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CUESTIÓN DE GÉNERO

La Unicameral y su otra ‘paridad’ rota: la representación de mujeres en su punto más bajo

Con la nueva composición parlamentaria se redujeron aún más las bancas femeninas. Fueron 32 en el período pasado. Ahora, las mujeres ocupan 25 de los 70 escaños.

Unicameral Córdoba interior
Unicameral Córdoba interior | Perfil Cedoc

La paridad de género en la composición de la Unicameral sigue siendo una materia pendiente. Con la nueva conformación que se perfiló tras la asunción del 10 de diciembre pasado, y pese a algunos enroques producto de pases al Ejecutivo, quedó a la vista el retroceso: sólo 25 mujeres en una Legislatura de 70 miembros. El período anterior finalizó con 32.

La nueva composición legislativa expone una marcada disparidad y se acentúa aún más si se observa la representación femenina respecto del período que finalizó el 9 de diciembre. Más allá de la procedencia partidaria, esto es un fenómeno transversal: las mujeres sólo ocupan 25 de las 70 bancas legislativas. Siete lugares menos si se compara con la conformación anterior.

La Unicameral se integra con 44 legisladores por distrito único y 26 departamentales. El cupo 50/50 se respecta en lo que se conoce como ‘Lista Sábana’. El desbalance se produce con la representación por departamento. Los hombres dominan por lejos este segmento. Tan sólo dos de 26 titulares son mujeres.

Ante este cuadro de situación, tanto desde la representación femenina del oficialismo como en los distintos sectores de la oposición, surge la crítica a una mirada muy masculina de la política que interpela puertas adentro a los partidos políticos.

De los 70 legisladores que asumieron sus funciones el 10 de diciembre pasado, 45 son hombres y 25 son mujeres. De no ser por el pase de dos departamentales hombres al Ejecutivo –con pedidos de licencia– el número de la representación femenina sería de dos escaños menos. En el análisis puntual, de los 44 legisladores por distrito único, hay paridad de 20 mujeres y 20 hombres al sumar los integrantes de los dos núcleos mayoritarios (Juntos por el Cambio y Hacemos Unidos por Córdoba). Con la salvedad de que en JxC hubo una escisión fogoneada por el llaryorismo. La villamariense Karina Bruno (del riñón de Darío Capitani) conformó el ‘Bloque Cordobés’ que tributa al oficialismo.

De las cuatro bancas restantes, tres son ocupadas por hombres –Rodrigo Agrelo (Encuentro Vecinal), Agustín Spaccesi (La Libertad Avanza) y Federico Alesandri (Creo en Córdoba)– mientras que el Frente de Izquierda-Unidad es representado por Luciana Echevarría, quien renovó su escaño.

El desequilibrio se produce en el tramo de legislador por departamento. Entre los 26 departamentales titulares, 24 son hombres y tan sólo dos son mujeres: Graciela Bisotto (JxC) asumió por Juárez Celman y Victoria Busso (HUxC) representa a Roque Sáenz Peña.

A raíz del enroque, producto del pase al Ejecutivo de Paulo Cassinerio (Capital) y Gustavo Brandán (Colón), asumieron recientemente las suplentes mujeres: Silvina Jurich y Luciana Presas. De este modo suman 25 mujeres en la nueva Unicameral, con un choque de fuerzas inédito debido a la paridad política entre oficialismo y oposición.

¿Cómo es la paridad de género en la cúpula del Poder Legislativo? La titular de la Cámara es la vicegobernadora Myrian Prunotto. Los cargos restantes son ejercidos por tres hombres y una mujer: Facundo Torres (presidente provisorio), Nadia Fernández (vicepresidenta), Oscar Saliba (vicepresidente 1º) y Daniel Juez (vicepresidente 2º). 

Cabe recordar que la primera mujer en acceder a la vicegobernación fue Alicia Pregno en el tercer gobierno de José Manuel de la Sota (2011-2015). A fines del 2023, la radical Prunotto pasó a ser la segunda mujer en la historia de Córdoba en ocupar el cargo al compartir binomio con Martín Llaryora. 

