CULTURA
en sotheby’s de nueva york

La Biblia de Shem Tov fue subastada el martes por 6,9 millones de dólares

Un manuscrito del siglo XIV alcanzó la cifra de 6,9 millones de dólares en una subasta en Sotheby’s de Nueva York. Se trata de la Biblia de Shem Tov, considerada una obra maestra de la Edad de Oro de España. Es un libro único, en el que confluyen la tradición y documentación de al menos tres culturas. Su autor fue el talmudista y cabalista español Shem Tov ben Abraham Ibn Gaon (1283-1330), originario de Soria, Reino de Castilla, donde concluyó su escritura hacia 1312.

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Shem Tov. Arriba: la Biblia hebrea que fue subastada el martes pasado en casi 7 millones de dólares, encuadernada en piel color canela. | cedoc

El martes pasado la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York concretó la venta de la Biblia de Shem Tov, considerada una obra maestra de la Edad de Oro de España. La cifra, incluyendo honorarios, llegó a los 6,9 millones de dólares. No se trata de un récord de ventas, sino de la venta de un libro único, en el que confluyen la tradición y documentación de al menos tres culturas, y también una aventura de dimensión histórica.

En primer término vale especificar las características de esta Biblia hebrea. Encuadernada en piel color canela, cuyo tamaño es de 34,2 x 25,3 cm, cuenta con 768 páginas manuscritas e iluminadas, es decir, ilustradas a color, por su redactor y/o un dibujante adjunto. Su autor fue el talmudista y cabalista español Shem Tov ben Abraham Ibn Gaon (1283-1330), originario de Soria, Reino de Castilla, ciudad donde concluyó la escritura hacia 1312.

Como tal, preservado de manera casi impoluta, este libro no solo sobrevivió a los acontecimientos de la humanidad durante más de 700 años, sino que lo hizo en un recorrido geográfico que remite a una aventura cuasi borgeana. Según reconstruyen los historiadores, en 1315, Ibn Gaon (nombre por el que se conocía a Shem Tov) abandonó Castilla para trasladarse al Levante, entonces bajo el dominio del sultanato mameluco, llevando consigo esta Biblia que permaneció en Oriente Medio durante varios siglos debido a su uso en una opinión legal del rabino David Ben Solomon Ibn Abi Zimra (1479-1573), judío español que trabajó en el Levante y Egipto. Es probable que también se haya utilizado en Siria, ya que pergaminos encontrados en Damasco hacen referencia a esta obra.

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Hacia el siglo XVII el libro se trasladó al norte de África, en manos de la familia Serour de Trípoli (Túnez), que lo conservó como una reliquia, mientras dicha región se encontraba bajo dominio otomano. Ya en 1909, el libro fue comprado en Trípoli por el coleccionista británico David Solomon Sassoon (1880-1942), por tan solo 85 libras esterlinas. Ya en diciembre de 1984 es vendido por la misma Sotheby’s de Nueva York por US$ 825 mil. A partir de allí es expuesta como un objeto precioso en Amsterdam (1990), Berlín (1992), Nueva York (1992) y Dallas (1992). En 1994, el coleccionista Jacqui Safra la adquiere por una cifra no especificada. 

La familia de banqueros Safra era de Siria, pero tuvo su gran éxito en Beirut, Líbano. El patriarca de la familia, Jacob, abrió su primer banco allí en 1920 y aprovechó el colapso del Imperio Otomano para expandir sus servicios y presencia en todo Oriente Medio. Jacqui Safra es la tercera generación de estos banqueros y trabaja en su banco estadounidense, participando en varias inversiones inmobiliarias en Irlanda, en la producción cinematográfica y en la propiedad de la Enciclopedia Británica. Y, al igual que Sassoon, Safra es un coleccionista de textos judíos históricos.

Más allá de estos “protectores” históricos, veamos qué hace tan singular a esta Biblia hebrea, qué contiene, descontando su excelente estado de conservación. Según estudios académicos, esta Biblia hebrea es vital, ya que se nutre del Códice Hilleli, escrito alrededor del año 600 d. C. Se considera al Códice Hilleli como una de las versiones más precisas de la Biblia hebrea original, perdida en los pasillos de la historia. La Biblia Shem Tov cita este Códice, lo que la convierte en un vínculo fundamental con el texto perdido. 

Otras visiones académicas resaltan que Ibn Gaon se basó en una amplia variedad de eruditos para la redacción de la Biblia Shem Tov. Esta fuente, considerada fascinante, fue la elección del redactor para priorizar la interpretación babilónica de la ley y la práctica judías por sobre las fuentes “occidentales”. Esta influencia babilónica en la obra se ve a través de este texto copiado del Sefer tagei (Libro de las Coronas); la adición de Ibn Gaon en esta forma de carta generalmente se ha perdido en el tiempo.

Desde el punto de vista estilístico, la obra es muy representativa de la cultura y naturaleza de la península ibérica medieval. Grandes partes de ella habían estado bajo control musulmán; por ello la influencia artística islámica se puede ver a través del uso de elementos como los arcos de herradura en la parte superior de las páginas (como en la 760), una imagen común en la arquitectura árabe que hasta hoy pervive en España. Además, las ilustraciones del manuscrito casi siempre coinciden con lo que está escrito en el texto. Por ejemplo, en la página 99 se menciona un reptil y se puede ver una serpiente que se muerde la cola. 

En mayo de 2023, la copia más antigua e intacta de la Biblia hebrea (contiene los 24 libros de la Biblia, con solo 12 hojas faltantes), conocida como el Códice Sasson, se vendió por 38,1 millones de dólares, también en Sotheby’s de Nueva York, rompiendo el récord de subasta para un manuscrito establecido en 1994, cuando Bill Gates compró el Códice Leicester de Leonardo da Vinci por 30,8 millones de dólares en Christie’s de Nueva York. El vendedor de esta Biblia de 792 páginas y realizada hacia el año 900 de nuestra era fue el mencionado Jacqui Safra.

Existen otras dos Biblias hebreas completas de este período. El Códice de Alepo, que se encuentra en el Museo de Israel, creado alrededor del año 930 d. C. y que es similar en edad al Códice Sassoon, pero le faltan casi dos quintas partes de sus páginas, incluida la mayor parte del Pentateuco. El otro libro es el Códice de Leningrado, conservado en la Biblioteca Nacional de Rusia, San Petersburgo, que está completo pero que es casi un siglo más joven que el Códice Sassoon.

La Biblia de Shem Tov “fue comprada por particulares que, comprendiendo su gran importancia, están deseando ponerla a disposición del público”, dijo Liberman Mintz, especialista de textos y manuscritos hebreos de la casa de subastas Sotheby’s.