El cine no es solo mero entretenimiento, sino también un espejo de las realidades internas que forman la esencia humana. Maximiliano Wurzel, joven cineasta neurodivergente, utiliza su cortometraje "Nuestro Reino" para crear un relato visual cargado de autenticidad, donde las barreras que separan las percepciones del mundo se disuelven e invitan a descubrir una nueva forma de ver y comprender la vida, concientizando acerca del autismo.
Tras una temporada en la que pasó por distintos festivales, este corto protagonizado por Laura Novoa e Ian Galo, más conocido como Ian Moche, se presenta en el Teatro Politeam -Paraná 353, Ciudad de Buenos Aires-, este domingo 24 de noviembre con dos funciones: la primera será a las 15 hs, y se tratará de una "función distendida", y la segunda a las 16.30 hs.
El corto está inspirado en la historia real de Maxi sobre su paso por la escuela primaria, basada en el cuento breve de Laura Kaestner, quien fue maestra en ese lugar y aunque no tuvo a Wurzel entre sus alumnos, lograron desarrollar una relación especial. Tras cambiar de trabajo, la docente se encontró con el director por casualidad muchos años después, luego de haber sobrevivido al Covid, y le contó sobre el escrito.
"Como decía la Madre Teresa de Calcuta, esto debe ser tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota", expresó Novoa durante la avant premiere de la película. "Esperemos que sea un mar de convivencia. A veces como actriz una se pregunta '¿Para qué sirve ser actor?', sería mejor ser maestra o médica, salvaríamos vidas, pero gracias a Maxi y toda la producción estamos encontrando las respuestas", agregó.
Además de la intérprete de María Marta: el crimen del country y Dulce Amor, el elenco lo componen Valentina Bassi (El hincha, Un año para recordar), Paula Morales (Maradona: Sueño bendito, Yo nena, yo princesa) e Ian Moche, actor, influencer y activista sobre neurodivergencia. En el film Ian hace el papel de Maxi como niño y Wurzel se interpreta en su versión adolescente, además de ser el narrador.
"Mi amor por el cine comenzó desde hace mucho tiempo. De pequeño recuerdo que veía mucha televisión, y empecé a escribir historias en la computadora", contó Wurzel a PERFIL. "El cine es para mí el medio en el que mejor me expreso. No solo es entretenimiento, sino una herramienta para ayudar a las personas a reflexionar sobre lo que quiero transmitir", añadió el joven recibido en el Centro de Investigación Cinematográfica (CIC).
Consultado sobre qué necesita la sociedad para que existan más casos como el suyo a la hora de hacer cine, expresó: "Hay muchos roles que cubrir, lo mínimo que se puede hacer es tratar de comprender y observar qué ofrece cada persona, sea neurodivergente o neurotípico. No todos tienen los mismos dones ni necesidades; lo más importante es evaluar si la persona es buena en lo que hace y darle la oportunidad de desarrollar su potencial, sabiendo que pueden ser tan destacados como cualquier otra persona".
Un corto sobre el amor y la neurodiversidad
"La película muestra la importancia de visibilizar y naturalizar la neurodiversidad, así como la idea de que el amor derriba barreras", manifestó Maxi sobre el film. "Sé que los espectadores pueden recibir el mensaje desde diferentes puntos de vista: a algunos les puede abrir el corazón; a los maestros les puede enseñar la importancia de forjar una buena relación con sus alumnos; y para otros, aunque ya comprendan este tema, simplemente les emociona y les hace ver la importancia de apreciar a las personas con su singularidad", sostuvo.
Además, resaltó que como herramienta social y de reflexión, "el cine puede ser una gran ayuda para aquellos espectadores que se sienten perdidos, tristes o desesperanzados, y que esperan algo nuevo en sus vidas. El cine tiene el poder de cambiar por completo la vida de una persona y de las personas a su alrededor".
"En el caso del elenco, no se trata solo de incluir a un actor con ciertas capacidades, sino de tratar de entender su punto de vista para que su actuación sea fluida, se sienta contenido y cómodo tanto durante el rodaje como detrás de cámara", continuó diciendo acerca de las oportunidades para neurodivergentes. "Esto fue lo que hice en Nuestro Reino, donde preví muchas adaptaciones tanto conductuales como técnicas para que el protagonista autista se sintiera cómodo y pudiera dar lo mejor de sí", añadió.
En ese sentido, puntualizó que existen equipos técnicos que ya están acostumbrados a trabajar con neurodivergentes, con los que fluye mejor la colaboración, y destacó que "es algo que con el tiempo se volverá más natural". "Por eso hice Nuestro Reino: para que naturalicemos la neurodiversidad y aprendamos a valorar el talento diverso, aprovechando nuestras diferencias", afirmó.
Manada de Dos Producciones, que difunde la inclusión a través del arte y la cultura, fue la encargada de producir el corto. Éste se estrenó en el Festival de Cine de Hobnobben, Estados Unidos, y estuvo en el Big Syn de Londres. También se reconoció su calidad y potencial en el 23rd Miami Short Film Festival y ahora fue seleccionado para participar del Festival de Cine de Bogotá.
FP / Gi
