El escándalo tras la denuncia de violencia de género presentada por Fabiola Yañez, la exprimera dama, contra el expresidente Alberto Fernández, ha desatado un verdadero vendaval político en el país de consecuencias impredecibles y que promete sumar nuevos capítulos con el correr de los días.
El grave suceso, ya en manos del juez federal Julián Ercolini, se suma a una serie de hechos similares que han impactado de lleno en el arco político kirchnerista. En este escenario de crisis y falta de credibilidad que protagonizaron varios de sus dirigentes, entre ellos Fernández, actual presidente del PJ Nacional, la pregunta que surge es qué ocurrirá con el futuro político inmediato del peronismo.
Para responder este interrogante, PERFIL CÓRDOBA convocó a dos reconocidos analistas quienes definen y describen el escenario que comienza a reconfigurarse en el país. Federico Zapata, politólogo y docente de la UBA, autor del libro ‘Los muchachos peronistas’, consideró que 2023, más allá de todo movimiento sísmico, es la caída de un sistema político y en ese marco se cae el último avatar del peronismo que fue el kirchnerismo. Evidentemente es una crisis estructural que no tiene resolución al interior del peronismo, definido éste como peronismo kirchnerista”, indicó.
“Eso complejiza más la situación. A diferencia de la década de 1980 cuando el peronismo tenía la opción de la renovación, estaba la lucha contra la ortodoxia peronista la cual tenía algunos vericuetos. Tenías un partido que te permitía esa dinámica pero en los últimos 20 años, el kirchnerismo construyó una hegemonía muy verticalista a expensas de la realidad organizativa del partido justicialista. Hoy lo único que tenés por fuera del peronismo kirchnerista, es el peronismo de Córdoba”, describió Zapata.
El politólogo ve un futuro complejo para el kirchnerismo y también para el peronismo nacional. “Después de lo de 2023 no veo que existan condiciones para una renovación del peronismo, los dirigentes que formaron parte de esa identidad van a tener que animarse a abrir la tranquera y reconstruir ese espíritu desde otro lugar, no veo condiciones para hacerlo desde una disputa interna”, agregó. “El último intento de resolución interna fue el Frente de Todos y a partir de allí se clausura el mecanismo de renovación. Esa experiencia fallida dejó demostrado que todo lo que se multiplica por kirchnerismo termina siendo kirchnerismo y nadie va a querer confluir ahí adentro”.
Por último, Zapata señaló que en este marco de complejidad extrema para la supervivencia del peronismo se abren posibilidades para el exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. “El desafío para los justicialistas, es abrir las fronteras, salir y hacer cosas por fuera, lo cual es lo más difícil porque requiere mayor nivel de creatividad y originalidad. Más que renovación es un proceso de regeneración. En ese contexto de tierra arrasada, Schiaretti tiene una oportunidad mucho más relevante que la que tuvo el año pasado porque es el único que quedó afuera. Es el único dirigente con proyección nacional que es peronista pero que nadie puede acusarlo de ser kirchnerista. Tiene prédica en la producción, en el trabajo, en la Región Centro, que tiene buena imagen nacional. Él podría tener un rol muy interesante”, completó Zapata.
“Esta es la crisis más grave que vive el peronismo en su historia. Está transitando un default moral y los default moral son más trágicos que los fracasos de gestión. Cuando una fuerza se queda sin espalda moral, se queda sin interlocución con la sociedad. Defender hoy el espíritu del peronismo, es salir del peronismo. El partido hoy es un ente fantasmagórico, lo que hay es una identidad que sigue siendo relevante, que no hay que darla por muerta pero que hoy está obligada a ser muy inventiva”, completó Zapata.
“Lejos del llano”
Agustín Cesio es politólogo y docente de la UBA. Cesio considera que no se puede considerar al peronismo como un partido que está en el llano debido a su importancia territorial y repasa que es un espacio con 10 gobernaciones de 24 jurisdicciones. Cuenta con la primera minoría en ambas cámaras del Congreso, y en la provincia de Buenos Aires, con 84 intendentes bonaerenses, en un total de 135 municipios. “Lo que yo veo es un desierto, y tiene que ver con las ideas. Va de la mano de todo esto que va pasando. Esto con Alberto, con lo del yate de Insaurralde, con Espinoza. En la medida que estos dirigentes son una manga de hijos de p… generó que el peronismo perdió un poco el para qué”, describió sin filtros.
“Hoy lo que te hace ganar una elección es la demanda, más que la oferta. Dicho de otro modo, si la demanda es castigar a un gobierno y cambiar de signo político. Castigamos a Cristina votando a Macri, castigamos a Macri votando a Alberto y castigamos a Alberto votando a Milei. Lo que le falta a la política es el para qué y el desierto que tiene el peronismo es que perdió el para qué”, agregó el docente de la Universidad de Buenos Aires.
“Las discusiones que debería darse el peronismo son más esenciales. ¿Qué mirada del Estado vas a tener? La cuestión del estado presente se menciona cada vez menos, Kicillof a veces lo sostiene, Cristina no tanto. El peronismo no discute qué economía quiere y cómo sostenerla. Hay analistas que consideran que la renovación debe venir del interior, yo creo que es un crossover junto a la región metropolitana. Hoy el área Metropolitana de Buenos Aires es un factor de gobernabilidad”, cerró Cesio.