Voces. En su mirada crítica, Fernández fue al hueso: “Es la consecuencia de una debacle generalizada. Si todo era un conflicto de género entonces nada es género y así quedamos. Algunos y algunas nos quieren hablando de nosotras y para nosotras, reducirnos al pelotero violeta. No lo acepto, esa perspectiva aleja a cientos de mujeres de espacios de influencia y de decisión”.

“Las mujeres en la política estamos para gestionar la cosa pública, el bien común y lo hacemos muy bien, mucho mejor que aquellos que llegan sólo por ser varones, sin ninguna capacidad demostrada”, resaltó la oficialista a PERFIL CÓRDOBA.

Desde la UCR, Brenda Austin, habló de “una suerte de paridad ficcionada”. Al respecto, dijo: “Hay un diseño de una Legislatura Unicameral pergeñada para tener un control sobre la misma que, tiene como parte de sus consecuencias, esta ruptura del equilibrio de género”.

“Sigue siendo muy evidente que, en todos los ámbitos donde no hay una norma de paridad que garantice la alternancia en la representación paritaria, la participación de la mujer no crece por sí misma y no logra vencer los obstáculos que todavía existen en los distintos ámbitos”, apuntó.

“Si bien en la actualidad hay mayor presencia de mujeres en la política, continúan existiendo dificultades para que accedan, realidades socioeconómicas y culturales que lo obstaculizan”, opinó ante este medio Viviana Martoccia (Frente Cívico). 

Por el lado del FIT-U, Echevarría cuestionó que “la nueva composición de la Legislatura con tan pocas mujeres es un claro retroceso que demuestra, una vez más, el lugar relegado que tienen las mujeres en los partidos tradicionales y el hecho de que no basta con conquistar leyes, sino que la verdadera igualdad es una pelea permanente”.

En su opinión, Ariela Szpanin (UCR) dijo que esto ocurre “por la discriminación vertical y horizontal al interior de los partidos políticos”, y aseguró que “la democracia se fortalece en la diversidad de opiniones, miradas y en el diálogo”. Y añadió: “Estoy convencida que con más mujeres hay mejor política”.

Por su parte, Bisotto (Juárez Celman) afirmó que, en el tramo de la boleta de los departamentales, al ser la mujer suplente de un hombre, su rol es prácticamente “inexistente”. No es su caso, ya que la radical es representante titular de una región donde hay muchas jefas comunales.

“Es una tarea ardua, en donde las mujeres debemos tener un rol mucho más preponderante del que tenemos. Es algo sobre lo que hay que trabajar”, dijo y acentuó: “La política es uno de los rubros en donde todavía cuesta mucho acceder”.

Cómo avanzar. Para Martoccia, los partidos deben “promover y garantizar que las dirigentes y militantes ocupen cargos en el poder formal electivo del estado”. Para ello, hay que “incentivarlas, apoyarlas y así asegurar la efectiva paridad política”, agregó.

Ante la superioridad numérica de departamentos encabezados por hombres, Echevarría dijo que “es una muestra de lo que va a pasar si se aprueba la reforma uninominal de diputados nacionales que quiere (Javier) Milei”. “Es una reforma sumamente antidemocrática que barrería a las mujeres y a las minorías partidarias”, remarcó. 

Por último, Fernández enfatizó que la Unicameral “es un prisma donde rebota la realidad política”. “Mientras tengamos dirigentes que subestiman al Poder Legislativo, el techo será cada vez más bajo. Hay que levantar el nivel, y se hace respetando el ejercicio de la política que es razón y mediación”, concluyó.

Por bloques. En HUxC son 13 mujeres y 20 hombres; en la UCR, seis mujeres y 13 hombres; en el Frente Cívico, tres mujeres y cuatro hombres; en el PRO, una mujer y dos hombres, y Construyendo CBA, dos hombres. Se completa con dos monobloques de mujeres (Bloque Cordobés y FIT-Unidad) y cuatro hombres con bancadas unipersonales (Encuentro Vecinal, La Libertad Avanza, Creo en CBA y CC-ARI).