La semana que pasó tuvo al presidente Alberto Fernández en diálogo casi permanente con los gobernadores. Con los mandatarios provinciales habló de los números, la compleja situación por la que atraviesan la mayoría de las finanzas en el interior; y también los consultó antes de anunciar la extensión de la cuarentena hasta el 26 de este mes.
El comienzo de la fase 3 del aislamiento encontró a los gobernadores siendo parte de las decisiones que anunció Fernández. Y dentro de esa mesa entre Nación y provincias, en Córdoba entienden que el gobernador Juan Schiaretti empezó a recuperar el protagonismo que tuvo en tiempos de la Liga de los Gobernadores.
El lunes, la advertencia con el lanzamiento del bono provincial para proveedores y contratistas del Estado provincial encendió alertas en Casa Rosada y en distritos que atraviesan una situación aún más complicada que la cordobesa. “Ahí, Schiaretti marcó un poco el camino, casi que el mensaje que envió fue: ‘muchachos, o le dan a la maquinita y empiezan a repartir con las provincias, o esto se complica en serio’”, confió un dirigente del peronismo local a PERFIL CORDOBA que insiste con que “aún no está despejado el fantasma de la cuasimoneda”.
La cuestión sanitaria. El respaldo a la extensión de la cuarentena por parte de Schiaretti llegó casi de inmediato con el anuncio de Fernández. Apenas terminó de exponer el presidente en la Quinta de Olivos, salió el tweet del gobernador cordobés apoyando la medida. “No hay nada más importante que cuidar la salud de cada uno de los cordobeses, viva donde viva. Acompañamos la decisión del Presidente @alferdez de continuar con la cuarentena, que es la única vacuna que tenemos ante esta pandemia que azota al mundo. Quedémonos en casa”, fue el mensaje que salió disparado de la cuenta de Twitter de Schiaretti el viernes por la noche.
En paralelo, el gobernador seguía monitoreando lo que ocurría en el interior con los casos de Saldán y Villa Parque Santa Ana. La veintena de casos positivos en el departamento Colón y lo ocurrido en las comunas que se encuentran a la vera de la ruta provincial Nº5 motivaron el aislamiento inmediato dispuesto por el ministro de Salud, Diego Cardozo.
“Ahí se aísla y se trata de controlar. La preocupación es que no se desate algo así en Capital”, detallan y sostienen los que defienden la regionalización que se hizo con los COE (Centro de Operaciones de Emergencia) en toda la provincia.
Los casos que se conocieron en Córdoba durante la última parte de la semana que pasó le dieron a la cúpula del Gobierno provincial el argumento para respaldar la extensión del aislamiento como herramienta para la prevención. De todas maneras, en el Centro Cívico no ocultan que hay un descontento con el control que tocaba en esos casos por parte de los municipios.
En Saldán, el intendente Cayetano Canto es de los jefes comunales de esa parte del Gran Córdoba que responde de manera casi directa al gobernador, y algunos le hicieron saber el enojo por parte de la mesa chica del schiarettismo en relación a lo que sucedió con el médico que contrajo el virus y el posterior contagio a los 20 jubilados que residían en el geriátrico además de los seis empleados de la residencia para adultos mayores que también dieron positivo.
Lo económico y el Congreso como herramienta de negociación. La otra cuestión que preocupa al Gobierno provincial es la economía en los sectores vulnerables. Algunos deslizan que hay un pedido desde El Panal para que se extienda a mayo el IFE (Ingreso Federal por Emergencia), el bono de 10 mil pesos que se entrega en abril para desempleados y monotributistas de las escalas más bajas.
Y además, está también la preocupación por el sector productivo. Previo al episodio de Saldán y Villa Parque Santa Ana estaba el pedido de algunos intendentes del interior de empezar a flexibilizar en aquellos municipios que no tienen caso. Ahora, ese pedido quedó en stand by.
Por otra parte, y en cuanto a los fondos que deben llegar a las provincias, en Córdoba esperan que no se corte en los 120 mil millones de pesos que el jueves a última hora anunció el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Tanto intendentes como funcionarios del Ejecutivo provincial aseguran que será paliativo a muy corto plazo y que deberán incrementarse esos fondos.
La herramienta de negociación que tiene la Provincia con la Nación en este punto es lo que pueda ocurrir en el Congreso. Cerca de Schiaretti sostienen que el Legislativo volverá a funcionar en poco tiempo para apagar una crítica que trata de encender la oposición nacional; y que una vez que esto ocurra, la agenda comenzará con el proyecto de Máximo Kirchner y Carlos Heller del impuesto a la riqueza.
Y aquí los números volverán a jugar: el oficialismo tiene 118 diputados y no llega al quórum propio, el bloque Federal que componen schiarettistas y lavagnistas tiene 11 parlamentarios que habilitarían la discusión. Los cuatro de ese lote que responden a Schiaretti (Carlos Gutiérrez, Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio y Claudia Márquez), en el marco de la relación institucional, apoyarían el proyecto del oficialismo. Siempre y cuando, en un diálogo que se da entre los funcionarios de uno y otro lado, no se corten los fondos para Córdoba.
