El fiscal Guillermo González contó los motivos de la detención de cinco policías vinculados a la muerte de Guillermo Bustamante, ocurrida durante un procedimiento en una estación de servicio en barrio Villa Páez. En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, detalló que la decisión se basó en testimonios presenciales, videos y resultados preliminares de la autopsia, que señalan la participación de los uniformados en el fallecimiento.
"Hay imágenes que comprometen a los implicados", afirmó González, aunque aclaró que la interpretación de las pruebas está sujeta al control judicial y a la defensa de los acusados. Tres de los agentes -el subinspector Marcos Guzmán Altamirano, el oficial Nicolás Bulacio y el cabo Juan Martín- están imputados por "homicidio calificado por abuso de sus funciones", al haber incurrido en un "uso desmedido de la fuerza", sin emplear armas de fuego.
Durante la entrevista, González evitó profundizar en detalles específicos de las pruebas para no vulnerar el derecho de los imputados, pero sostuvo: "Se ve claramente en las imágenes lo ocurrido". Sobre el exceso en el procedimiento, explicó que hubo una "aplicación incorrecta de los protocolos" para reducir a Bustamante.
Además, diferenció las acusaciones: mientras un agente fue imputado por "encubrimiento" y otro por "omisión de deberes", remarcó que, desde lo penal, el homicidio es más grave, aunque institucionalmente ambos delitos podrían derivar en la expulsión de la fuerza.
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El fiscal aclaró que la investigación sigue en marcha y que podrían sumarse nuevas pruebas. Mientras tanto, el caso ya sacude a la institución policial y reabre el debate sobre el uso de la fuerza y la transparencia en los procedimientos.
La familia y la querella: "Que paguen todos"
En diálogo con medios provinciales, Agustina Escotorin, viuda de Bustamante, respaldó la investigación y exigió justicia: "No descansaré hasta que paguen los culpables". Su abogado, Carlos Nayi, calificó el hecho como "violencia institucional" y destacó la importancia de que la causa siente un precedente para evitar futuros abusos.
"La Policía debe generar libertades, no violencia", subrayó Nayi, al exigir que se analice el contexto estructural en el que actuaron los uniformados.
