Luciana Bertoloni es una de las pocas artistas mujeres que trabajan sus obras con modelado tradicional. Egresada de la Universidad Provincial de Córdoba (tiene además un posgrado en Estudios de Performance por la UNC), empezó trabajando en la pintura y la escultura, con materiales clásicos como el cemento y el modelado.
En la actualidad, su obra está atravesada por todos los territorios por los que se va desplazando: el dibujo, la escritura y la pintura lo van contaminando todo.
Con 30 piezas realizadas entre 2022 y 2024, durante la realización de la última edición de Mercado de Arte dejó inaugurada en Distrito Wonda (Chancay 741) la muestra ‘Erótica, Ramos Generales’, una serie de relatos construidos en relación a situaciones ficcionales y reales, de quietud y de frialdad, pero que por dentro exploran un mundo emocional, puro y sensible.
“Las obras expuestas en el primer piso tienen más que ver con el mundo actual, con el capitalismo, las luces, el posmodernismo, ese querer ser y brillar. Y en el segundo piso, hablo más de todo lo que hay que sostener en relación a este brillo. Son dos planos de lenguaje bien marcados”, refiere la artista en diálogo con Perfil Córdoba.
Obras de artistas locales dialogan con la historia y el entorno en Casa Toledo
Las piezas abarcan también una mixtura entre lo humano y un territorio más animal.
Así, en el primer piso un unicornio es la referencia a lo bello y lo perfecto de un mundo ilusorio, y las serpientes juegan el rol de la oscuridad y la tentación. “La serpiente tiene ese poder imaginario desarrollado en la historia, esa dualidad de ser veneno y remedio. Y todo este imaginario circunda el entorno de la belleza”.
En el segundo piso se despliega un mundo mítico y animal con escenas más íntimas y un terreno más emocional.
“Acá hay obras trabajadas con la temática de la piel; hay obras hechas con plumas de mis gallinas (NdelR: radicada en Unquillo, la artista tiene 30 gallinas y otros animales) y me desplazo más al territorio real de lo personal, que es mi casa”, dice.
También pueden verse elementos intervenidos como una cajita musical, latas de velas, fotografías y una serie de platos de cerámica trabajados en relación a sus escritos y a su intimidad.
A través de relatos e historias que vinculan lo animal con el cuerpo y con lo performativo, todo se pone en escena desde un lugar más sensible y corporal. “Las obras siempre están contaminadas con plumas, con la idea de llevar la animalidad a un territorio de las prácticas sociales humanas, siempre desde una construcción amorosa”.
Sin abandonar la vitrofusión, en la actualidad Bertoloni incursiona en la impresión 3D y se prepara para una muestra en junio de 2025 en el Buen Pastor.
BREVES
Un film de Wes Anderson en Unquillo
En el marco del ciclo ‘Cine Bajo las estrellas en el Centro de Producción de Animación Quirino Cristiani’, el próximo viernes 3 de enero a las 21 se proyectará la película ‘Isla de perros’, dirigida por el cineasta estadounidense Wes Anderson.
La película de animación y comedia está ambientada en el archipiélago japonés, en el futuro, cuando una epidemia de gripe canina asola la ciudad japonesa. Para proteger a la población, su alcalde decreta el estado de emergencia, ordenando recluir a todos los perros de la ciudad en Isla Basura.
Con entrada libre y gratuita, en la apertura se proyectarán cortos animados realizados por animadores de Sierras Chicas en el Centro de Animación.
El ciclo continuará el 31 de enero –también a las 21– con la proyección de ‘Rodencia y el Diente de la Princesa’, dirigida por David Bisbano.
Diego Arrascaeta expone ‘Hijo’
Con curaduría de Carla Peresini, el artista visual inauguró una nueva muestra en el showroom de Edificor, que podrá visitarse hasta el 15 de febrero.
‘Hijo’ es una exposición realizada en colaboración con el grafitero cordobés ACIK, en la que Arrascaeta plasma a través de líneas simples y despojadas el registro de un cuerpo, de su crecimiento y de sus pensamientos; en este caso, el de su propio hijo.
“A lo largo de la historia el retrato ha sido una de las formas más antiguas y expresivas de la representación artística. Ha sido utilizado no sólo para capturar la apariencia externa de
una persona, sino también para reflejar su carácter, emociones e incluso su estatus
social. Asimismo ha servido para preservar la memoria personal y colectiva, para
explorar la identidad, tanto de los individuos como de las comunidades”, dice el texto curatorial.
Utilizando luces y sombras, colores y fondos, el artista logra transmitir el amor, los sueños, los miedos y el paso del tiempo, inmortalizando el vínculo entre ambos.
“Son obras cargadas de memoria, realizadas a partir de un momento compartido. Retratos que nacen de tener al otro en la retina de los ojos. Amor incondicional, relación de admiración, contención, acompañamiento mutuo”, dice Peresini.