Vecinos del barrio Argüello, ubicado en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba, denunciaron una alarmante ola de inseguridad que afectó a la comunidad sin importar la hora del día. Según los testimonios, los ataques se produjeron con frecuencia, tanto en moto como en grupos organizados, y tuvieron como blanco a transeúntes, estudiantes que salían de los colegios y cualquier persona que transitara por la zona.
El epicentro de estos hechos es en torno al colegio Rosarito Vera Peñaloza, lo que genera especial preocupación en padres y estudiantes.
“Estamos cansados. La policía tarda años en aparecer y en dar una respuesta. Tenemos un grupo de WhatsApp, pero no sirve de nada si no hay una respuesta inmediata”, manifestó una vecina, quien subrayó la falta de presencia policial. Los denunciantes señalaron que los robos eran constantes y que, a pesar de las quejas repetidas, la situación no mostraba mejoría.
Para protegerse, muchos vecinos optaron por instalar alarmas comunitarias y dispositivos en sus viviendas, aunque consideraron que estas medidas resultaban insuficientes. “La verdad es que estamos totalmente desprotegidos. Es zona liberada. Viracocha es una de las pocas calles que desemboca en Av. Ricardo Rojas, que es por donde escapan”, añadió la vecina.
Uno de los puntos críticos mencionados fue el recorrido del colectivo 10 de la línea Coniferal, que atraviesa Divino Maestro y baja por Viracocha, una calle con una notoria falta de iluminación. Esta situación expone a quienes regresan tarde a sus hogares al riesgo de ser asaltados debido a la oscuridad reinante.
Otra residente aclaró: "Las rondas y el patrullaje policial son constantes. Los robos se dan justo cuando no están, pero presencia policial se puede observar". Además, narró cómo logró escapar de un intento de robo mientras ingresaba a su casa junto a su madre.