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CóRDOBA
FIRME EN EL CARGO

Respaldo del gobierno para el ministro Quinteros tras una semana caliente

La oposición reclama la renuncia del ministro de Seguridad tras la salida del subjefe de Policía, Alejandro Mercado. Ninguna voz oficial salió a responder, pero voceros del gobernador aseguran que no habrá cambios. “Hay Quinteros para rato”, dijeron.

7-9-2024-Quinteros y Llaryora
Martín Llaryora y Juan Pablo Quinteros, en la zona de los incendios. | CEDOC PERFIL

El gobernador Martín Llaryora emprendió un viaje que lo llevará a las ciudades de Houston, Washington y Nueva York, sobre el final de una semana que encendió las alarmas de la administración provincial por hechos graves, como la separación del cargo del exsubjefe de la Policía, Alejandro Mercado, quien fue pasado a retiro, y en menor medida por el desopilante episodio protagonizado por el funcionario municipal Guillermo Kraisman. Se trata de hechos absolutamente diferentes, pero ambos terminaron presos.

Mercado cae, supuestamente, por proteger a una banda que vendía productos robados y de tener una mesa de dinero clandestina, entre otros ilícitos. Hace nueve meses la provincia lo honró con uno de los principales cargos de la jerarquía policial. El caso puso nuevamente en jaque al ministro de Seguridad, Juan Pablo Quintero, a quien los opositores salieron a pedirle la cabeza.

El Centro Cívico respondió a través de calificados voceros que el gobernador no dudó, afirmando que “hay Quinteros para rato” y que de ninguna manera dará un paso al costado ni se le pedirá la renuncia.

Llaryora le redobló la apuesta a la oposición por un lado y, además, le renovó la confianza al ministro que, a la hora de defenderse, apuntó al Poder Judicial y a la Fiscalía General, ya que dijo que jueces, fiscales y el propio Fiscal General Juan Manuel Delgado elogiaron al ahora expolicía preso.

Otras voces de la oposición manifiestan que Mercado también generó buenas migas con un sector del peronismo de San Francisco, cuando estuvo en la departamental San Justo, con sede justamente en esa ciudad.

El principal atributo que se veía en Mercado era su capacidad de investigación, aunque fuentes de la propia fuerza dijeron por lo bajo que este episodio que ocurrió la semana pasada “se veía venir porque eran un secreto a voces las (supuestas) irregularidades que Mercado protegía”.

Quinteros fue elegido por Llaryora por su capacidad para comunicar ya que consideraba que la Policía tenía un serio inconveniente a la hora de informar sobre sus labores. Estaba convencido que lo bueno era mucho más grande que lo malo.

Se sabe que Quinteros nunca fue especialista en temas de seguridad y que tuvo una larga trayectoria en la oposición cuestionando a los gobiernos de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti por corrupción. Formó parte de un equipo con Aurelio García Elorrio y Liliana Montero, ésta última también sumada al gobierno como ministra.

De allí es que se piensa que Llaryora hizo estas dos jugadas (Montero y Quinteros) para quitarse dos incómodas piedras en su zapato, aunque hay que marcar que a la actual ministra de Desarrollo Humano la había sumado en su gestión al frente de la Municipalidad de Córdoba.

Quinteros aceptó el desafío pensando que la (buena gestión en) seguridad sea un trampolín a su gran sueño: ser intendente de Córdoba para lo cual deberá iniciar una carrera en la que tiene numerosos obstáculos y rivales, sobre todo del cordobesismo peronista, que ya no resiste un candidato que venga de otras estructuras.

Curiosamente, en esa carrera hay otros dos anotados que vienen de otro palo: la vicegobernadora Myrian Prunotto, con pasado radical, y el viceintendente de Córdoba, Javier Pretto, que viene de una larga militancia en el PRO. A esto  hay que sumarle la gran cantidad de peronistas: Miguel Siciliano, Juan Domingo Viola, Nadia Fernández y el propio titular provisorio de la Legislatura, Facundo Torres, entre otros.

Los “sanguches” de Kraisman
Pero no terminaron allí los días negros para el gobierno provincial porque el episodio protagonizado por Kraisman es una obra maestra del terror. Esta irrupción del funcionario municipal que fue echado, deja de ser desopilante y gracioso, al menos para el peronismo de Capital, que en una reunión especial abordó estas cuestiones.

Hay que recordar que con total inpunidad, Kraisman fue al supermercado Mariano Max de Avenida Vélez Sársfield al 1000, tomó sendos blisters de bondiola y jamón, una lata de atún y un frasco de mermelada. Como se fue sin pagar y los guardias le interceptaron el paso, quiso evitarlos arrojándole un “frascazo” al vigilante. Ni en una película de humor clase B se da una situación con estas carácterísticas.

El tema de los desbordes de algunos dirigentes y de la anticipadísima puja por quién será candidato o candidata a intendente de Córdoba llaman la atención del peronismo capitalino, que no hay que olvidar que es conducido por la senadora nacional Alejandra Vigo.

La oposición pretende convertir a la Legislatura en el escenario para dar estas batallas políticas, aunque en las últimas sesiones el justicialismo está consiguiendo mayorías sin necesidad del voto de la vicegobernadora Myrian Prunotto. Esto más allá de que la refriega verbal se viralice en las bancas y unos y otros se digan de todo menos bonito.

Por lo pronto, con Llaryora afuera de Córdoba no habrá decisiones de alto impacto, salvo algún imprevisto y en los pasillos del Centro Cívico sus habitantes transitarán con alguna parsimonia. La semana pasada, en medio de los feroces incendios, el abogado de Diego Concha, preso por el homicidio de Luana Ludueña, Carlos Hairabedian, pidió la libertad de su defendido porque es un experto bombero y podría ayudar en el combate al fuego, lo cual enardeció a los funcionarios políticos. La vida también es un circo.