En el segundo día del juicio por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, la pediatra María Alejandra Luján, imputada por omisión de deberes de funcionaria pública y falsedad ideológica, declaró por primera vez en la causa y defendió su accionar el día de la muerte de Francisco, el primer recién nacido que murió de manera sospechosa en marzo de 2022.
Luján admitió haber firmado el certificado de defunción de Francisco Calderón Cáceres, el primer bebé de esta serie de casos investigados. Según explicó, lo hizo basándose exclusivamente en la historia clínica elaborada por sus colegas y aseguró no haber encontrado anomalías, como los pinchazos que luego generaron sospechas. "Si hubiera tenido alguna mínima sospecha, no lo hubiera firmado", declaró.
La pediatra señaló que su acción fue motivada por la necesidad de facilitar la entrega del cuerpo del bebé a sus padres, quienes habían tramitado el DNI el mismo día. “Si no lo hubiera hecho, habría incumplido mis deberes, ya que los papás no habrían podido retirar el cuerpito”, afirmó en su declaración.
Acta de defunción y acusaciones
Luján explicó que su jornada laboral comenzó el 19 de marzo de 2022, un día después del fallecimiento de Francisco. Según relató, al asumir su guardia, recibió un informe del jefe saliente sobre el deceso del bebé.
La pediatra negó tener conocimiento de investigaciones internas previas sobre muertes inexplicables en el hospital y aseguró que su atención estaba centrada exclusivamente en el cuidado de los pacientes. “No tenemos tiempo ni cabeza para estar averiguando qué pasa administrativamente; nuestra prioridad son los pacientitos”, manifestó.
En relación con los cargos de falsedad ideológica, Luján explicó que el diagnóstico de “fallo de bomba” que consignó en el certificado de defunción era coherente con lo registrado en la historia clínica y defendió su validez como jerga médica. "No inventé los diagnósticos; volqué lo que estaba en la historia clínica", aseguró.
Además, refutó la acusación de omisión de deberes, argumentando que no era su responsabilidad denunciar muertes sospechosas, sino de las autoridades del hospital. También negó haber recibido instrucciones para ocultar información o retrasar acciones judiciales.
Shock personal
Luján relató el impacto que el caso ha tenido en su vida personal y profesional. Desde diciembre de 2023, está bajo tratamiento psiquiátrico por un cuadro de ansiedad y depresión, lo que la llevó a jubilarse anticipadamente. "Fue un shock recibir la imputación; me enteré primero por los diarios antes de que me notificara la justicia", relató, calificando el proceso como aterrador para alguien ajeno al ámbito judicial.
La pediatra concluyó su declaración instando a una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos: “Un error estar implicada, pero quiero que se sepa la verdad”, expresó.
