“El patrón, mostachos a lo traidor de cinematógrafo y el gesto soturno, medita en el mostrador. En otro extremo del salón, cabeceando insensiblemente, hace la guardia un sujeto alto y flaco, aprendiz de poste telegráfico y pálido como un cirio, y los fiambres se petrifican lentamente detrás de los alambrados, las ensaladas de rabanitos, que ya llevan una semana aguardando comedor, lividecen en una sopera con acuarelas; el gato- liebre, despellejado y violáceo, está adquiriendo el carácter de una momia en su vitrina, y hasta el gato, un gato auténtico, un gato vivo, un gato que es gato y no liebre, se enfurruña solitariamente, aguardando el puntapié de algún parroquiano malhumorado, que da fin a la terrible soledad del restaurante. Solo el perrito, única alegría de la dueña, duerme en un pozo de aserrín”. Este es un fragmento de “El hombre que cena en el restaurante es un caso típico de misantropía”, escrito por Roberto Arlt, incluido en el primer tomo de la obra periodística completa del escritor editada por la Universidad de Lanús y que se encuentra disponible para descargar de forma gratuita.
Como el texto citado demuestra, la pintada en palabras de Arlt remite a una Buenos Aires pasada que ya no existe, pero que, si se observa con atención, sigue apareciendo como eco en algunos rincones de la ciudad. Su escritura cargada de humor y melancolía es una de las piezas medulares de la literatura argentina.
Muchas veces fue nombrado como contracara de Jorge Luis Borges. Sin embargo, Arlt podría pensarse más como complemento. Borges + Arlt = Buenos Aires, siglo XX.
La Universidad de Lanús (UNLa) se embarcó en la tarea de editar por primera vez la obra periodística completa del autor de Los siete locos (1929). Tamaña cantidad de textos se estima que ocuparán entre 15 y 20 tomos. El primero publicado ya se encuentra en formato digital, con acceso libre y su edición en papel terminará de imprimirse en enero.
Roberto Arlt el inventor que escribía
Roberto Arlt se formó leyendo folletines y fantaseaba con la invención. Su creatividad lo llevó a crear novelas como El juguete rabioso, Los siete locos y Los Lanzallamas, donde aparecen personajes que emulan partes de lo que él hubiera añorado ser.
Entre 1928 y 1942 Arlt trabajó para el periódico El Mundo donde publicó originalmente la mayoría de sus Aguafuertes, esas mezclas de escenas cotidianas, reflexiones y pintadas poéticas.
“Arlt traza un cuadro de costumbres, de trabajos, de hábitos, de defectos y de psicologías que convierte sus textos en testimonios imprescindibles para quien quiera adentrarse en la Buenos Aires, y otros sitios, que tuvimos hacia los años treinta y cuarenta, el mundo que precedió al peronismo”, señaló el escritor, crítico y docente Mario Goloboff.
En 1933 se publicó la primera antología de sus textos de no ficción y se tituló Aguafuertes porteñas. Pero muchísimos de sus textos no habían sido compilados, ya que en El Mundo escribió un aguafuerte por día aproximadamente.
Para esta edición, los investigadores de la universidad se basaron en los originales salidos en los medios que obtuvieron, en parte, gracias a una colección privada. Otra parte se consiguió de los archivos microfilmados que conserva la Biblioteca Nacional.
Los primeros tomos van a incluir los textos que se publicaron en El Mundo y continuarán con los escritos de Arlt para Crítica, Don Goyo, Mundo Argentino o El régimen de Azul.
Para la colección se incluyen las ilustraciones originales de Luis Bello y ya se encuentran en proceso de publicación los primeros tres volúmenes que cubren solo sus Aguafuertes de 1928.
