Tras idas y vueltas, y pases de factura en una interna a flor de piel, el bloque UCR finalmente se partió por el factor Milei. “Era inevitable”, reconocen desde ambos sectores y emiten señal de cierto alivio ante lo que ya estaba “roto”, pese a los intentos infructuosos por una tregua en medio de la crónica de una ruptura anunciada.
Los que pegaron el portazo que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau conformaron un bloque de 12 diputados. La bancada que comanda Rodrigo de Loredo se quedó con 21, entre ellos están los tres cordobeses: Soledad Carrizo, Luis Picat (el radical con peluca) y Gabriela Brouwer de Koning (del sector de Lousteau). Toda una señal.
Antes y posfractura, los radicales “rebeldes” apuntaron contra De Loredo por ponerse la peluca al exhibir alineamiento al poder libertario con la foto en Casa Rosada, mientras que desde el sector que lidera el cordobés rechazaron la crítica que, según ellos, resulta “infundada”. En su contraataque acusaron a Manes y Lousteau de acercarse al kirchnerismo.
En medio de las broncas mutuas y la efervescencia de la ruptura del bloque UCR en la Cámara Baja, el deloredismo vio con buenos ojos y respiró profundo al haber blindado el “proyecto Córdoba” de la fuerte tensión por la interna nacional con Lousteau.
“Son estrategias distritales. Lo peor que él puede hacer es querer encorsetar algo que no existe”, lanzó un boina blanca con tonada en su crítica a quien encabeza la conducción nacional del partido ante los escenarios del 2025-2027 y el factor Milei.
Los tres radicales con tonada cordobesa reafirmaron su pertenencia al bloque comandado por el referente de la alianza Generación X. Para el deloredismo eso fue una gran señal de alineamiento de cara al 2027. “Hubiera sido un problema que la discusión nacional ‘empioje’ el 2027 en Córdoba”, razonó un operador deloredista.
“No quedan dudas”, aportó una voz influyente al hacer hincapié en los movimientos de los cuatro radicales con banca en Diputados. “Se priorizó Córdoba. Estamos en eso”, afirmó.
La “Sole” Carrizo es una aliada de De Loredo. Actualmente, es la secretaria del bloque, cargo que había sido reclamado –sin éxito– por los radicales “rebeldes”, junto a la vicepresidencia, para no romper. La diputada forma parte de Generación X, la alianza que se hizo del poder de la UCR cordobesa.
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El “radical con peluca” Luis Picat es del núcleo deloredista, aunque algunos boina blanca lo ubican más del lado de Oscar Aguad en el grupo que trabajan codo a codo con Patricia Bullrich. De hecho, el jesusmariense encabezó la lista de diputados promovida por la ministra aliada de Milei.
La sorpresa vino por el lado de Brouwer de Koning, del palo de Lousteau, pero allegada al intendente de Río Tercero y titular de la UCR provincial, Marcos Ferrer. PERFIL CÓRDOBA intentó consultar a la diputada por la posición asumida, pero no hubo respuesta.
Quien habló mucho en los últimos días con la radical riotercerense fue su par de bancada Danya Tavela, la bonaerense que ya integra ‘Democracia para Siempre’. La diputada del núcleo de Lousteau señaló que “habla muy bien de ella” ante su decisión de quedarse en el bloque “donde está el referente cordobés”.
En su lectura de la situación, sostuvo que los pasos que dio Brouwer de Koning responden “al objetivo de seguir fortaleciendo el radicalismo cordobés –que preside Marcos Ferrer– para ser una alternativa electoral para el 2027”. “Nada que reprochar, al contrario, me pareció una decisión correcta y coherente con el objetivo provincial”, dijo Tavela a este diario.
Réplica deloredista
Ante el duro embate de los radicales “rebeldes” que responden a Manes y Lousteau, y la fractura expuesta de la bancada, a De Loredo no le quedó otra que salir a dar su versión.
El cordobés abrió fuego contra el titular de la conducción nacional del radicalismo y dividió las aguas ante el factor Milei. “Ellos tienen una mirada ultra opositora al gobierno que para mí es cerrada”, opinó en alusión al nuevo bloque que tributa a Manes y Lousteau. En ese plano, reafirmó su postura de “cooperar” con la administración Milei y delimitó la cancha de juego en su contragolpe dirigido al senador porteño.
“Tenemos un límite infranqueable que es el kirchnerismo, que es volver al pasado”, aseveró De Loredo. “El otro espacio no tiene los mismos límites que nosotros”, remató. En esa línea hipercrítica, el cordobés calificó de “errática” a la conducción nacional del partido y de haber “dañado” la escudería UCR.
Más voces con tonada
“Nuestro bloque siempre va a ser garante del diálogo, con los objetivos claros y en pos de mejorar la vida a los argentinos. No hay que hacer oposición y obstruir por el solo hecho de figurar como quieren algunos”, afirmó Carrizo.
En la misma sintonía que De Loredo, la diputada remarcó: “Nosotros vamos a colaborar, acompañar en todo lo que sea acorde al mandato del electorado y que esté relacionado con no volver atrás. Como también marcar límites, controles y generar propuestas como lo hemos venido haciendo”.
“Así lo hicimos dando las herramientas al gobierno con ley Bases, aún mejoradas por nuestro trabajo. Y marcando nuestra posición de prioridad sobre el ajuste que no podía ser con los jubilados, ni con las universidades, leyes que vetó el Ejecutivo, pero fueron presentadas por la UCR”, completó.
Ante la fractura del bloque, Picat opinó: “Era necesaria la división. Desde enero estaba claro que estábamos los que queremos que le vaya bien al gobierno y, por otro lado, los que quieren ser una oposición rabiosa”.
“La postura de los radicales ‘peluca’ (por él y los otros cuatro que votaron por el blindaje al doble veto de Milei) ayudó a blanquear la situación”, advirtió ante la consulta de este diario. “Queremos colaborar al equilibrio fiscal y a la gobernabilidad. Y mostrar el radicalismo del interior, con gobiernos eficientes y responsables”, cerró.
