La exposición del presidente Javier Milei en la Fundación Mediterránea generó un encendido rechazo en la UCR, particularmente entre los diputados “violetas” del radicalismo, quienes suelen apoyar muchas de sus políticas. Sin embargo, esta vez no pudieron ocultar su indignación. Los comentarios del presidente sobre Raúl Alfonsín, uno de los pilares de la democracia argentina, desataron la ira de legisladores que vieron en sus palabras una provocación sin precedentes.
Milei, en su habitual repaso del pasado económico, dedicó un segmento a criticar a exmandatarios y a lo que él considera “desequilibrios” financieros heredados. En uno de los momentos más tensos de la mañana, se refirió a Alfonsín y a Eduardo Duhalde como impulsores de “un golpe de Estado”, afirmando que “a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia, cuando fue partidario de un golpe de Estado. Pero, evidentemente, pesificarle la deuda al grupo Clarín lo hizo parecer un héroe”.
El presidente continuó aludiendo a la situación de “déficits gemelos” que, según él, encontró al asumir el gobierno, mencionando un déficit equivalente a 17 puntos del PBI como “alerta púrpura, violeta” y argumentando que la necesidad de cambio fue lo que impulsó su triunfo en las urnas.
“Disparatado” y “provocador”: los radicales responden
El diputado radical Rodrigo de Loredo fue el primero en alzar la voz: “Repudio la afirmación que acaba de realizar el presidente Milei sobre Raúl Alfonsín en Fundación Mediterránea. Más aún en una fecha tan cara a todos los argentinos. Absolutamente disparatado”, expresó en redes, etiquetando al mandatario.
La indignación se replicó entre otros legisladores de la UCR, incluidos aquellos que hasta ahora habían mostrado cierto respaldo a las reformas de Milei. La diputada nacional Soledad Carrizo posteó: “Alfonsín es democracia y la democracia es Alfonsín. Si hoy vivimos en una sociedad libre fue gracias a su trabajo y entrega. Repudiamos los dichos del presidente Javier Milei”.
Brenda Austin, legisladora provincial y figura reconocida dentro del radicalismo, tampoco dudó en expresar su rechazo: “Un provocador sesgado. El transcurrir del tiempo sólo pone a Alfonsín en el enorme y justo lugar que tiene en la historia democrática de Argentina. Nadie tiene la estatura para quitárselo. Menos Milei”.
Las críticas de los “violetas” y otros referentes del radicalismo, intensificadas en una fecha simbólica, marcan un nuevo quiebre entre Milei y una de las fuerzas políticas que ha venido acompañando buena parte de su agenda, poniendo en jaque la alianza sobre la que el mandatario ha buscado construir sus reformas.