Nada está confirmado ni mucho menos: a esta altura se trata de impresiones. Y en este caso, la impresión indica que Juan Schiaretti ya no sostiene con tanta firmeza lo que decía y presumiblemente sentía hace unas semanas: hoy dejó de rechazar con tozudez cualquier propuesta para candidatearse en Córdoba para las elecciones legislativas de octubre. Pasó a otro estado, que le indica que no debe negar los pedidos que garabatean la realidad del peronismo de Córdoba.
En otras palabras: dejó de rechazar la candidatura a diputado y ahora la piensa, la medita mucho. Es más, entró en el capítulo de comenzar a tomar decisiones. Obviamente hay un largo trecho en el medio que contiene encuestas –si está lejos abortará el plan–, signos de pregunta, fechas de la elección e internas abiertas, entre otros tantos.
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¿Por qué decimos que está empezando a tomar decisiones? Sencillamente porque envía señales que pueden entenderse como una aceptación de su postulación. Por ejemplo, piensa en la consultora de la ciudad de Buenos Aires, Ana Iparraguirre, titular de Dynamics Consulting, para definir su estrategia política y de campaña. También tomó contacto con un grupo de gurúes de la consultoría política de Brasil.
Además, se presupone que si avanza en esta línea, también estará presente el cordobés Roberto Sposetti, quien lo acompañó durante toda su estancia en el poder provincial.
Para oponerse a aceptar cargos legislativos, Schiaretti siempre dijo que “quien fue Papa no quiere ser obispo”, lo que equivale a decir que después de haber estado al frente del Ejecutivo provincial no tiene sentido candidatearse a diputado, función que por otra parte ya desempeñó.
Ahora, la candidatura parece tener otro sentido porque forma parte de una estrategia de crecimiento nacional del partido que comanda, Hacemos, para lograr inserción nacional y por pedido expreso de algunos de sus socios políticos en otros distritos.
Haciendo números rápidos, es más que posible que la lista del cordobesismo, con cualquier candidato que lleve (Miguel Siciliano o Manuel Calvo, por ejemplo), tenga una base de 20 puntos y que tras una campaña, desde luego costosa, trepe con toda la furia a los 23/25 puntos.
Carrera con ventaja
Casi todos los encuestadores cordobeses afirman que si el peronismo lleva como candidato al exgobernador lograría unos 10 puntos más, es decir 35 puntos, lo cual equivale a decir tres o cuatro puntos a nivel nacional. Entonces, si la lista de Schiaretti logra en Córdoba lo que predicen los sondeos, partirá la carrera nacional con un excedente de entre tres o cuatro puntos.
Asimismo, los sondeos nacionales observan que los dos extremos de la grieta, el presidente Javier Milei y la expresidenta Cristina Fernández, suman entre ambos el 80 por ciento de las voluntades. Desde el llaryorismo, un dirigente indicó que queda un 20 por ciento suelto. “Si nosotros sacamos 12/14 puntos a nivel nacional tenemos el esquema prácticamente armado para seguir adelante el sueño de 2027 con el ‘Gringo’ como candidato presidencial”.
Un coro del schiarettismo considera que no es aconsejable que el exgobernador corra la carrera de los comicios de medio término “porque tiene serias posibilidades de perder con la lista de La Libertad Avanza, que estaría encabezada por dirigentes de menor envergadura”.
Los que se oponen a esta hipótesis afirman que lo importante es llegar a la meta de los 12/14 puntos nacionales. “Nadie dirá nada si pierde con Milei, que está en el pico de su popularidad hoy y, por otra parte, habrá que ver cómo está en octubre”, retrucan.
Hace unos días, el encuestador riocuartense Cristian Buttié sostuvo en el programa Punto y Aparte (Punto a Punto Radio 90.7) que “colocar a Schiaretti como candidato a diputado nacional sería como poner a Messi de defensor central”. Claro que eso depende de la estrategia que el partido adopte a nivel nacional. Semanas antes, otro consultor, Gustavo Córdoba, había expresado a la misma emisora que si el exmandatario provincial se candidateaba en octubre de este año, La Libertad Avanza se vería en problemas.
Cuestión de imagen
Sin tener exposición de casi ningún tipo, Schiaretti mantiene en Córdoba un 50 por ciento de imagen positiva, contra más del 60 por ciento del presidente. Esa es la foto de hoy. Algunos compañeros de ruta del caudillo peronista manifiestan que si salta a la cancha, las cosas podrían cambiar.
De todas maneras, Milei se mantiene sólido en todo el país, aunque hay que decir que en Córdoba registra el pico de imagen favorable: 66,6 por ciento, según un estudio nacional de la consultora Explanans realizado para analizar la gestión de los 400 días del actual gobierno. En ese trabajo se concluye que Milei se encuentra en su mejor momento político con una aprobación de su gestión del 51,8%. En marzo de 2024 solamente un 5,4% reconocía estar “mejor que antes”, mientras que en enero de 2025, un 30,2% se siente mejor. En otro plano, las emociones positivas crecieron de 37,5% a 45,6%.
Asimismo, indica que la contracara de Córdoba la expresa la provincia de Buenos Aires, donde la aprobación de Milei es de 46,7% y la desaprobación del 53,3%. En ese último distrito, sigue siendo muy fuerte el kirchnerismo y Axel Kicillof conserva el liderazgo.
Volviendo al comienzo, da toda la impresión que en este floreciente 2025 aparecieron algunos elementos nuevos que condicionan la elección de medio término. Si Schiaretti es candidato, ¿Milei convocará al senador Luis Juez? ¿Qué harán ‘los radicalismos’, el que apoya a Milei y el que tiene un sesgo progresista? Lo mejor de la historia todavía no se escribió.
