Se estima que en la ciudad hay al menos 380 centros vecinales que están en condiciones de renovar autoridades. Según los datos abiertos del municipio actualizados en 2021, son 362 pero cerca de 60 están intervenidos, 12 acéfalos y 29 controlados por la una Junta Promotora. Es decir, que el 30% no son dirigidos por una Comisión Directiva como ordena la ley. Interesante botín electoral.
Ahí apunta Luis Juez y, como adelantó Perfil Córdoba el pasado domingo, puso a trabajar al concejal José María Romero liderando a toda la avanzada del Frente Cívico. Dos cuestiones motivan estos movimientos, el principal es recuperar el electorado de la capital -algo esquivo en las dos elecciones pasadas- y otro, mucho más profundo: aspirar a controlar los 18 Centros de Participación Comunal de Córdoba.
Juez ya trabaja pensando en 2027 y se enfoca en el trabajo territorial en Capital
Y aquí está la clave, pero se depende que avance la iniciativa de Reforma de Carta Orgánica en el Concejo Deliberante que controla Javier Pretto. En uno de los puntos que adelantó Alfil, el borrador de la ley busca implementar las “elecciones directas en los CPC de la ciudad”. Ya se debaten dos posibilidades para concretarlo: una sería que en la boleta única para intendente, se sume otra columna -algo poco probable-; y, la más viable es que las autoridades de los Centros Vecinales elijan a los directores de los CPC.
En total serían 18 nuevas autoridades, 18 nuevos “mini” intendentes en la capital cordobesa. ¿Qué pasa si la oposición se queda con la mayoría? Sería un contra poder difícil de manejar para cualquier oficialismo. Daniel Passerini debe avanzar con mucho cuidado.
En el 2022, saliendo de la pandemia 306 Centros vecinales tuvieron su proceso electoral, fueron seis turnos electorales en los que 68.857 vecinos de diversos barrios de la ciudad eligieron a sus autoridades barriales. La participación es muy baja y generalmente terminan en manos de quien controla el aparato.
El viguismo ya comenzó a trabajar
El PJ sabe de la importancia de ganar esta batalla. Se espera que el oficialismo libere las fechas de las elecciones en los barrios. Generalmente son repartidas en tres meses: septiembre, octubre y noviembre. En total, cada lista la componen unas 23 personas, entre titulares y suplentes. “A cada cargo, un espejo”, aseguran quienes están en el armado.
La senadora Alejandra Vigo conoce mucho de este tipo de rosca. Hace meses que viene alertando sobre la poca atención a los dirigentes barriales. Entre ellos dicen que ni el llaryorismo ni el passerinismo demuestran preocupación por estos lugares, “solo el viguismo está en el territorio”. Y ya se lo puede ver trabajar al legislador Limia.
La seccional 13 es uno de los lugares a donde apuntan muchas fuerzas. Consideran que el justicialismo está peleado o sus autoridades muy cuestionadas. El legislador de Hacemos Unidos por Córdoba Leonardo Limia compartió un encuentro junto al presidente del PJ de la Seccional 13°, Martín Córdoba y Ariel Ramos, presidente de la 9° en el marco del ciclo “Charlas con la militancia”.
“La militancia está peleada, algunos podrán decir que es por plata o por falta de transparencia, pero en realidad es porque no encuentran lugar ni en la Muni y ni en la Provincia pese a que ayudaron en la campaña”, señala uno de los dirigentes “enojados”.
Limia sabe que es tiempo de construir, a las críticas le responde con una reunión, escucha y entonar la marcha peronista. Misa justicialista.
Los libertarios también salen de recorrida
El diputado nacional Gabriel Bornoroni ya comenzó a vitalizar a LLA cordobesa. Mandó a Verónica Sikora a caminar la capital. Las seccionales fueron clave en la elección a gobernador para Martín Llaryora y consolidaron el triunfo de Passerini.
Con tono peronista, ya están armando celebraciones por el Día del Niño y se apuntará a los lugares en donde el peronismo está divididos o desordenados. Primero se comenzará a transitar territorio “aliado”: las seccionales 14, la 9na, la 11ra. Luego sobre la quinta, la cuarta y así sucesivamente.
