Estaba programado el último sábado de la reciente Feria del Libro de Rosario. El editor Juan Sklar presentaría Húngaros de Flavio Lo Presti. Varios se acercaron a escuchar al crítico y docente cordobés, que divagaría sobre las historias asombrosas y engañifas de uno de los personajes notables de la literatura argentina contemporánea, ya circulando un viejo 1500 beige en los anteriores libros del autor de Recuerdos de Córdoba y Los veranos: su padre. Por razones que no aclararemos, motivos enrevesados que imperan también en la publicación de El Cuaderno Azul, el presentado no aparecía y la patraña desbordaba. Y el desesperado Sklar tejía excusas a la altura del todo puede fallar. Y escribía con el ausente y el público el nuevo cuento húngaro.
Los principios de la incertidumbre y la vulnerabilidad son los sustentos de esta breve escolástica que es el padre según Flavio Lo Presti y que definen la “hungaridad” salida de lo alien, el resentimiento y la estafa. El padre alabado ése niño índigo que sorprende con habilidades de concurso televisivo en Río Ceballos, y, sobreimpreso, el mismo que inventa nacionalidades y vidas en bolsitas de especias artesanales, “El Sabor”, para pagarse el cortado. Como otros relatos asintóticos sobre el padre, y pensamos a Lo Presti en yunta con Pablo Ramos y Reinaldo Laddaga, la fábula vívida modula un tono constante de esta oralidad que migra en una escritura vuelta a ser hablada. “Los pétalos se habían perdido, pero la postal aérea –con sus bandas rojas y azules: ‘te mando para tu pibe unos pétalos que mi maestro tuvo en sus manos en sus conferencias, como testimonio de gratitud hacia él’– estaban en el cajón de fotos, como una prueba de que la leyenda de su excepcional inteligencia era cierta”, reconstruye el hijo/narrador, con la dosis exacta de cariño y mordacidad, un dato de la infancia del padre, sombra y mito de su futuro.
Uno de los picos de esta carrera hacia delante, que bien se cuida de los tics modernos del ensayo, la ficción autoindulgente y la seudobiografía, es el dinero. A medida que se suceden entreactos del escritor que aborda la literatura por “una vía excepcional, la de mi padre”, las maneras obtener y gastar el billete marcan ritmo y puntuación de la prosa. Esta omnipresencia en la novela familiar de estos cordobeses renegados connota un gesto simmeliano, un reconocimiento del alma social, “esto te va a servir pa’ tu profesión, pa que veas cómo se mueve la calle en to’as partes”, talla el timador colombiano. Mundo húngaro.
Distinto a otras selecciones de Flavio Lo Presti que no alcanzaban a trazar un continuum, y con un raro patetismo iluminador, gran mérito del editor Juan Sklar, digamos que en Húngaros se contorsiona el “tratando de sepultar la narración de nuestros padres/se va la adolescencia”, de los versos de Fabián Casas. En estos siete cuentos de miedos y rengueras, en una madrugada interminable, nace un adulto que dio vuelta la página en la imposibilidad de vivir. La suya y la del padre. Con los patitos en fila.
Húngaros
Autor: Flavio Lo Presti
Género: cuentos
Otras obras del autor: Recuerdos de Córdoba; Los veranos; Los nombres
Editorial: El Cuaderno Azul, $ 17 mil