Perfil
CóRDOBA
RADICALISMO

Picat: "no descarto que el bloque radical se rompa y que algunos se vayan, hoy conviven dos visiones extremas"

El diputado que apoyó a La Libertad Avanza en el veto a la movilidad jubilatoria no descarta que el bloque de la UCR en Diputados se divida. No se arrepiente de su decisión y dice estar convencido de que puede haber una alianza política con LLA, aunque Milei odie a los radicales. "Le explicamos al presidente que el radicalismo no es Lousteau", sostiene.

14092024_milei_diputados_radical_votos_presidencia_g
A cargo. El Presidente encabezó una reunión con diputados del radicalismo el martes pasado y logró torcer sus votos a favor del veto. | Presidencia

Luis Picat estuvo en el centro de la escena en la semana que pasó. El diputado fue uno de los cinco radicales que apoyó el veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, un proyecto que había presentado el radicalismo y que el propio Picat votó a favor en primera instancia, el 4 de junio. Un día antes de la votación, el diputado cordobés se reunió en Casa Rosada con el presidente, lo que despertó las críticas de dirigentes de su propio partido y de la oposición, que en algunos casos hasta se animaron a hablar de “votos comprados”. “Lo hice porque estoy convencido de que hay que ayudar al Presidente. No puede el Congreso manejar las cuentas fiscales, sobre todo poniendo en riesgo el déficit cero”, sostuvo el diputado, añadiendo que “el kirchnerismo quiere marcar la cancha en cómo manejar la economía y en las cuestiones fiscales y ese es un límite. El kirchnerismo es un límite para mí”, sostuvo en diálogo con PERFIL CÓRDOBA. 

La tormenta que se desató en el bloque radical está lejos de disiparse. El propio Picat lo reconoce: “El bloque está totalmente golpeado, no descarto nada, inclusive que se rompa y que se vayan algunos. El problema es que convivimos dos entremos y hay gente, como Fernando Carbajal (diputado por Formosa), que dijo expresamente que quiere que a este gobierno le vaya mal. Yo no. Yo quiero que el gobierno tenga gobernabilidad y lo quiero apoyar en sus iniciativas fiscales. Por eso hay que ver realmente quién se queda en el bloque, cómo lo sostenemos o si cada uno va a hacer la suya y ya no vamos a trabajar en conjunto”, subrayó. “Carbajal, Facundo Manes y Pablo Giuliano podrían tener esa idea. Nosotros la vamos a pelear desde adentro”, añadió.

-¿Una alianza implicaría que algunos se pasen a La Libertad Avanza?
-No, nada que ver. En una eventual alianza tendríamos independencia partidaria y estaría basada en determinados temas económicos, donde nosotros dijimos que vamos a poner un límite institucional.

-¿El tema de una alianza lo hablaron con Milei?
-Sí, el presidente nos lo dijo explícitamente. Ellos quieren construir alianzas en los distritos y el radicalismo que esté dentro, alineado dentro de su pensamiento liberal económico, va a tener las puertas abiertas. Va a depender de la realidad de cada provincia, pero nosotros vamos a ayudar en eso.

-¿De qué más hablaron en la reunión de la semana pasada?
-Fue un acercamiento del radicalismo a un presidente que sabemos que odia al radicalismo, pero nosotros le queremos hacer ver que no todo el radicalismo es (Martín) Lousteau y lo entendió. Y dentro de la necesidad política de llegar a acuerdos, que también entendió, de abrir el juego al PRO y a los opositores dialoguistas. Creo que es un cambio de casi 180 grados del discurso que tenía hasta hace poquito Milei.

Un radicalismo personalista, con “huevos”
“El radicalismo está perdido en su identidad y debería seguir un reordenamiento liderado por las buenas gestiones provinciales. Me parece que actores claves son los gobernadores Cornejo, Valdez o Pullaro, que recién está empezando pero posiblemente sea uno de los integrantes más importantes de esa mesa”, sostiene Picat.

Y añade: “Al radicalismo le ha faltado querer tener el poder. Se han transformado en empleados públicos. Todos son funcionarios de gobierno que no tienen la necesidad de poder porque están cómodos siendo empleados públicos. Tenemos que empezar a ver qué poder queremos y ahí no hay dudas que el ordenamiento de las cuentas públicas, la austeridad y el equilibrio fiscal tienen que ser la base para empezar a discutir otras cosas”.

-¿Cómo se puede reponer el radicalismo en este contexto?
-La única manera de que el radicalismo empiece a ser un partido fuerte nuevamente a nivel nacional es a través del personalismo. Todos los partidos se han hecho fuertes gracias al personalismo: Néstor Kirchner, Cristina, Macri son los ejemplos más claros. En el caso de Milei es él y no La Libertad Avanza. Lamentablemente, nuestro pensamiento como votantes hoy está dado por la personalidad y lo que representa esa persona y no tanto por los valores del partido.

-¿Quiénes pueden ser esas figuras? ¿Los gobernadores?
-Sí, pueden ser los gobernadores o puede ser un outsider, un De Loredo o un Juan Pérez pero que tenga las ganas, la actitud y los huevos de empezar a enfrentar un modelo que hoy no lo tenemos porque es difícil enfrentar el modelo libertario, ya que recién empieza. No lo podemos ni siquiera evaluarlo hasta ver cómo funciona.

-¿Quién está hoy en condiciones de enfrentar a Milei?
-Fijate que todavía no está resuelta esa situación en la posición dialoguista porque muchas de las cosas que hoy Milei representa están dentro de las bases liberales del radicalismo y de las bases liberales del PRO. Entonces, es difícil encontrar a alguien que sea oposición a eso. Pero yo creo que si a este tipo le va bien, se puede llegar a lograr una continuidad del proceso. Después de Milei hay que ver quién viene y ahí es donde se va a ver si hay un personalismo radical que pueda entusiasmar a todos.

-¿Lousteau puede entusiasmar a todos o al menos parte del radicalismo?
-No, para nada. Creo que Lousteau ha tropezado tanto desde el 2008 que no creo que, por lo menos en el interior tenga aceptación. Sí posiblemente en la provincia de Buenos Aires o en Caba, porque tiene ahí su electorado. Hoy está muy ligado al kirchnerismo, hay una asociación explícita con Santoro y Kicillof y posiblemente en su distrito puede crecer, pero no mucho más.