Con la presencia del ministro de Obras Públicas de la Nación Gabriel Katopodis y el de Cultura Tristán Bauer, se presentaron los avances de las obras de restauración, puesta en valor y adecuación tecnológica del Palais de Glace Palacio Nacional de las Artes, ubicado en Posadas 1725 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que fuera inaugurado en 1910 como pista de patinaje sobre hielo.
La obra de remodelación del edificio, que se inició en 2018 se detuvo por una rescisión del contrato con la empresa que había sido adjudicada y se retomó en marzo de este año con un plazo de finalización previsto en 12 meses. El presupuesto estimado para recuperar el edificio es de 2.939 millones de pesos que según el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis se utilizó para pagar las deudas que quedaron pendientes por el incumplimiento de la empresa a la que se le rescindió el contrato y para la continuidad de los trabajos que quedaron pendientes. “La obra de impermeabilización hay que hacerla de vuelta, por ejemplo. Se licitó y una vez quedó desierta. Luego logramos adjudicarla a la firma SES, con un proyecto mejorado y aumentado”, señaló Katopodis. "Me preocupaba mucho el conflicto que había con la empresa anterior. Los dos ministerios juntos logramos revertir esta situación patrimonial. La empresa está trabajando con calidad y responsabilidad”, agregó Bauer.
La reparación de las paredes, techos e instalaciones se desarrollan en base a los estudios de la estructura original, para lo cual se han realizado tareas de investigación y cateo. Los tres murales realizados por Alfredo Guido en la década del 30 que ornamentan una de las salas que ocupó el espacio de la biblioteca están protegidos y serán restaurados en la etapa final junto a los elementos ornamentales, pisos de roble y luminarias. La complejidad de las reformas están relacionadas con los usos que se le dieron a los distintos espacios y continuas remodelaciones. Es por ello que en este caso los trabajos se ejecutan con un estricto protocolo de conservación en materia de restauro.
“Cuando asumimos encontramos muchos espacios en estado realmente calamitosos; recuerdo cuando llegamos al Cabildo, a la Manzana de las Luces, a la Biblioteca de calle México y acá al Palais de Glace. Tengo un profundo agradecimiento a todo el equipo del Ministerio de Obras Públicas, encabezado por Gabriel Katopodis, porque juntos logramos revertir esta situación patrimonial”, señaló el ministro de Cultura Tristán Bauer.
El recorrido estuvo a cargo de la directora de Servicios de Ejecución del Ministerio de Obras Públicas, Mariana Quiroga, la arquitecta e inspectora de obra del organismo, Delfina Apaolaza; y Flavia Rinaldi, coordinadora de Conservación. Según detallaron, las particularidades de la recuperación de los espacios responde a las sucesivas remodelaciones que sufrió el edificio debido a los distintos usos que tuvo y a un trabajo de “investigación y cateo” de planos y las distintas capas de materiales, pintura y objetos que se fueron agregando. “Hay una demarcación de lo que fue la época del Palais de Glace con una ornamentación muy interesante y la otra línea en el límite de las carpinterías que era del Museo de Bellas Artes donde se hicieron oficinas, por lo que a medida que vamos retirando las capas vemos las distintas etapas históricas”, señaló Quiroga. En este sentido agregó que los salones de la biblioteca y el auditorio Castagnino conservan los vestigios de la época y que la reconstrucción está orientada en devolverle su diseño original.
Sólo se respetarán dos intervenciones, los ornamentos de la fachada realizados por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1935 y el entrepiso que agregó el arquitecto Clorindo Testa en 1980 para ganar metros de espacio expositivo en el área central y que ocupa el 80% de la superficie. La estructura tiene un diseño que permite la entrada de luz natural a través de la cúpula con un gran lucernario central vidriado.
Al finalizar el recorrido Tristán Bauer expresó a Perfil que “se trata de una obra fundamental” y recordó que al momento de asumir recorrió varios de los edificios históricos de la ciudad, como el Cabildo, la Manzana de las Luces, el Museo Mitre, la vieja Biblioteca de la calle México, y expresó que con dolor vió el “estado lamentable” en el que se encontraban. El ministro de cultura destacó su profunda convicción en la “necesaria defensa del patrimonio” y agradeció al ministro de Obras Públicas su apertura para darle continuidad al trabajo en los edificios históricos. “Para los que dicen que hay que cerrar el ministerio de Cultura o de Obras Públicas, el rol de estas áreas es fundamental”, resaltó.
