En una nueva audiencia del juicio por el femicidio de Anahí Bulnes, se escucharon testimonios clave que arrojaron luz sobre la complicada y perturbadora personalidad de Santiago Campos Matos, el principal acusado de asesinar a la docente en diciembre pasado.
Los testigos, visiblemente incómodos, solicitaron que Campos Matos saliera de la sala antes de dar sus declaraciones.
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Uno de los testigos fue el encargado de la panadería donde Campos Matos trabajó en el momento del crimen. El hombre recordó que el 5 de diciembre, día en que se presume ocurrió el asesinato, el acusado le envió un mensaje informando que no asistiría al trabajo debido a un altercado con "naranjitas". Curiosamente, esa fue la única ocasión en la que faltó a trabajar.
El testimonio también reveló comportamientos inquietantes en el ambiente laboral. Campos Matos solía hacer chistes macabros, como pasar un cuchillo por las manos de sus compañeros. En otra ocasión, el acusado hizo un comentario inquietante mientras comían un sándwich, diciendo: "a este le falta un dedo".
Además, solía llevar una cadena en el cuello, aparentemente hecha de huesos de ratas, como él mismo contó, un detalle que dejó perplejos a todos los que lo conocían.
Declaración de la expareja
La declaración de Natalia Rodríguez, expareja y madre de las dos hijas de Campos Matos, fue uno de los momentos más esperados del juicio. Conmovida, la mujer relató cómo su vida cambió drásticamente tras separarse del acusado después de 15 años de convivencia. Describió a Campos Matos como una persona retraída y con problemas para mantener relaciones sociales, lo que le dificultaba conservar empleos.
"Era un chico complicado, no era muy amigable, era más bien retraído y no tenía muchos amigos".
También mencionó que su ex pareja consumía marihuana y sufría de insomnio.
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Rodríguez también compartió otros detalles perturbadores. Contó que, en una ocasión, compró un lechón para la cena familiar, y el acusado decidió guardar la cabeza en un estante y conservarlo "tipo fósil".
"Hacía a veces también manualidades con huesos y tenía un amuleto que era la patita de un ciervo", agregó.
Aunque nunca fue víctima de violencia física, Rodríguez afirmó que Campos Matos ejercía una violencia psicológica significativa y que su relación con la madre del acusado era tensa y complicada.
Próximos pasos en el juicio
El juicio continuará este martes y jueves con los testimonios de expertos, quienes elaborarán un perfil psicológico y psiquiátrico del acusado. Este análisis será fundamental para entender las motivaciones y el estado mental de Campos Matos en el momento del crimen.
