En Córdoba, cada vez más actividades relacionadas a la tecnología suman espacios para que las mujeres puedan asistir con sus hijos y estar en igualdad de condiciones que el resto de las personas. “En mi experiencia, las mujeres en tecnología muchas veces enfrentamos una doble exigencia: demostrar constantemente que sabemos, y al mismo tiempo, lidiar con tareas de cuidado que generalmente no se comparten de manera equitativa en nuestros hogares con nuestros pares varones. Ese tiempo y energía extra que dedicamos a lo doméstico se resta del tiempo disponible para capacitarnos, asumir proyectos desafiantes o simplemente descansar”, dice Daniela Bosch, analista en Computación de Famaf (UNC) e integrante del colectivo Cybercirujas, un movimiento que recupera tecnología en desuso para achicar la brecha digital y resistir a la obsolescencia programada.
Y añade: “Esto limita el acceso a posiciones de liderazgo, no por falta de capacidad, sino por falta de condiciones equitativas”.
Bosch explica que esta falta de tiempo y exigencia para avanzar en las carreras, también afectan sus decisiones personales. “Muchas veces postergamos la maternidad o directamente no la buscamos, ya que sabemos que nos puede limitar en oportunidades laborales y reducir nuestros tiempos de descanso. Además, varios eventos y actividades tecnológicas muchas veces no están preparados para recibir a infancias, limitando nuestra participación”, agrega.
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La cuestión comenzó a cambiar el año pasado cuando en una muestra de carreras algunas mujeres consultaron si podían asistir con niños. “En ese momento no se sabía qué contestarles porque no lo habíamos tenido en cuenta. Muchas de las participantes en estos espacios no tenemos niños a cargo, tenemos más tiempo o posibilidades de participar”, agrega.
Integrar a la familia
En Córdoba, varias organizaciones realizan talleres y actividades de tecnología con espacios para niños y niñas, muchos dirigidos especialmente a mujeres y diversidades, y pensando en los roles de cuidado. Es el caso de “Reparatón de Hardware”, “Programación de una página web con Django para mujeres y diversidades” y el 21º Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (Flisol) abierto a todo el público, que se realizó el sábado 26, con actividades para infancias.
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Bosch cuenta que una encuesta realizada por Cybercirujas a nivel nacional el año pasado entre las personas que participan en las actividades (la “olla popular de hardware” mensual, encuentros anuales o reparatones) reveló (y sorprendió) que muy pocas personas tenían personas a cargo.
“Los roles de cuidado, tradicionalmente asignados a las mujeres, afectan nuestras decisiones desde etapas muy tempranas. Desde muy chicas se nos incentiva a realizar tareas domésticas y a cuidar de otras personas, y poco se nos incentiva a explorar ámbitos que tengan que ver con lo técnico. Yo creo que esto influye especialmente en la elección de carreras tecnológicas, ya que éstas requieren tiempo, dedicación y foco, como quien dice ‘horas silla’, tiempo que no alcanza si además tenemos que realizar tareas en el hogar”, sostiene.