El Ministerio de Seguridad puso en marcha en forma experimental una nueva herramienta preventiva. Se trata del programa ´Ojos en alerta´ que se consiguió gracias a un convenio con el municipio bonaerense de San Miguel.
Córdoba es la primera provincia que decidió adherir. Desde que comenzó, hace unos 10 años, se fueron sumando medio centenar de municipios de todo el país, pero no provincias.
Entre las intendencias cordobesas que ya lo están implementando figuran La Falda, Río Cuarto, Río Primero, Sampacho, Jesús María, Villa Allende, San Francisco, Corral de Bustos, Justiniano Posse y La Paquita.
Ojos en alerta es un sistema por el cual cada vecino que se sume -registrado con nombre, apellido, DNI y número de teléfono- puede emitir alertas a un número de WhatsApp respecto a situaciones sospechosas que observa en su barrio.
La comunica a una central, que funciona en la galería Garden, donde se recibe el mensaje y se dispone un operativo que llevan a cabo los móviles debidamente identificados con el logo. En cada barrio, hay entre cuatro y cinco, comandados por personal de la Policía Barrial y agentes técnicos.
Los primeros barrios donde comenzó a implementarse esta semana en forma experimental son: Yofre Norte que tiene una población de 13.000 personas y Urca, con 7.000 vecinos aproximadamente. Ambos se caracterizan, además, por un fuerte crecimiento de zonas comerciales.
En cada uno de esos barrios se montó una base de Ojos en alerta. En Yofre Norte está ubicada en el Centro Vecinal; y en Urca, provisoriamente está en la Dirección Oeste de la Policía de Córdoba, al lado del Kempes, pero proyectan relocalizarla en el Club La Tablada.
¿Por qué se decidió iniciar por esos barrios? “Son dos sectores con una organización vecinal sólida y se observa compromiso de los vecinos”, respondió Natalia Quiñonez, subsecretaria de Sistema Integrado de Seguridad, a PERFIL CÓRDOBA.
La funcionaria subrayó tres ejes de la nueva herramienta: la comunicación efectiva entre el vecino y el Estado, recuperar la confianza de los vecinos y demostrar capacidad de respuesta.
Un componente diferencial de Ojos en alerta es la devolución que el sistema hará al vecino que se comunique para narrar un hecho de inseguridad, una emergencia o simplemente, situaciones sospechosas. En cada caso, deberá existir una respuesta sobre qué se hizo.
Cada vecino ingresa al programa luego de ser registrado y capacitado. No es ni un grupo de WhatsApp que muchos vecinos ya tienen, ni es lo mismo que el 911 donde cualquier persona llama y es atendida. No los reemplaza, Ojos en alerta se suma al resto de dispositivos existentes.
En este nuevo sistema, cada barrio contará con un número de WhatsApp específico.
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No hay cronograma de fechas respecto a cómo se irá ampliando el programa hasta abarcar a toda la ciudad de Córdoba.
Quiñonez aclaró que ya están trabajando en varios sectores porque cada uno requiere de estrategias de seguridad diferentes. En este sentido subrayó que las respuestas dependen de los requerimientos que planteen los vecinos de cada barrio.
La participación ciudadana es una de las claves del sistema.
Desde el MInisterio de Seguridad aclararon que este programa no reemplaza la presencia territorial de la Policía de Córdoba, la Barrial y las guardias locales de la Municipalidad.
Consultada Quiñonez sobre si el concepto de Ojos en alerta fomenta la estigmatización de las personas al señalar sospechosos sólo por ´portación de rostro´, respondió que “la participación de los ciudadanos llevará que esa mirada se especialice en distinguir si una persona puede o no significar un riesgo a la seguridad”.
