CORONAVIRUS
Prioridades en vacunas contra la Covid-19

Los ministros de salud pusieron a punto el plan de vacunación para adolescentes

Carla Vizzotti encabezó una reunión con sus pares. Abordaron la situación epidemiológica y la inmunización de los menores de 12 a 18 años.

Reunión del COFESA julio 2021
Los ministros de salud se reunieron en el COFESA para analizar la situación epidemiológica | Gta Ministerio de Salud

En una reunión multitudinaria con los responsables de salud pública de todas las provincias se repasó la situación epidemiológica del país, los avances del Plan de Vacunación contra la COVID-19 y los detalles de la inmunización de los grupos de adolescentes de entre 12 y 17 años que serán priorizados.

El Ministerio de Salud de la Nación reveló el viernes pasado haber tomado la decisión de sumar a los integrantes de este grupo etario, que tengan algún factor de riesgo, al Plan Estratégico de Vacunación. Lo hizo cuando técnicos de la Agencia Europea de Medicamentos le dieron la aprobación oficial a la vacuna del laboratorio Moderna para su uso de emergencia en menores de entre 12 y 17 años.

La decisión es comenzar a vacunar a adolescentes argentinos de entre 12 y 17 años con comorbilidades, un grupo poblacional estimado en 900 mil personas, que completarán su esquema con 1,8 millones de dosis.

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Otra de las decisiones fue priorizar el completar los esquemas de vacunación para, en agosto, llegar al 60 % ciento de toda la población de 50 años o más cubierto con las dos dosis.

¿Qué razones explican esta decisión de salud pública? "A lo largo del año y medio de pandemia fuimos comprobando que el impacto sobre la salud de chicos y chicas menores de 18 años fue más leve de lo que esperábamos. En pediatría las cifras de internados son de alrededor del 2% de los casos, una tasa menor a las cifras de internación en adultos", explicó a PERFIL la doctora Gisela Martinchuk, coordinadora de Neumonología Pediátrica en la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y consultora del comité de neumonología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Lla tasa de mortalidad entre menores de 18 años con test positivo, es muy baja: el 0,09 %.

Estas cifras de bajo riesgo son una tendencia global: las estadísticas marcan que aunque 1 de cada 9 infecciones se registran en menores, apenas el 2% de este grupo debe ser hospitalizado. Y un paper (en preprint) citado por la revista Nature y que analizó estadísticas públicas de Inglaterra, concluyó que, de entre todos los chicos ingleses con resultado positivo en el test COVID-19, el 99,995% sobrevivió. Eso significa que, en dicho país, la tasa de mortalidad para este grupo etario alcanza a los dos casos por millón. 

La conclusión que resalta el estudio es que, en menores, el SARS-CoV-2 es "muy raramente" una enfermedad fatal, incluso considerando niños con comorbilidaes".

En la Argentina la experiencia es similar. Según los especialistas locales los jóvenes y niños internados suelen ser pacientes con alguna comorbilidad o enfermedad crónica. Pero, incluso en estos grupos -según Martinchuk- la mayoría atraviesa la enfermedad con sintomatología de poca gravedad. Y la experta recordó que, en Argentina, "la tasa de mortalidad entre menores de 18 años con test positivo, es muy baja: el 0,09 %".

Ante este panorama, ¿cómo organizar la vacunación pediátrica?

"A la hora de analizar la inmunización de los grupos de adolescentes, la Organización Mundial de la Salud recuerda el compromiso de equidad: puede ser injusto que algunos países vacunen a los grupos menos impactados, mientras que otras naciones no comenzaron siquiera a inmunizar a sus adultos mayores. Por eso no recomienda todavía la vacunación generalizada", reflexionó ante PERFIL la doctora Iris Aguilar, directiva de la Sociedad Argentina de Vacunología (SAVE). 

Según Aguilar, también integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), tras la donación del laboratorio Moderna, Argentina debería priorizar la vacunación de menores de 12 a 17 que padezcan comorbilidades, pero a las que previamente habrá que definir en detalle. "En ese grupo, que tiene mayor riesgo, veremos un impacto positivo".

Sin embargo, cuando se culmine de vacunar a esta población-objetivo en adolescentes -que también debería incluir a sus convivientes y cuidadores directos-, extender la prevención a otros grupos de jóvenes sanos, será algo que "deberemos analizar teniendo en cuenta la recomendación de la OMS que no es menor", dijo Aguilar.

¿Qué comorbilidades deberían incluirse?

Según Aguilar entre las patologías preexistentes que ameritarían la vacunación de este grupo figuran cardiopatías, diabetes, obesidad, fibrosis quística y asmáticos graves. Y habrá que detenerse en detalle a analizar cuáles patologías oncológicas y algunas otras “raras”, como ciertas nefropatías y cirrosis. También habría que incluir a adolescentes con alguna discapacidad intelectual o motora, parálisis o trastornos que les dificulte cumplir con las medidas de prevención como el uso de barbijo y el distanciamiento.

Otro gran estudio, aún en forma de preprint, pero también citado en la revista Nature, combinó en un metanálisis los resultados de 81 publicaciones científicas de todo el mundo para determinar cuáles eran las comorbilidades asociadas a la internación y a los cuidados intensivos en grupos de menores. 

Lo que encontró es que las comorbilidades más comunes en estos casos eran las afecciones cardíacas y neurológicas y los que tenían dos, o más, comorbilidades concurrentes. También a los individuos con obesidad. Y concluyó que la vacunación preventiva debería ser priorizada para estos grupos de infantes y de adolescentes.

En la reunión, el listado de patologias de menores que serán priorizados quedó definido de esta manera:

  • Diabetes tipo 1 o 2.
  • Obesidad grado 2 y 3.
  • Enfermedad cardiovascular crónica: insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar. Cardiopatías congénitas.
  • Enfermedad renal crónica (incluidos pacientes en diálisis crónica y trasplantes). Síndrome nefrótico.
  • Enfermedad respiratoria crónica: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fibrosis quística, enfermedad intersticial pulmonar, asma grave. Requerimiento de oxígeno terapia. Enfermedad grave de la vía aérea. Hospitalizaciones por asma. 
  • Enfermedad hepática: Cirrosis. Hepatitis autoinmune.
  • Personas que viven con VIH independientemente del CD4 y CV.
  • Pacientes en lista de espera para trasplante de órganos sólidos y células hematopoyéticas.
  • Pacientes oncológicos y oncohematológicos con diagnóstico reciente o “activa”. 
  • Personas con tuberculosis activa.
  • Personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. 
  • Síndrome de Down.
  • Personas con enfermedades autoinmunes y/o tratamientos inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos. 
  • Adolescentes que viven en lugares de larga estancia.
  • Personas gestantes de 12 a 17 años con indicación individual.
  • Personas con carnet de discapacidad vigente.
  • Personas con pensión de ANSES por invalidez.
  • Personas con pensión de ANSES por trasplante.