En las últimas semanas en este espacio hicimos sentir que el Criptogate generó en las encuestas un impacto negativo en variables como la imagen presidencial, la valoración de la gestión y la aprobación del gobierno. Otros efectos post estallido del escándalo son una creciente negatividad de la conversación en redes sociales y pérdida del interés y del manejo de la agenda por parte del oficialismo en la arena digital, que siempre se jactó de dominar.
Las últimas mediciones realizadas luego del discurso de Javier Milei el 1 de marzo confirman la persistencia de esos problemas: según la escucha social realizada por Enter Comunicación, las menciones este año cayeron casi 42% entre el 1M/2024 y el 1M/2025.
De hecho, el informe de Scidata reportó caídas aún mayores del interés: 51,3% en redes y casi 60% en los medios de comunicación. En tanto, según el monitoreo de volumen de conversación digital de Ad Hoc (que midió un período de 24 horas posteriores al discurso presidencial), la caída fue de casi 28% respecto al año pasado.
Más allá de los matices en las cifras, los tres informes coinciden en marcar la pérdida de interés en el discurso presidencial, dadas las caídas en la conversación en redes de un año a otro en torno al mismo evento comunicacional. Sin embargo, son peores los resultados en materia de sentimiento digital: Enter Comunicación registró 78% de negatividad, apenas 13% de positividad y sólo 9% de neutralidad.
Haciendo zoom en el episodio Caputo vs Manes, la negatividad llegó a 69% vs. una positividad de 20% y una neutralidad de 11%. Planificado o no, el asunto tampoco le sirvió al gobierno para cambiar la tendencia de la conversación digital, más bien al contrario: según el informe, “el altercado entre Santiago Caputo y Facundo Manes le restó protagonismo a Milei y desvió la conversación sobre el contenido de su discurso. En Youtube, los distintos videos sobre el cruce entre Caputo y Manes superaron hasta en un 74% a las views totales del discurso del presidente”.
En la misma línea, Scidata apunta que el sentimiento de la conversación pública sobre el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa marca diferencias interanuales notables e inquietantes: “En redes sociales, mientras que durante el 1° de marzo de 2024 la charla de los argentinos se había ubicado en la categoría de sentimiento `malo´, un año después el sentimiento pasó a ser `pésimo`”.
En los medios de comunicación la caída fue aún peor: mientras que en 2024 el sentimiento de la cobertura mediática se había ubicado en la categoría “regular bueno”, en 2025 el sentimiento se desmoronó a “pésimo”.
Scidata subraya que las métricas que surgieron tras los respectivos discursos de Axel Kicillof ante la Legislatura de la provincia de Buenos Aires y de Jorge Macri ante el cuerpo legislativo de la Ciudad de Buenos Aires permiten hacer una comparación que pone mayor contraste entre los resultados logrados por los tres mandatario: los datos confirman la magnitud de los problemas de performance digital del presidente.
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Finalmente, según Ad Hoc la negatividad alcanzó 52% vs. una positividad de apenas 33% y 15% de neutralidad. Así, las tres mediciones coinciden, con apenas matices en las cifras, en marcar una negatividad digital dominante.
En síntesis: por un lado, la pendiente desfavorable que abrió el Criptogate se sostiene post 1M, con saldos en rojo para el gobierno nacional en términos de protagonismo, sentimiento social y framing; y por otro, el oficialismo perdió el dominio de la agenda y la conversación digital en redes transcurre de manera predominante con enfoques que le resultan adversos. Eso configura un panorama al que los libertarios no están habituados.
Analista de opinión pública y mercado
@berranorman