Perfil
CóRDOBA
Justicia y poder

Lijo, en un callejón sin salida que hasta podría rechazar la postulación a la Corte

Pidió licencia como juez pero el máximo tribunal la rechaza. Algunos analistas judiciales no descartan que desempolve una estrategia más conservadora y rechace la postulación para evitar que el Senado se haga un picnic con su figura.

Ariel Lijo defenderá su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justica
Se reúne hoy la Comisión de Acuerdos del Senado, donde el juez federal Ariel Lijo defenderá su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justica.. | NA

El complicado escenario que se le ha planteado a Ariel Lijo muestra varias alternativas que pueden terminar, incluso, con un final disparatado: que el polémico y cuestionado juez propuesto por el presidente Javier Milei para la Corte, renuncie a su postulación porque, bajo determinadas circunstancias, podría quedarse con las manos vacías.

Por miedo a perder todo en una mano de naipes, Lijo pidió licencia a su cargo de juez que sus jefes en la Justicia Federal le concedieron pero que luego la Corte rechazó.

En el máximo tribunal quieren la renuncia pero si el abogado lo hace, queda colgado de una palmera. ¿Por qué? Sencillamente porque el plenario de la Cámara de Senadores se reúne después de su hipotética renuncia y rechaza el pliego para que se desempeñe como vocal de la Corte Suprema en comisión durante un año (todo el período legislativo 2025) perdería todo y quedaría en la calle.

Por eso, algunos analistas judiciales no descartan que, rápido de reflejos, desempolve una estrategia más conservadora y rechace la postulación para evitar que el Senado se haga un picnic con su figura. Es que se presume que en este momento de debilidad del gobierno de Milei, el kirchnerismo rechace tenazmente la postulación y se pliegue toda la oposición, más algunos senadores vinculados con los partidos provinciales que habitualmente juegan a ser aliados del oficialismo.

¿Qué hará la vicepresidenta Victoria Villarruel? Nada, dicen fuentes del Senado, aunque algún operador desliza con cierta maldad: “Lo disfrutará en privado seguramente”.

Lijo, hay que recordarlo, fue impulsado por Milei, quien aceptó la propuesta que le hizo el vocal cortesano Ricardo Lorenzatti. Hoy por hoy, las huestes de Milei no ganan para sustos y ya el presidente y sus principales corsarios saben perfectamente que los inquilinos de la Casa Rosada pasan por su peor momento desde que llegaron al poder, en diciembre de 2023.

Lijo se encierra en su círculo íntimo y la Corte Suprema mantiene su hermetismo. Es probable que la próxima semana, después del feriado de Carnaval, convoque al juez y le diga que si quiere que el tribunal le tome juramento antes deberá dimitir como magistrado de primera instancia en el fuero federal.

En ese momento, se plantearía una situación de jaque al postulante presidencial y a partir de ahí aparecen distintos caminos que se le ofrecen al candidato. Uno de ellos es que acepte la derrota y rechace el ofrecimiento, pero otras fuentes parlamentarias ponen bajo un manto de duda toda esta situación, cada vez más parecida a una novela de intriga que a un hecho político.

Habría que ver, además, qué pasa con Manuel García Mansilla, a quien la Corte ya le tomó juramento como vocal del cuerpo. Los voceros del Senado se encogen de hombros cuando se les consulta sobre el punto y en la Corte guardan estricto silencio. Sin embargo, algunas hipótesis dicen que, con perfil bajo, el presidente Horacio Rosatti y el vocal Carlos Rosenkrantz tratarán de impedir la llegada del preferido de Milei.