Desde la tercera semana de noviembre se lleva adelante el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, sin embargo, esta no es la única muestra que se desarrolló en "La Feliz" en esta época del año. En paralelo, directores, productores y críticos autoconvocados formaron "Contracampo", un espacio para exhibir producciones nacionales y en respuesta a las políticas culturales del Gobierno de Javier Milei.
Presentada como una "acción política que busca abrir una plataforma de discusión frente a la amenaza que pesa sobre la libertad de expresión, la radicalidad estética, el federalismo cinematográfico y la autonomía del Festival", contó entre el viernes 22 de noviembre hasta este martes 26 en la Sala Enrique Carreras con ficciones, documentales y clásicos argentinos. También se llevaron a cabo debates en la librería "El Gran Pez", sobre el rol del INCAA (Instituto Nacional de Artes Audiovisuales), y la crisis de financiamiento, entre otras cuestiones.
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"Del acompañamiento estamos más que felices: salas llenas, las charlas estuvieron colmadas de gente. Estábamos expectantes sobre cómo iba a responder el público marplatense y por suerte nos acompañaron mucho, hubo gente que volvió todos los días y cada día vio más películas", contó el cineasta Rogelio Navarro, uno de los organizadores de Contracampo, a PERFIL.
En su programación, la muestra contó con films como "Algo nuevo, algo viejo, algo prestado", de Hernán Rosselli; "Popular tradición de esta tierra", de Mariano Llinás; "Simón de la montaña", de Federico Luis; "El aroma del pasto recién cortado", de Celina Murga; "Ulises plebeyo", de César González; y "El repartidor está en camino", de Martín Rejtman, entre otras.
Las charlas, por su parte, convocaron a temas de conversación como "¿Un INCAA para quién?", "¿Qué festival queremos?", y "Un cine sin pasado; la educación y la crisis del patrimonio audiovisual", que manifestó el rechazo a muchas de las decisiones de la administración libertaria pero donde también ocupó un lugar importante la autocrítica.
“Cerrar el INCAA tiene un costo político; y el Gobierno además le conviene tenerlo vivo para salir a cachetearlo cuando le resulte conveniente tener un punching ball discursivo”, planteó el director Pablo Chernov en uno de los debates, donde también estuvieron presentes Paula Zyngierman y Amparo Aguilar, entre otros referentes del ámbito cultural.
La autora del documental "Malamadre" expresó además que se debe replantear la eficencia de la Ley de Cine de 1994, que establece entre otras cosas los mecanismos de financiamiento, y señaló que desde “hace cuatro años veníamos viendo como los fondos de fomento se iban cayendo". Los integrantes del panel también expusieron que el INCAA no debe ser tratado solo como una fuente de fomento, ya que es un organismo mucho más grande.
En otras de las jornadas el foco fue “las películas argentinas con pocos espectadores" o que nadie ve, como había calificado el vocero presidencial Manuel Adorni. "Este problema de la distribución y exhibición en Argentina no es nuevo. El INCAA trató de resolver con la red de Espacios INCAA sin éxito salvo el caso del cine Gaumont", dijo la docente Luciana Calcagno, especializada en distribución.
Al manifestar que existen "espectadores que ni siquiera quieren verlas” también resaltó que no hay espacios donde pasarlas, sobre lo cual "se está haciendo un uso político del asunto" actualmente. Al mismo tiempo aclararon que el "cine independiente tiene su público", distinto al comercial.
A modo de ejemplo, Martín Emilio Campos, que administra el cineclub Hugo del Carril en Córdoba, contradijo a Adorni e indicó: "Nosotros hemos pasado Camuflaje en la sala y los números no se condicen con lo que dicen vilmente ahora", en referencia a los supuestos "5 espectadores" que el vocero sostuvo que había tenido esa película.
Contracampo: cómo será el futuro
Los organizadores de Contracampo sostienen que a pesar de los cambios de gobierno, "gestiones nacionales que no lograron consolidar ningún cimiento sólido en materia cultural y ajustes que amenazaban con su estabilidad, el Festival de Mar del Plata consiguió sostenerse como un espacio de formación de espectadores, con funciones agotadas, y una programación que priorizaba la diversidad estética y el amor por el cine argentino".
Por otro lado, comunicaron que "busca acoger discusiones con lo que está dentro y fuera de las pantallas", mientras que aseguraron su objetivo nunca fue "ocupar el lugar del Festival de Mar del Plata", el único festival Clase A de Latinoamérica.
Consultados sobre posibles planes a futuro, Navarro comentó que "existen muchos", pero por el momento es pronto para definirlo. En tanto, adelantó que tienen un especial interés en la difusión y la preservación de cine argentino. "Estamos por lanzar una campaña para la digitalización de "Valentina", de Manuel Romero. Es una iniciativa de Carlos Muller de Cineclub Dynamo y Fernando Martín Peña que vamos a acompañar", agregó.
Peña, docente, investigador y exconductor del ciclo de la Tv Pública Filmoteca, temas de cine, no formó parte de la organización de Contracampo pero se puso a disposisión con un aporte fundamental: armó la sección Filmoteca en vivo + Cineclub Dynamo, donde junto a Muller proyectaron todas las noches filmes en 16mm.
Entre esas propuestas, además de la ya mencionada "Valentina" estuvieron "Sombras en el cielo", de Juan Berend, "Breve cielo", de David José Kohon; y "Cuarentena", de Carlos Echeverría.
cp