Natalia de la Sota quiere ser reelegida el año próximo como diputada nacional, aunque sabe que su relación con Juan Schiaretti y Martín Llaryora no es la ideal ni nada que se le parezca. Con el actual gobernador y su antecesor las cosas quedaron bastante mal luego que ambos eligieran a Myrian Prunotto como candidata a vicegobernadora de la lista encabezada por Llaryora. De la Sota se quedó con las manos vacías y pensando que ella era la mejor postulante.
Allegados de la diputada piensan que éste es el momento de Natalia, que ha adquirido la madurez y la experiencia necesarias para seguir adelante y repetir su mandato en la Cámara de Diputados de la Nación.
Según parte de su entorno, De la Sota considera que ella es algo así como clave para integrar la lista del cordobesismo y ser la candidata que ocupe el segundo casillero. No le importa que la pongan bajo la lupa por su condición de “líbera” que a veces vota con el bloque que integra y otras se desmarca y se arrima a posiciones más ligadas al massismo o al kirchnerismo.
El desafío es importante porque ya la desplazaron una vez y no hay demasiados elementos que permitan inferir que en 2025 la convoquen para sumarse a una nómina de aspirantes al Congreso.
El próximo domingo se cumplirá el sexto aniversario del trágico accidente automovilístico en la autopista Córdoba-Río Cuarto que le costó la vida a José Manuel de la Sota. Natalia recordará la fecha haciendo celebrar una misa en la icónica Villa Angelelli, en la ciudad de Córdoba.
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La misa es interpretada en el peronismo como una especie de aviso, una forma de decir: “yo estoy lista”. Será más que interesante observar qué dirigentes van a concurrir, porque eso de alguna manera es un termómetro para medir la temperatura actual en la interna peronista. ¿Habrá movilización? Por lo pronto, el gobernador Martín Llaryora no estará porque se encuentra de gira por Estados Unidos, desde donde regresará el jueves de la semana próxima.
Empieza una nueva carrera y por esas paradojas de la política, la competidora de De la Sota es la vicegobernadora Prunotto, quien ya le ganó una vez. Ahora podría ser el tiempo de la revancha.
