El gobernador Martín Llaryora anunció anoche que giró a la Legislatura el pliego de designación de la jurista radical Jessica Raquel Valentini para ocupar la vacante en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ante la renuncia de comienzo del año de Mercedes Blanc de Arabel.
En los distintos núcleos internos del radicalismo la propuesta causó "sorpresa". Ese es la palabra que más se escucha -por lo bajo- entre los boina blanca. Hablando en términos coloquiales "se desayunaron" con la noticia en la jornada de ayer.
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Tras descartar un acuerdo del PJ con la UCR, al menos de toda la cúpula, dos dirigentes radicales coincidieron en afirmar que Valentini "no tiene referencias dentro del partido", más allá de "los lazos personales de amistad" con sus correligionarios.
"Ella con el radicalismo no tiene más lazos que los que le puedan haber quedado de la amistad personal con mucha gente", expresó una avezada voz boina blanca con varias campañas sobre el lomo.
En ese sentido, remarcó: "ella desde hace muchos años no está en el partido. No tiene relación con ninguno de los referentes del partido y no integra ningún grupo".
Los correligionarios memoriosos recuerdan que lo último que hizo en el partido fue allá por el 2011, cuando acompañó una movida interna ante el escenario electoral. Se trató de una propuesta que impulsaba a Dante Rossi como candidato a gobernador y a Sergio Piguillem como intendente. En ese esquema aliancista, Valentini era la postulante a vice en la fórmula para la ciudad.
Cordobesismo histórico
"Es una radical ida", aportó una boina blanca que integra el núcleo de poder de la UCR al dejar una definición tajante sobre la funcionaria del PJ que ahora es propuesta por Llayora para integrar el máximo tribunal de justicia.
Por su parte, un correligionario coincidió con esa apreciación, pero aclaró "no en este proceso de cooptación -por el cordobesismo llaryorista-, sino que viene de antes". "Ella ya era funcionaria de la provincia desde hace varios años", remató.
La jurista exhibe en su currículum una amplia experiencia en la administración pública, cumpliendo funciones en los gobiernos radicales de Eduardo César Angeloz y Ramón Mestre, pero también en las gestiones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.
Tras conocerse la noticia que sorprendió a las huestes del centenario partido, un interlocutor con conocimiento del manejo del tablero radical se quejó por el accionar de Llaryora. "Nombra una radical sin hablar con el partido", lanzó.
"Es la postulación de una radical como para hacernos 'comer' a nosotros ese tema", advirtió el boina blanca al calificar de "picardía" la jugada del mandatario provincial. Al igual que otras voces, la fuente aseguró que "no hubo un acuerdo con la UCR". "Es amiga de Llaryora de San Francisco", enfatizó.
El grado de amistad que une "desde hace muchos años" a Valentini con Llaryora también fue motivo de comentario de otras voces radicales consultadas por la propuesta de designación del Ejecutivo que ya ingresó a la Unicameral.
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Hasta tanto no avancen las conversaciones de cúpula, no habrá un pronunciamiento orgánico de la UCR sobre el pliego de Valentini para ocupar una vocalía en el TSJ. Desde la oposición interna advirtieron que la nueva composición del Comité Central "no tiene dinámica de debate".
"Todavía no se discutió lo del presupuesto", tiró al pasar un dirigente en su ácido comentario por la aprobación en general de la bancada UCR. "Se quiebra una regla que venían sosteniendo de la oposición a rajatabla", criticó al apuntar contra el deloredismo.