Después de un fin de semana de furia mediática contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, la diputada nacional ultra libertaria, Lilia Lemoine, concluyó su período vacacional en la provincia, pero su paso dejó mucha tela para cortar.
En los pasillos de La Libertad Avanza, referentes de esa agrupación dijeron hablar con datos aunque lo hicieron off de record: “A Lemoine le dieron cuerda y se vino a Córdoba disparando munición gruesa contra la vice. Y el intendente Pablo Cornet, quedó como el pato de la boda”. Y de inmediato soltó el dato más duro, cual es “el presidente Javier Milei y su hermana Karina (la secretaria General de la Presidencia) le sugirieron seguir la pelea con Villarruel”.
Lemoine tenía planeadas sus vacaciones de antemano y, de paso, aprovechó el combo para empezar liquidando al intendente Pablo Cornet. “¿Quién te crees que sos?”, le reprochó la diputada nacional al intendente, hombre del PRO, ligado a Mauricio Macri y con muy buena relación con Villarruel.
Después de considerar al proyecto de Cornet como “castrochavista”, Lemoine se reunió con vecinos y participó de una protesta callejera que tuvo escasísima concurrencia (algo más de 20 personas).
Otros voceros libertarios dieron crédito a la versión que dice que el viaje de la parlamentaria fue aprovechado para golpear a la vice, que el viernes pasado tuvo su noche de gloria en el Festival de la Doma y el Folclore de Jesús María. Durante su estancia en el departamento Colón, Lemoine también se vio con la vicegobernadora Myrian Prunotto (desde su entorno dijeron que se trató de una reunión solamente protocolar) y con el intendente de Jesús María, Federico Zárate.
El tema en cuestión iba a ser tratado por el Concejo Deliberante de Villa Allende en extraordinarias, pero por la polémica que desató Lemoine fue postergado hasta marzo. Consiste, como ya se dijo en reiteradas oportunidades, en bloqueos de calles de determinados barrios para proteger a los vecinos de la inseguridad reinante.
“No puede ser… no puede ser. Estos gastos los termina pagando el municipio con la plata de los vecinos”, se quejó la libertaria en declaraciones a Cadena 3, y terminó con una sentencia: “No se puede gastar en pelotudeces”.
Presa de la ira (no quedó claro si natural o impostada), la rubia insistió con que “se cobran tasas para mantener el gasto público de estos políticos de mierda”.
Lo cierto es que Cornet, defensor de la instalación de rejas en determinados puntos de la ciudad, fue uno de los pocos dirigentes políticos que se reunió con la titular natural del Senado y compartió una serie de conversaciones.
Ahhh… por si fuera poco Lemoine soltó en tono de sospecha, que mejor que no sepa quién proveerá de las rejas a la municipalidad de Villa Allende. Y terminó con otro palo a la vice, quien es su enemiga íntima. Para contragolpear, Villarruel eligió el camino del silencio.
El episodio pareció un match de la WWE entre Ronda Rousey y Reha Ripley. Y no se hable más.