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PREMIOS PERFIL CÓRDOBA/ LABOR CULTURAL

Pollo Díaz: “Nuestra idea es que los chicos no sean indigentes de la cabeza”

La Asociación Civil Los Benjaminos, presidida por Walter ‘Pollo’ Díaz, recibió la distinción por el trabajo que realizan hace 11 años con las orquestas barriales. Su lema es: “un niño que toca un violín, no toca un arma”.

Benjaminos11-08-2024
LABOR CULTURAL. Agustina Llopis, Paloma Malen Tapia Vargas, Yamila Noelia Farías, Melisa Brizuela y Erica Janet Jalul recibieron el premio en nombre de todo Benjaminos. | Sebastian Salguero

Es imposible que una persona sueñe o piense en algo que no conoce. Desde la psicología hasta la lingüística coinciden en que una idea o un concepto remite sí o sí a algo que existe en nuestro sistema de referencia. Lo que nos rodea también nos limita. Casi como el “aleteo de la mariposa” que puede cambiar el curso de una vida, un día un grupo de niños fue a una visita al Teatro Libertador San Martín y conocieron cómo se veía y sonaba un violín. Así empieza la historia de Los Benjaminos, aunque ellos no lo sabían.

En los tempranos 2000, Walter ‘Pollo’ Díaz había armado un salón en Villa La Tela en el que iba a funcionar un comedor. Pero el gobierno no mandaba los fondos para comprar comida. “Para no caer en el descrédito de los chicos y la gente de que ‘un día damos de comer y otro no’, decidí arrancar por la parte cultural y deportiva”. Entonces, con la mirada puesta en la infancia, se le ocurrió hacer una encuesta preguntando a los chicos –casa por casa– qué les gustaría hacer en sus momentos libres. Era el 2007 o 2008. Algunos dijeron ‘batucada’, otros dijeron ‘fútbol’, pero un pequeño porcentaje dijo ‘violín’. ¿Por qué? Porque se acordaban de una vez que habían ido con su escuela a ver un ensayo en el teatro. “De ahí les había quedado la idea”, recuerda Díaz.

“Benjaminos es el brazo del Estado, donde el Estado no llega, sólo falta que el Estado se dé cuenta. Por eso se hace muy difícil darle el ‘paraguas musical’, o la oportunidad a muchos más”, afirma Díaz, creador de la orquesta barrial para niños y jóvenes por la que ya han pasado más de 600 chicos y en la que actualmente hay 220. 

“Los cambios han sido grandes. Cuando llegué a La Tela los chicos no hacían el secundario. Entonces, la contraprestación para formar parte de la orquesta era y es terminarlo. Incluso hemos tenido muchos abanderados”. En estos 11 años, esos 600 chicos que han pasado y pasan por las ocho orquestas barriales, han terminado la escuela y algunos hasta han comenzado a estudiar una carrera universitaria, como el caso de Jesús que quiere ser arquitecto. “Cómo cambia la conducta de un niño cuando recibe no solamente música, sino cariño, ¿no?”, evoca emocionado. Cuando se le pregunta el por qué de semejante tarea, no duda en decirlo: “Desde Benjaminos, nuestra idea es que los chicos no sean indigentes de la cabeza”.

Método Benjaminos

“Nace un padrino, nace una escuelita”. Cuando aparece un padrino que pague la beca del profesor, nace la orquesta. “Nosotros ponemos los instrumentos y el lugar –en este caso Villa El Bordo pone la sala– y le dan la medallita a los chicos”. Actualmente tienen 15 profesores en las ocho que funcionan. La novena se abrirá en El Bordo cuando cobren un premio que ganaron en un concurso realizado por la Municipalidad de Córdoba. Pese a la labor social que realizan, no reciben ayuda estatal de ningún tipo. "Ninguno de los chicos que va a Benjaminos se droga" recuerda que confesaron dos profesoras en una nota televisiva. Y agrega: "Benjaminos es un proyecto de prevención importantísimo porque en esos sectores vulnerables ninguno consume ni vende". 

Cada orquesta tiene un sistema de “capacitador de capacitadores”. El 'método Benjaminos' significa que todo chico que lleva cuatro años en el grupo, tiene que enseñarle a tocar su instrumento a otro. Esto significa que esos chicos se convierten en profesores y así pueden “pasar a otro instrumento”, aprender a tocar uno nuevo. Esto además de empoderar a esos jóvenes, les permite seguir funcionando. El niño avanzado en la ejecución, le enseña lo que sabe al que recién llega.

“Una de las cosas que pudimos erradicar, por ejemplo, había peleas por la cuadra y a partir de que los chicos empezaron a ver que iban al mismo colegio, que eran parte de la orquesta, disminuyeron drásticamente los enfrentamientos entre familias, porque los chicos decían: ‘No, si es mi compañerito de la orquesta’ y ya dejaban de lado la violencia y pasaba a ser un compañero más”.

Fueron siete años difíciles hasta el nacimiento formal de la orquesta Los Benjaminos, el 13 de mayo de 2013. Muchos creían que iba a ser imposible de concretar, otros no se tenían la confianza suficiente frente a un mundo tan desconocido. “Qué van a aprender estos burros”, dijeron incluso algunos padres. Ese mundo de posibilidades que los rodeaba no contemplaba el aprendizaje de un instrumento así.

Esa visita al teatro fue crucial. Significó el comienzo de un proyecto que, a través de la música, ha modificado vecindarios y brindado oportunidades a los niños y jóvenes de escasos recursos. Conocer ese violín abrió un mundo posible y una realidad diferente para todos los que pasaron y pasarán por las orquestas de Benjaminos.  


 

lastejas11-08-2024


 

“Empezar a enseñar fue un gran desafío”

Paloma Tapia tenía 11 años cuando un compañero de la escuela primaria le preguntó si le gustaba el violín, ella dijo que sí aunque aún no lo sabía. Era 2013, se estaba formando un grupo de cuerdas y él la invitaba a una reunión informativa –con su mamá– para sumarse a la orquesta de Benjaminos en Villa La Tela.

"Cuando empecé a tocar me pareció un instrumento muy difícil, no me salía tocar 'Estrellita', una canción inicial del método Suzuki; tardé mucho más que los demás, pero aún así, exigiéndome y practicando, lo logré”.
Paloma hoy tiene 22 años, cursa el tercer año en el profesorado del Conservatorio Superior de Música Félix T. Garzón y también es profesora de la orquesta. 

“Empezar a enseñar fue un gran desafío, no es una simple tarea. Estoy orgullosa de la carrera que elegí, estoy enamorada de la música, del canto y del instrumento armónico que es la guitarra, que tengo que seguir mejorando”.

Ella enfatiza que es un logro personal muy significativo, porque lo que aprende también es para transmitirlo a través de la enseñanza. "Pienso en mis clases y constantemente cómo hacerlas para que en Benjaminos, o desde mi trabajo como auxiliar de maestra jardinera, lograr que el niño o la niña ame la música".

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