Martín Llaryora no termina de descifrar a Javier Milei. Delfos, la consultora del peronismo cordobés todos los meses evalúa las sensaciones de los ciudadanos a nivel nacional: el enojo disminuye en la gente, aunque comienza a ganar terreno el malestar.
“En septiembre, la sociedad parece abrir un impasse respecto del gobierno nacional disminuyendo la intensidad del malestar, lo que se expresa en un crecimiento de las opiniones regulares a expensas de las negativas y en una leve mejora de las expectativas en general”, subraya el estudio de septiembre presentado.
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Pese a que la evaluación general continúa siendo negativa, llevando el rechazo a 46 por ciento, el dato a resaltar es que el acompañamiento está estancado en 40 puntos. Este número refleja el núcleo duro que apoya al presidente.
No se trata de un dato menor, si se tiene en cuenta que es un porcentaje que se sostiene a pesar del tiempo ya transcurrido de fuerte ajuste económico. La “honestidad”, “cumplidor” son calificaciones que sostienen las columnas verdes de Milei contra “perjudicó a los jubilados” o “la falta de equilibrio mental” por parte de sus detractores.
En línea con la variable imagen, la aprobación de la gestión vuelve a los niveles de julio pasado y queda en empate técnico con la desaprobación. Lo mismo sucede con las expectativas en términos de mejora de la situación del país: el optimismo queda en empate con el pesimismo y crece la incertidumbre.
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Respecto al mes pasado, las dudas se generan con respecto a las expectativas en materia de reducción de la inflación y reducción de la inseguridad. También se ameseta los acompañamientos al rumbo del gobierno nacional en todos los niveles medidos: la dirección del país, la economía, las relaciones exteriores y la situación social.
El pesimismo en el metro cuadrado propio de los electores también cede respecto al pico del mes pasado, en tanto crecen la incertidumbre y la perspectiva de que se mantenga la situación actual.
La imagen positiva de Milei casi no se mueve
Por otra parte, la imagen positiva de Milei como dirigente baja y se ubica más cerca del 40% que del 45% por primera vez en la serie. El diferencial negativo se consolida, pues la opinión desfavorable supera el 50%.
De los dirigentes nacionales medidos, sólo la vicepresidenta Victoria Villarruel logra un saldo a favor, pero se achica respecto a agosto: de 5 puntos porcentuales de positiva por encima de la negativa pasa a apenas 2 pp, empate técnico que se diluyen si se considera a la respuesta regular como un primer nivel de malestar.
El veto a la movilidad jubilatoria, la peor noticia
Finalmente, tal como vimos en el capítulo imagen del gobierno nacional, el veto al aumento de las jubilaciones generó un costo político: más de la mitad (51%) está en desacuerdo con esa decisión presidencial.
