelve a subir a una bicicleta seis meses después. Puede continuar su carrera, bajo las órdenes de Manolo Saiz, su primer director deportivo en profesionales.

Campeón de España sub-23 de contrarreloj, en 2002, cuando todavía no había cumplido 20 años, Contador recibió la llamada de Saiz al año siguiente para vestir el maillot del equipo ONCE. A principios de 2004, se destaca con una prometedora quinta plaza en la Semana Catalana antes de sufrir semanas después su accidente salvador en la Vuelta a Asturias.

Después de su larga indisponibilidad, Contador se hace un hueco en la elite. Dotado de un tamaño de escalador (1,76 m pour 61 kg), con un demarraje fulgurante, impone su explosividad (victorias de etapa en la Vuelta al País Vasco 2005, Vuelta a Romandía 2005 y 2006, Vuelta a Suiza 2006) pero también su regularidad (victoria en la Semana Catalana 2005).

Cuando su mentor, Manolo Saiz, es acusado en la Operación Puerto en mayo de 2006, Contador se ve implicado durante un tiempo. Forma parte de los corredores del equipo Astana citados por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y descartados la víspera del prólogo del Tour de Francia de 2006. Antes de ser exculpado poco después.

Johan Bruyneel le hace inmediatamente después firmar un contrato con Discovery Channel, la formación estadounidense al servicio de Lance Armstrong años atrás. Con elogios hacia su nuevo fichaje, el responsable del equipo asegura: "Alberto es un corredor fuera de lo común, uno de los más talentosos que he podido dirigir".

Los resultados han hablado en favor del español de 24 años, de cabellos negros azabache y piel mate.

Con su nuevo maillot, Contador dominó la París-Niza ganando dos etapas y la clasificación final. En la salida del Tour, se presentó como comodín, a la sombra del estadounidense Levi Leipheimer, el líder teórico.

Destacado en los Alpes, Contador se confirmó en la primera etapa de los Pirineos, en el grandioso paraje de Beille, a pocos kilóemtros de la frontera española, y delante de numerosos aficionados venidos del otro lado de las montañas.

En la llegada, Contador, de origen humilde, no olvidó dedicar su victoria a su familia. Raúl, el más joven de sus hermanos, al que adora, sufre una parálisis cerebral.

Fuente: AFP