Fue pintora en una época violenta y se ganó el aprecio de las cortes europeas por su maestría en el claroscuro, pero la italiana Artemisia Gentileschi (1593 - hacia 1656) antes tuvo que sufrir y reponerse de las más trágicas circunstancias. Ahora el Museo Jacquemart-André de París, Francia, acoge unos 40 cuadros y dibujos suyos, a lo largo de ocho salas temáticas.
La artista perdió a su madre cuando era una niña y su padre, el pintor Orazio Lomi Gentileschi, fue quien la educó con mano de hierro en su taller, del que apenas la deja salir en su juventud. Artemisia apenas sabía leer y escribir, pero aprendió a pintar imitando a su padre, ya que la formación artística estaba reservada a los aprendices varones.
Cuando cumplió 17 años firmó su primer cuadro, "Susana y los viejos" (1610). Fue por ese tiempo que la joven fue abusada en el taller su mentor, el pintor y amigo de su padre, Agostino Tassi. El padre de Artemisia decidió denunciar al atacante, pero en el juicio la artista volvió a ser humillada, ya que fue torturada para comprobar si estaba diciendo la verdad. Finalmente, el acusado fue condenado, pero la protección del Papa logró que solo debiera exiliarse.
Al poco tiempo, Gentileschi se casó, se mudó a Florencia, se alejó de su padre y empezó una nueva vida. De esos tiempos dolorosos, es su cuadro más famoso, "Judith decapitando a Holofernes", (1612). Una escena de gran violencia que, según algunos expertos, supera a la obra equivalente del maestro Caravaggio.
“Una mujer pintora en un medio extremadamente masculino"
"Es una mujer de gran carácter, con una personalidad extremadamente fuerte. Una mujer pintora en un medio extremadamente masculino", enfatizó Pierre Curie, conservador del museo y uno de los curadores de la exposición, junto a Patrizia Cavazzini y Maria Cristina Terzaghi.
Artemisia comenzó a trabajar para la poderosa familia Medici en Florencia, allí pintó retratos y escenas mitológicas y religiosas, y las mujeres eran protagonistas de sus telas. Trabajó para el emperador de Alemania, para el rey español Felipe IV y al final de su vida volvió a reunirse con su padre unos años, en Londres, en la corte real. Tuvo cinco hijos, de los cuales solo una niña sobrevivió.
Actualmente, hay poco más de un centenar de cuadros de Gentileschi identificados, pero "con las investigaciones que se han hecho en los últimos años, no cesan de aparecer otros", explicó Curie. "No es en absoluto una artista menor, es muy conocida" en su época, destacó.
Vestida de hombre con sombrero y bigote
La exposición de su retrospectiva incluye también una serie de dibujos realizados por amigos pintores en Roma. Uno de ellos, Leonaert Bramer, la retrata vestida de hombre, con sombrero y bigote, "una alusión evidente al estatuto fuera de toda norma de la joven", que posa sonriendo.
Artemisia se retrata también a sí misma, con un laúd en la mano (1614). Aprendió música, incluso compuso poemas. También se retrata como una bella "Alegoría de la inclinación" (hacia 1615-1616), recientemente descubierta, en la que aparece casi desnuda.
Hasta el final de su vida (probablemente murió hacia 1656 en Nápoles, a causa de la peste), Artemisia Gentileschi no dejó de alternar entre momentos dulces y los más sombríos.
Con información de AFP