Sentarse a ver Los dos hemisferios de Lucca es abrir una ventana a una realidad muchas veces desconocida o invisibilizada. Esta conmovedora película narra el día a día de una familia con un hijo que nació con parálisis cerebral aguda y la lucha de una madre culposa para encontrar un tratamiento que lo ayude a tener una mejor vida.
Inspirado en el libro homónimo, este drama mexicano dirigido por Mariana Chenillo, sigue el viaje emocional de Bárbara Anderson (interpretada por Bárbara Mori) desde el nacimiento de su hijo hasta la India, donde conoce al Dr. Kumar, un médico innovador que desarrolla un dispositivo terapéutico experimental.
En este desafío, Bárbara está acompañada por su esposo Andrés (Pablo Medina), su hijo menor Bruno y una empleada. A lo largo de la trama irán enfrentado obstáculos financieros, tratamientos fallidos y problemas laborales, mientras cruzan un verdadero mar de dificultades para llegar a la terapia experimental capaz de reactivar las conexiones cerebrales de Lucca.
El film logra captar un espacio de tiempo que expone en la pantalla todas las exigencias diarias de la crianza de hijos con enfermedades crónicas y los sacrificios que hacen muchas familias, reflejados en Bárbara y su esposo Andrés. Como toda gran historia, van apareciendo personajes que enriquecen la narrativa, desde aliados impensados e invaluables hasta antagonistas que representan retos adicionales. Cada uno juega un rol fundamental en la historia, como un rompecabezas en donde cada ficha es necesaria para ubicar la siguiente. Hasta Bruno, el mismo hermano menor de Lucca, tiene su protagonismo.
Durante la hora y media de duración, el público comparte las frustraciones, miedos, pequeñas victorias y el amor inquebrantable de Bárbara, haciendo de esta experiencia cinematográfica una inmersión profunda y conmovedora.
La autenticidad de las interpretaciones también merece reconocimiento. Bárbara Mori y Pablo Medina trabajaron para reflejar fielmente a los personajes reales. Hasta se replicó la casa de la familia Anderson en el set de filmación. Adicionalmente, la producción optó por elegir a un actor con parálisis cerebral para interpretar a Lucca. Julián Tello, un talentoso joven de 10 años, quien aporta una actuación con una autenticidad sin precedentes al film.
Los dos hemisferios de Lucca es más que una película; es una ventana a un mundo que merece mayor visibilidad y comprensión. Con el apoyo de Netflix, esta historia tiene el potencial de impactar a una audiencia global, promoviendo una sociedad más inclusiva y empática. Lucca, ya dejó su huella en este mundo.