"Un clonachu seguro te va a venir bien", ironizan en "División Palermo", la serie argentina que naturaliza el consumo casual de psicofármacos. A miles de kilómetros, la serie "The White Lotus" muestra a Victoria Ratliff, personaje interpretado por Parker Posey, lidiando con el lorazepam y el vino. Ambas escenas resuenan sobre todo entre mujeres. Según el Observatorio Argentino de Drogas, en 2024 el 17,3% de las mujeres ha consumido tranquilizantes con prescripción médica, y el 8,2% antidepresivos.
La feminización del consumo
En diciembre de 2023, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina publicó un informe revelador sobre condiciones psicosociales de la población argentina con datos del período 2004-2023.
En toda la serie temporal, alrededor de 1 de cada 4 adultos presentó sintomatología ansiosa y depresiva, con un notorio incremento en los dos últimos años de la serie.
El malestar psicológico alcanzó su pico máximo en 2023, con un valor de 26,7%. El informe destaca que se trata de la cifra más alta desde 2004, cuando comenzó la medición, y proyecta una estimación al alza. Los datos concretos muestran una evolución significativa:
● Mujeres:
○ Inició en 2004 con 23.3%.
○ Fluctuó entre el 22% y el 30%.
○ En 2023 alcanzó el 26.7%.
● Varones:
○ Inició en 2004 con 21.1%.
○ Fluctuó entre el 18% y el 25%.
○ En 2023 alcanzó el 22.5%.
De manera significativa, el estudio reveló que las mujeres presentan sistemáticamente mayor malestar psicológico comparado con los varones, y la brecha entre géneros se ha incrementado en los últimos años.
En 2023, la diferencia es aproximadamente 4.2 puntos porcentuales (26.7% mujeres vs 22.5% hombres).
Según el análisis de la ENCoPraC 2022 publicado por el Observatorio Argentino de Drogas en 2024, el 15,2% de la población general consume psicofármacos (tranquilizantes, estimulantes y antidepresivos) recetados por médicos.
Un informe específico sobre consumo y género publicado por el Observatorio Argentino de Drogas de SEDRONAR revela que el consumo de tranquilizantes con prescripción es mayor en mujeres (17,3%) que en hombres (10,7%). Por otro lado, el 8,2% de las mujeres consumieron antidepresivos.
El VI Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas de 2022 del SEDRONAR añade otra perspectiva: el 6,5% de la población de 12 a 65 años consumió tranquilizantes sin prescripción médica alguna vez en la vida, siendo mayor en mujeres (7,3%) que en varones (5,7%).
Germán Daniele, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, lo confirma: "Normalmente es la mujer la que más consume. No por una cuestión de género, sino tal vez porque es la que más se cuida, la que más va al médico. El rango más frecuente está entre los 35 y los 60 años. Aunque últimamente también vemos un aumento en personas más jóvenes". También aportó una visión clave desde las farmacias: "Tenemos muchas consultas de personas que vienen con recomendaciones informales, como: 'Tomate un clonazepam, me lo dijo una amiga'. Eso pasa todo el tiempo. En esos casos, la farmacia tiene la obligación de derivar al médico".
El Dr. Mario Vignolo, médico psiquiatra y forense, vocal del Consejo de Médicos de Córdoba, confirma que “el malestar psíquico o emocional es una de las principales consultas en atención primaria. El acceso a estos centros es clave para una oportuna y correcta derivación, y para consolidar una perspectiva integral del cuidado de la salud”.
Vignolo advierte, además, que en los últimos tiempos, “se han alargado los plazos entre el pedido de ayuda y la asignación de turnos, especialmente por la falta de accesibilidad, debido a la centralización de la consulta y la disminución de centros periféricos”.
Según el especialista, esta demora impacta directamente en la medicalización: “La patología psíquica no puede esperar y, cuando se la aborda tardíamente, puede requerir medicación”.
Promesas digitales y realidades analógicas
La digitalización de las prescripciones médicas avanza en Argentina a través de diversas normativas que buscan modernizar el sistema de salud. Aunque el marco regulatorio está en constante evolución, la tendencia apunta hacia la obligatoriedad total de la receta electrónica.
Germán Daniele, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, advierte sobre un problema estructural: “Existen vacíos normativos graves. Las recetas electrónicas para particulares en Córdoba no tienen validación legal aún”, afirma.
