En el juicio por presuntos ataques seriales a bebés en el Hospital Materno Neonatal, este miércoles declaró el comisionado policial Néstor Andrés Biscotti. Es un policía de la Dirección General de Investigaciones que está asignado a la Fiscalía del Distrito III, Turno 6 que conduce Raúl Garzón.
Biscotti fue encargado por el fiscal para realizar una investigación sobre los episodios sospechosos del hospital ocurridos entre marzo y junio del 2022. Dijo que comenzó su tarea a fines de julio de ese año.
Antes de iniciar su exposición, los defensores de los acusados realizaron planteos sobre qué tipo interrogatorio se le haría, en función de qué declararía y si tenía pergaminos para testimoniar como experto. El tribunal los rechazó después de 40 minutos de debate.
Luego, guiado por las preguntas del fiscal, Sergio Ruiz Moreno, expuso la línea de tiempo de las comunicaciones que hubo entre quienes participaron de cada evento de bebés descompensados, las autoridades del hospital y del Ministerio de Salud.
Línea de tiempo
Antes de exponer la secuencia temporal señaló que el punto de partida de su investigación es el Acuerdo Reglamentario 1112/12 del Tribunal Superior de Justicia que estableció parámetros para judicializar o no las muertes de niños cuando fallecen “por causas no establecidas”.
Luego explicó que la secuencia temporal la construyó en base a testimonios, documentos, comunicaciones y declaraciones indagatorias de los acusados. Marcó los siguientes hitos.
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Biscotti partió su relato desde el 20 de abril del 2022. En torno a esa fecha, dijo, comenzó a sospecharse de efectos adversos de la vitamina K. (N.deR: fue después del 18 de marzo cuando un bebé falleció y otro desmejoró y sobrevivió sin explicación médica). Se separaron 152 ampollas y se pidió al Ministerio de Salud su reemplazo. La directora Liliana Asís trasladó el pedido al secretario de Salud, Pablo Carvajal, quien autorizó la compra directa de un lote de otra marca. Una testigo dijo que la directora Asís ordenó que el tema “no salga del hospital”. La consigna tenía que ver también con la denuncia de una madre -Damaris Bustamante, mamá de otro bebé fallecido- sobre violencia obstétrica.
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A fines de abril la dirección del hospital adopta dos decisiones: no separar el binomio mamá-bebé y permitir el ingreso de familiares, vedado hasta ese momento por la pandemia del Covid-19. El objetivo era que los recién nacidos estuvieran siempre vigilados por alguien.
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El 1 de mayo, feriado Dia del Trabajador, apareció un bebé con un pinchazo. Asís va al hospital. Se amplía la hipótesis. De la vitamina K comienza a sospecharse de picaduras de insectos. Rompen colchones y no encuentran nada. La delegada del sindicato SEP, Viviana Martínez, le pide explicaciones a la directora y ella responde que hay estudios de “causa raíz” de cada evento sospechoso. A partir de ahí se producen tres reuniones, incluso con directivos del gremio después del 6 de junio cuando se produjeron los últimos presuntos ataques de la serie.
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Sobre cada evento se van haciendo análisis de causa raíz en el ámbito de Seguridad del Paciente, a cargo de la médica Adriana Morales. También participa la neonatóloga Martha Gómez Flores. Todo informan a la directora Asís.
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El 6 de mayo, se vuelca la información en una nota. La recibe en mano el director administrativo del hospital, Alejandro Escudero Salama. Morales consulta qué pasó con el informe y según su declaración Gómez Flores le dijo que habían consultado con alguien de la justicia.
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El 10 de mayo Asís hace una segunda nota más amplia que la anterior, con más casos y con el nombre de los profesionales que intervinieron en cada episodio.
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El 11 de mayo, el médico forense Moisés David Dib fue contactado -según su declaración en la causa- por el fiscal de Instrucción Guillermo González porque tenía algo grave que comentarle.
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El 16 de mayo, se realiza la reunión en el despacho de González en Tribunales con Dib y Escudero Salama. Ese encuentro es motivo de un expediente paralelo. Hay versiones encontradas de los partícipes.
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El 1 de junio, el médico Obdulio Paredes encuentra en la sala de recuperación de las puérperas cuatro lapiceras y dos frascos de insulina y se los entrega a Morales. Le informan verbalmente a la vicedirectora a cargo, Claudia Ringelgheim.
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El 6 y 7 de junio se producen cuatro eventos de bebés descompensados, dos de ellos mueren. Asís va a la noche al hospital. Al cabo de esa madrugada, los médicos le piden a la directora cerrar el Centro Obstétrico. Ella se opone y promete ir al Ministerio de Salud.
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A las 13:30 del 7 de junio se reúnen Escudero Salama, Asís y Pablo Carvajal, secretario de Salud, quien le informa luego al ministro Diego Cardozo.
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Cardozo ordena hacer la denuncia judicial. Carvajal, dispone que la jefa de Enfermería del ministerio, Genoveva Avila, y la directora de Maternidad e Infancia, Marcela Yanover, vayan al Neonatal para entrevistar a todos los involucrados.
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Biscotti recordó que Yanover declaró que el 8 de junio, cuando fue al Neonatal, ya estaba la sospecha sobre la enfermera Brenda Agüero como la autora de los ataques intencionales a los recién nacidos.
Hasta ese punto llegó el testimonio este miércoles. El próximo lunes continuarán las preguntas de la Fiscalía, las querellas y el contra interrogatorio de los abogados defensores.
