A la madrugada, la Unicameral de Córdoba rechazó por mayoría y con la abstención del ex intendente Rodrigo Rufeil dos proyectos para eliminar el cobro de los peajes en la provincia, tanto la iniciativa del vecinalista Rodrigo Agrelo como la propuesta por la representante de la izquierda Luciana Echeverria. Ambos apuntaban a que los vecinos de La Calera dejen de pagar por el uso de la Red de Accesos a Córdoba.
Ante el rechazo, los opositores presentaron de manera conjunta una iniciativa de Consulta Popular (ley provincial 7811) para el día 2 de marzo de 2025. La intención es convocar a los ciudadanos domiciliados en La Calera y en los barrios de la Capital aledaños al peaje.
En una maratónica sesión con 17 proyectos en el orden del día para su tratamiento que incluían pedidos de informe sobre el plan de prevención y contención del Gobierno provincial. En la extensa reunión de labor parlamentaria, se intentó incluir otra iniciativa de la radical Graciela Bisotto que no terminó prosperando.
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Contando con el poroteo propio asegurado por el oficialismo, por la abstención de Rufeil, el PJ decidió sentarse en su banca para debatir y sacarse de encima el peso de tener que eliminar las casillas de peajes. De esta manera, el recinto decidió tratar solo las propuestas de los opositores Agrelo y Echevarría.
Rodrigo Agrelo hizo una breve introducción de como se iniciaron los peajes en la provincia para demostrar lo ilegal de las casillas en la E-55. “Los barrios de Córdoba y los vecinos de La Calera se bancan un peaje que quedó dentro de una avenida (circunvalación). Este es un peaje no ofrece ninguna contraprestación a la gente. Si usted va, encuentra lomas de burros, semáforos, carteles de velocidad máxima 40 o 60, de cruces peatonales ¿eso es una autovía?”, expresó al demostrar que sobre ese camino no hay ninguna obra que mejore la vida de quienes la utilizan.
Describió que “ese peaje no recauda menos de 3 millones de dólares anuales, quiere decir que los vecinos ya pagaron esa ruta. La reparación de un kilómetro de ruta cuesta al menos 350 mil dólares ¿Saben cuántas veces se amortizó esa ruta?”.
Por su lado, Luciana Echeverria del bloque de la izquierda apuntó sus cañones a la estafa del doble cobro a los ciudadanos: por un lado los peajes y por otro el impuesto a los combustibles, dinero que se debe destinar a obras viales. “Miren si es una estafa el tema de los peajes, que el mismo estado siguió cobrando un impuesto a los combustibles para reparar las rutas. Cada día pasan más de 200 mil vehículos que pagan el peaje. Es decir que diariamente recauda millones“, indicó.
También apuntó contra el ERSEP: “Y el mismo gobierno se autoriza las subas de los pejaes a través del Ersep, su escribanía. De diciembre a hoy los peajes aumentaron un 233% cuando la inflación acumulada es de 94,5%. Y ahora se les autorizó aumentos mensuales. Es tan rentable el negocio que abrieron otra cabina a cuatro kilómetros de otras ya instaladas”.
La defensora del oficialismo fue Ilena Quaglino quien se tomó su tiempo para leer cada una de las obras realizadas en los caminos de la provincia. “Hemos escuchados unos sermones, con manuales sagrados que tienen algunos para decir que no hicimos obras”, respondió.
Walter Nostrala, del Frente Cívico le salió al cruce con una chicana: “recién enumeraron las obras que hicieron, tardaron menos de cinco minutos, en 25 años no son tantas, muchachos. Pero en la zona de La Calera no hay una sola”.
Pero no todo quedó ahí, el ex ministro de obras públicas Ricardo Sosa (actual legislador oficialista) tomó la palabra molesto por la calificación de “obritas” o la poca cantidad corredores viales: “allí hicimos la rotonda, el camino intercountries, el tropezón que ha permitido destrabar el ingreso a Córdoba y la obra del puente curvo sobre elevado en la zona de Valle Escondido”.
La radical Austin se plegó a la queja opositora y reiteró que “el peaje está ubicado en una zona urbana. El contrato de concesión establece claramente las zonas de exclusión. Ese peaje está ubicado en una avenida. Sobran razones jurídicas para que avancemos en la eliminación. Los legisladores del oficialismo no se animan a ponerle la firma a esta situación que afectan a los vecinos”.
El ahora libertario Hernández Maqueda sentenció que la votación era simple: “estas a favor del bolsillo de la gente, de la libertad de los vecinos o estas en contra. Es simple. La provincia le pone un peaje ilegal que le complica la vida a los vecinos”.
La votación fue 34 a 34 con una abstención, la del ex intendente Rufeil. Nuevamente Torres Lima en virtud del doble voto al presidente provisorio en caso de empate se resolvió rechazar la eliminación de los peajes.
Un momento de tensión entre Austin y Torres Lima
En medio del debate, cuando estaba haciendo uso de la palabra la legisladora radical Brenda Austin y reclamando por el horario de inicio de la sesión, la cual consideraba fuera de lugar, Torres Lima desde la presidencia le aclaró en el momento que fue acordado con los presidentes de bloque: “esto fue acordado con los presidentes de bloque, porque muchos de los presentes fueron a la marcha universitaria, debería tener mejor comunicación con sus autoridades”, sugirió el legislador departamental.
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Esto generó que Austin se moleste y rápidamente le respondió que un presidente “no puede cortarle el uso de la palabra”. De fondo se escuchaban los reclamos de Agrelo a lo que Torres expresó, de una manera poco correcta: “Por favor legislador, quédese tranquilo y siéntese en su banquita”. La bulla generalizada de todo el arco opositor invadió la sala.
“Presidente, no se ponga nervioso y no le falte el respeto a este cuerpo”, indicó Austin. “No es horario, la 1.30 de la mañana, nuevamente sobre gallos y medianoche, algo que vienen pidiendo los vecinos de La Calera”, exclamó la radical.