Esto genera un limbo regulatorio que obliga a las farmacias a actuar con criterios dispares según el caso. Si bien las recetas electrónicas emitidas por obras sociales y convenios como el municipal están validadas por sistemas internos, las emitidas por profesionales a particulares carecen de una regulación provincial clara, lo que deja a farmacéuticos y pacientes en una situación ambigua.
María José Rueda Caballero, médica de familia y referente de la Asociación Cordobesa de Medicina Familiar y General, plantea que la receta electrónica agiliza la consulta y reduce errores técnicos, pero “puede afectar la interacción personal entre el profesional y el/la consultante, así como la capacidad de abordar necesidades no médicas”.
Advierte que “el sistema de salud actual no permite un seguimiento real de los tratamientos farmacológicos”, debido a “la falta de integración entre niveles de atención, de distintas dependencias, y la no articulación de sus sistemas informáticos”, lo que genera brechas en el acompañamiento.
Desde su experiencia, Rueda Caballero observa además una tendencia a sobremedicalizar malestares psíquicos comunes, en especial en mujeres: “Muchos estados fisiológicos o cambios en los cursos de vida se patologizan y sobremedican, en algunos casos con psicofármacos”. Y remarca que un enfoque centrado exclusivamente en la enfermedad desatiende factores sociales, emocionales y de género: “Claramente, tener un enfoque biologicista ubica al tratamiento farmacológico como la única respuesta posible, desatendiendo necesidades como el apoyo emocional, la educación en salud mental o la promoción de estilos de vida saludables”.
Medicalización de lo cotidiano
Estudios realizados en Latinoamérica documentan que las mujeres reciben una proporción significativamente mayor de prescripciones de psicofármacos en comparación con los varones.
En Argentina, por ejemplo, una investigación reveló que el 75,3% de las prescripciones de psicofármacos a personas mayores correspondían a mujeres. Mientras que investigaciones nacionales sobre acceso a medicamentos muestran que los factores económicos son una causa importante de abandono de tratamientos crónicos.
Francisca Pacacano, psicóloga especializada en drogodependencias e investigadora en salud mental con perspectiva de género, sostiene que muchos malestares que experimentan las mujeres “no están bien diagnosticados ni tratados en la Medicina ni en la Psicología tradicional”, ya que ambas disciplinas “se limitan, en muchas ocasiones, a patologizar y medicalizar ciertos síntomas que presentan las mujeres consultantes”.
A partir del estudio epidemiológico que publicó en el libro Consumo de psicofármacos en mujeres (Editorial Académica Española, 2012), concluye: “La única variable explicativa que coincide en todos ellos es ser mujer”. Y propone una vía clara: “Sólo puede trabajarse terapéuticamente con éxito desde una perspectiva de género”.
El psicólogo clínico Diego Zapata aporta otra visión clínica: “Encontramos, sobre todo en mujeres y en infancias, una idea de medicalizar cualquier padecimiento. Padecimientos que muchas veces tienen una causalidad psíquica y no corporal. La época responde con una consideración biologicista y con medicalización”. Y advierte: “Medicalizar tapa sufrimientos que no consideran el contexto social, educativo o económico, patologizando tristezas y ansiedades derivadas de la falta de equidad”.
Desde la práctica psicoanalítica, Zapata propone recuperar la escucha clínica: “El tratamiento por la palabra es fundamental cuando hay causalidad psíquica. No se debe psicologizar todo ni tampoco reducir todo a neurotransmisores. Pero advierto sobre la proliferación de terapias alternativas basadas en pensamiento mágico, que lucran con la angustia existencial ofreciendo soluciones no científicas”.
Rueda Caballero refuerza esa mirada y propone salir de los abordajes individuales para pensar estrategias más profundas: “La respuesta siempre es colectiva: fortalecer los espacios de trabajo grupales, interdisciplinarios, interinstitucionales, respetando el conocimiento de las comunidades, intercambiando intervenciones y siempre escuchando”.
Malestar psicológico: La brecha de género
26,7%: Porcentaje de malestar psicológico en mujeres en 2023 22,5%: Porcentaje de malestar psicológico en hombres en 2023 4,2 puntos: Diferencia en la prevalencia de malestar entre géneros Fuente: Observatorio de la Deuda Social, Universidad Católica Argentina (Diciembre 2023)
Consumo de psicofármacos
15,2%: Población general que consume psicofármacos recetados 17,3%: Mujeres que han consumido tranquilizantes con prescripción médica 10,7%: Hombres que han consumido tranquilizantes con prescripción médica 8,2%: Mujeres que han consumido antidepresivos Fuente: Observatorio Argentino de Drogas, SEDRONAR (2024)