Comenzó el Congreso de Participación Ciudadana y Descentralización en la ciudad de Córdoba y el intendente Daniel Passerini aprovechó en la jornada previa a reunir a todos “constituyentes de 1995” para hacerles la consulta: “¿Es necesario reformar la Carta Orgánica Municipal?” La formuló en el Museo Metropolitano de Arte Urbano de la Plaza España, junto a su gabinete en un evento encabezado por la Secretaría de Participación Ciudadana y Juventud, a cargo de Juan Domingo Viola. Retumbó por todos lados.
La última vez que se había planteado algo similar fue durante la gestión del radical Rubén Martín. “La política tiene que interpretar el signo de los tiempos”, comenzó la introducción el mandatario cordobés, “los ciudadanos y ciudadanas nos piden cosas simples y creo que esta es una oportunidad para estar más cerca de las soluciones. Ojalá que esta apertura y discusión arriben a una decisión política que esté a la altura de la historia, pero fundamentalmente, a la altura de Córdoba”, dijo la máxima autoridad del Ejecutivo.
Se consolida, de esta manera, el primer paso para avanzar en una reforma, que puede ser parcial o total. Es decir, enmendar algunos artículos o comenzar desde cero a debatir punto por punto la carta magna local. En este sentido, ya se activaron varios fuerzas políticas a recorrer barrios y centros vecinales, al PJ se sumaron el juecismo y los libertarios.
El eje de toda discusión es cómo se elegirán los 18 directores de los CPC de la ciudad, hoy ya están operativos 16. La actual gestión quiere que los mismos vecinos sean quienes lo consagren democráticamente. Y esto abre un abanico de posibilidades. Entre ellas, si serán parte de un tramo en la Boleta Única de Sufragio (BUS) o será lista sábana y se mantiene como es en la actualidad. Qué pasa si alguien que no tiene lugar en un partido político se quiera postular, cómo puede hacerlo.
Otro de los puntos claves es reordenar los servicios públicos -como el transporte o recolección de residuos- entre la capital y las ciudades que componen el anillo metropolitano. O la digitalización de los sistemas informáticos.
Todo esos puntos fueron parte la primera charla del espacio que reunió a los convencionales constituyentes que formaron parte de la reforma pasada. Estuvieron presentes dirigentes de las cuatro fuerzas políticas activas por aquel entonces Antonio María Hernández, Walter Schiavi, Wilma Andre Hereda, Laura Sesma, Luis Alberto Ávalos, Jorge Berardo, Isable Bianciotti, Luis Cordeiro Pinto, Jorge Horacio Gentile, Jorge Jofre, Guillermo Kraisman, Guillermo Lucero, Ernesto Martínez, Armando Mayor, José Luis Palazzo, Mabel Pozzi de Rubio, Otilia Rivera de Coccalotto, Miguel Julio Rodríguez Villafañe, Marcelo Luis Todeschini, Sergio Torres y Luis Maximiliano Zarazaga.
Reformar la Carta Orgánica, los próximos pasos
La reunión encabezada por Daniel Passerini inició formalmente el debate de los tiempos que se vienen. El Congreso deberá emitir una conclusión sobre la reforma o no de la Carta orgánica. En caso de modificarla, a partir de ahí el intendente debe mandar un proyecto de ordenanza de necesidad declaración de la Reforma.
Para ello hay dos vías. Una es la Convención Constituyente y la otra es la Enmienda. La convocatoria debe ser un proyecto de ley que generalmente lo envía el intendente. Allí se debe especificar qué artículos se van a modificar, se establece la fecha de elecciones a los constitucionales y la duración que no puede ser mayor a un plazo de cuatro meses.
La ordenanza debe ser aprobada con los dos tercios de los votos de los concejales, una mayoría agravada. Luego fijar la fecha de elecciones de los constitucionales, por listas y partidos políticos. Son el doble de los miembros del Concejo Deliberante que conformarán la constituyente. Esto puede darse en un plazo de ocho meses.
Por otro lado, la alternativa es la Enmienda. En este caso, se permite modificar hasta dos artículos de la Carta Orgánica y se incorporan las modificaciones. Para que tenga validez debe ser aprobado por un referéndum. Estos tiempos son más breves que los anteriores y en tres meses puede estar resuelto.
Ahora es el turno de Passerini que deberá fijar lo que desea. Este congreso que se inició deberá emitir una conclusión pero ya adelantó su voto de luz verde a los cambios.
