El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró el jueves 20 de febrero, con la presencia del artista de 94 años, la muestra temporaria “Raúl Conti. Obras de Itatí y Nueva York”, que reúne en las salas del segundo piso una selección de pinturas y esculturas de dos períodos clave de su extensa producción.
“Con este conjunto de pinturas, esculturas y fotografías intervenidas, el Museo Nacional de Bellas Artes celebra la trayectoria de Raúl Conti a partir de dos momentos significativos y menos transitados de su trayectoria, que, a la vez, son complementarios de su extensa producción: las pinturas de Itatí y las de Nueva York”, expresó el director del Bellas Artes, Andrés Duprat.
Nacido en Morteros (Córdoba) en 1930, en su juventud el artista se instaló en la ciudad correntina de Itatí: “Era un lugar desconocido para mí –evocó Conti al hablar sobre sus primeras experiencias–, con los arrozales, las gavillas, con la gente cosechando con hoz: eran como cuadros de Van Gogh. Y ni hablar de las lagunas, esa agua mansa que reflejaba el río y todo el monte, los lapachos florecidos, las garzas blancas, las aves… Me enloquecía viendo todo eso”.
Emocionado, el pintor recordó también que en esa época conoció a “una muchachita de pelo negro largo y blusita blanca, que más tarde sería mi esposa”, en referencia a su compañera de vida, la poetisa Edith Fariña Conti, con quien tuvo cinco hijos.
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La vida en Nueva York
Luego de una serie de viajes por diversos países de Latinoamérica, donde estudió el arte precolombino en sus propias fuentes, a fines de la década del 70 Conti se estableció en Nueva York y residió allí durante cuatro décadas. Su experiencia en Estados Unidos es el foco del segundo núcleo de la exposición.
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Una de esas piezas de esta serie es el tríptico “Spanglish” (1981), ofrecido en donación por el artista para ingresar a la colección del Bellas Artes. “Es una obra grande que refleja el barrio donde vivía en Nueva York, que hasta hace poco se llamaba Hell's Kitchen (“La cocina del infierno”). Era un lugar complicado pero jamás tuvimos un problema”, contó.
En la sala también se exhibe una serie de trabajos escultóricos de Conti, en los que prevalecen las referencias a temas e iconografías de las culturas originarias, presentes en toda la producción del artista, así como material documental sobre su vida y su obra.
El creador del logo de Abuelas de Plaza de Mayo
Conti es el creador del logo de Abuelas de Plaza de Mayo. Lo realizó cuando formaba parte de “El grupo de los jueves”, conformado por artistas como Norman Briski, Nacha Guevara y otros.
“Nos reuníamos en la casa de una argentina que tenía un loft, y desde ahí ayudábamos a los que escapaban de acá. Cuando llegaba uno lo recibíamos, le conseguíamos trabajo y lo ayudábamos a instalarse. Incluso había un psicólogo para ayudarlos a recuperarse. Esa era nuestra misión, aunque un día me llamó desde Argentina mi hijo Carlos para decirme que acá se decía que el grupo era un campo de entrenamiento revolucionario. Después vino la guerra de Malvinas, y se formó otro grupo de ayuda. En ese tiempo hacía rato que las Madres estaban dando vueltas por la Plaza de Mayo, y me llegó la propuesta de hacer un afiche para la Semana Internacional del Desaparecido. Hice tres, y uno se aprobó. Se hizo de modo anónimo, porque sabíamos que en nuestras reuniones siempre había un espía… A los años volví a Buenos Aires, fui a la institución de las Madres, y les llevé un afiche firmado. Me dijeron que siempre habían creído que se había hecho en Suiza”, reveló Conti en una entrevista con Revista NOTICIAS.
En Argentina, además, ayudó enseñando a pintar a niños de la Villa 31 junto al Padre Mujica y en New York City en Ward’s Island para rehabilitar a los pacientes psiquiátricos. Por décadas donó obras para causas humanitarias en Argentina y EEUU.
“Raúl Conti. Obras de Itatí y Nueva York” puede visitarse hasta el 30 de marzo de 2025 en las salas del segundo piso, de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30.