Concluye su mandato como diputada nacional en diciembre del año próximo Natalia de la Sota. Antes que sumarse al gabinete del gobernador Martín Llaryora, la dirigente no duda cuando dice que le gustaría seguir en el Congreso. Prefiere seguir desandando los caminos del Poder Legislativo y luego subrayó que no habló con el gobernador cordobés sobre una eventual integración al gabinete.
Dice que no contesta a quienes la agreden por redes sociales y sólo bloquea a los que descalifican a su padre, el fallecido exgobernador José Manuel de la Sota. Confiesa, con una sonrisa, que no está de moda y enseguida desafía: “me la banco”. Manifiesta que no está de acuerdo con el proyecto de ficha limpia porque lo considera incompleto “ya que no incluye delitos como los de violencia de género y narcotráfico”, entre otros.
Admite que en determinadas ocasiones tiene posiciones independientes a las del subloque cordobesista, pero que todos sus integrantes la respetan mucho, así como ella respeta a sus colegas.
Cuenta que hace mucho que no ve a Sergio Massa y admite que no tiene trato con Cristina Fernández de Kirchner. Rescata su relación con Llaryora y toma distancia cuando se refiere a Juan Schiaretti, mientras que asume que la tocó el hecho de no haber sido candidata a vicegobernadora. “Hubiera sido un honor”, indica, como para cerrar el capítulo.
Cuestiona frontalmente a la administración del presidente Javier Milei y rechaza las políticas del gobierno nacional sobre los jubilados. Muestra sus fuertes diferencias con el jefe de Estado cuando habla de déficit 0 porque entiende que se está logrando a costa del gran sacrificio de la gente. Reinvindica la solidaridad y la justicia social al mostrar sus rasgos de “peronista clásica”, a pesar de pertenecer a una generación que viene a renovar el justicialismo.
Dijo también que la detención del senador entrerriano que fue sorprendido con más de 200 mil dólares cuando volvía de Paraguay le hace mal a todos y pone bajo sospecha a la clase política. “Se trata de un hecho lamentable, espantosa, son situaciones tristes y ahora que actúe la Justicia y que dejen de pelotearselo”, subrayo De la Sota, en el único momento de la entrevista que se la vio fastidiada por un hecho de dominio público. “Bueno, que la gente elija mejores dirigentes”, remató.
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“Hoy los jubilados tienen que elegir entre comer y comprar remedios… se festeja el déficit 0 y la motosierra, yo pregunto: a costa de qué… un jubilado tiene que presentar un papel donde diga que es pobre…”, argumentó.
Juzgó que en las sesiones extraordinarias se han incluido temas muy generales y, por ejemplo se ha dejado afuera a cuestiones claves como el Presupuesto. El presidente de la comisión cerró la discusión y dijo que no se discute más. Se trata de tapar las cosas.
-Piensa que hay una deshumanización en estos temas?
-No tengo dudas, hay una deshumanización absoluta y el único objetivo de la administración nacional es acomodar los números. Detrás de esos números hay rostros.
-¿Por qué la gente lo sigue apoyando a Milei?
-Creo que sí y con esto no hablo de un gobierno en particular sino de todo un proceso. La frustración hizo que la aparición de este personaje y de La Libertad Avanza cautivara. Yo entiendo que la gente lo haya apoyado. Que el presidente diga que los jubilados están mejor me parece un chiste. Veo dos realidades: la de las redes sociales y, por ejemplo, la de las Pymes, la de las industrias, que esa es otra. Pero la gente tiene expectativas.
-A veces tiene posiciones independientes a la del subloque cordobesista…
-Yo reconozco y me parece noble decirlo: no tuve inconvenientes. Mis compañeros de bloque me repetan y yo a ellos. Entiendo la posición del gobernador Llaryora, que tiene que gobernar y buscar los recursos para que la provincia funcione.
-¿Cómo es su relación con el gobernador Llaryora?
-Yo tengo una buena relación con el gobernador, pero es cierto que no estoy hablando con él todos los días obviamente, pero respeto su trabajo.
-¿Llaryora le ofreció un lugar en el gabinete provincial?
- No, no, no he tenido conversaciones todavía. La verdad es que me gustaría repetir en la Cámara de Diputados.
-¿Con esto está dejando de lado cualquier ofrecimiento?
-No. Estoy diciendo lo que deseo, lo que tengo ganar. Me gustaría representar a los cordobeses que no acompañan este modelo que el gobierno nacional quiere imponer.
-¿Cómo es su relación con el exgobernador Juan Schiaretti?
-Con Schiaretti hace mucho que no hablo, que no tengo conversaciones.
-¿Qué lugar ocupa Schiaretti en esta coyuntura?
-Es un dirigente de muchísima capacidad y experiencia. Entiende que está buscando armar una fuerza nacional, con una mirada más nacional, de centro. Mi duda es si habrá espacio para eso. Por un lado Milei y por el otro no lo sé. Ojalá que haya espacio para el centro, con otro modo, con otra forma.
-¿La propuesta del PJ de Córdoba de no diferenciarse del todo de Milei le parece bien?
-Entiendo a Llaryora, pero hay cuestiones que no puedo dejar pasar. Lo digo con respeto: me diferenciaría un poco más. En estos momentos de tanta ofensa, entonces la gente necista claridad. Que los criterior vuelvan a ser lo más importante. Este gobierno también presenta obra pública,
-¿Cómo se siente con Massa?
-Bien, pero no he tenido más contacto luego de su campaña, pero tengo buena relación.
-¿Y con Cristina Fernández?
-No tengo contacto.
-¿Cuál es su contacto con el kirchnerismo?
-Yo tengo respeto con las fuerzas, hablo con todos, con el kirchnerismo, con el socialismo, con algunos dirigentes del PRO. Creo que está bien eso. Yo deseo un modelo con un estado presente y que garantice algunos derechos. Bueno, no estoy de moda pero me la banco.
-¿Está de acuerdo con la reducción de la edad de imputabilidad de los menores?
-No estoy de acuerdo. Creo que lo que hay que hacer es trabajar en la prevención, el número de delitos cometidos por menores son mínimos, no digo que esto esté bien sino que no sé si tiene sentido. Insisto, el trabajo es la prevención y la contención.