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LUDOPATÍA JUVENIL

“La mayoría de los chicos que apuestan online buscan ayuda cuando deben mucho dinero”

Para el psiquiatra Federico Pavlovsky “la maquinaria tecnológica de apuestas online genera adictos” y comienza mucho antes de que los niños y jóvenes empiecen a apostar. “Hay un ecosistema de redes sociales, video juegos y publicidad que los va empujando a esta situación”, asegura.

Ludopatía juvenil
Ludopatía juvenil | Shutterstock

“La inmensa mayoría de los chicos que atendí llegaron al consultorio porque arrastraban deudas, en algunos casos casi impagables. E incluso con aprietes a la familia. El tema es que todo parece un juego pero en realidad no lo es”. Quien describe con crudeza la “ludopatía juvenil” es el psiquiatra Federico Pavlovsky, coordinador del libro “Apuestas online. La tormenta perfecta. Crianza digital y adicciones emergentes”, y pinta de cuerpo entero el nuevo flagelo que enfrentan los jóvenes y sus familias a partir de las apuestas online.

“El título del libro habla de tormenta perfecta y eso es lo que enfrentan los jóvenes en la actualidad, mucho antes de apostar”, por la relación con la tecnología que mantienen desde niños, el uso de redes sociales, la relación estrecha con los video juegos desde pequeños y una campaña de publicidad “brutal, jamás vista”. “Todo ese ecosistema desemboca en las apuestas online”, sostiene el especialista.

En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Pavlovsky sostiene que “históricamente los motivos de consulta por adicciones más o menos fueron los mismos: consumo de alcohol, cocaína, psicofármacos, a veces cannabis. Pero en el último año y medio en particular empezó a llegar al consultorio un paciente que no existía: un chico, varón, en general de entre 15 y 25 años que reúne las condiciones de un jugador adulto, un paciente que sí conocíamos, que iba a los caballos o a los casinos”.

La llegada de los jóvenes al consultorio en busca de ayuda profesional se da en una situación particular, tal cual describe Pavlovsky al inicio de la nota: lo hacen cuando están endeudados. “Los chicos vienen acompañados por los padres, muy angustiados, avergonzados y con padres además de preocupados, enojados, por lo que hay un quebranto familiar”, señala el profesional.

-¿Cuánto incide el uso de la tecnología desde niños en las apuestas online?
-Primero, es atípico que lleguen con deudas económicas y en algunos casos con aprietes de por medio, con gente reclamándoles la plata, porque los chicos apuestan a través de diferentes medios, como WhastApp o Telegram. Los chicos apuestan en serio, más allá de que todo parece un juego, que estuvieran jugando al Fortnite, y por ahí no se terminan de dar cuenta porque no está hecho de una manera para que no te des cuenta fácilmente. Te empezás a endeudar y te dan crédito, entonces te seguís endeudando mientras seguís jugando con la ilusión de ganar para pagar las deudas.

-¿Qué significa mucha deuda?
-Unos 5 millones de pesos o US$ 70.000, o más inclusive. Desastres. Te podés meter en un loop de apuestas y no parar.

-¿Es muy difícil de abordar a estos pacientes?
-Es un problema que todavía no entendemos bien, lo estamos estudiando. Estamos viendo las consecuencias en la salud mental de un experimento social que involucra a la tecnología como variable número uno, porque esta tormenta perfecta es la concentración de muchos factores: una generación que viene jugando a juegos desde muy pequeños, una generación que tiene dispositivos tecnológicos desde los 6/7 años, con fuerte presencia en redes sociales y en ese contexto es donde aparecen, por lo menos en Argentina, las apuestas online, que ya existían hace 20 años pero acá aparecen de una manera como muy espectacular, apoyadas por una campaña publicitaria que debe ser la más importante de los últimos 20 o 30 años. Es impresionante lo que han hecho, contratando periodistas deportivos de renombre, influencers, publicidad en cines, redes y regalando dinero para jugar.

-La relación tan estrecha que mantienen con la tecnología desde pequeños ¿dificulta el tratamiento?
-En principio no, si piden ayuda pueden andar muy bien porque son chicos, tienen más flexibilidad y no llevan toda una vida consumiendo. Sí existen mecanismos psicológicos que están presentes en los video juegos y en las apuestas online. Por ejemplo, cuando un chico de 6/7 años juega al Fortnite hay algo que son los cofres con las recompensas y los chicos no saben con qué se van a encontrar, qué va a pasar, hay una expectativa ahí. Oro ejemplo: hay un juego donde los chicos con el dedito dibujan la trayectoria de una pelota y hacen el gol. En el medio de esos juegos aparecen ruletas donde si los chicos aciertan tienen más chances de comprar jugadores. La cultura de la timba en la tecnología está presente en los chicos antes de que éstos lleguen a la apuesta online.

-¿Hay algo que le genere cierto optimismo?
-Hay chicos que probaron, que hicieron alguna apuesta y no pasaron de ahí. En un informe de la provincia de Buenos Aires del área de Salud Mental del Ministerio de Salud, se informó que en una encuesta con 500 jóvenes, la mitad había apostado alguna vez, lo cual no es poco pero no son todos. De la mitad que apuestan, un alto porcentaje lo hace porque sus amigos apostaron. Son cosas tratables. Con los chicos hay que ser más cautelosos que con una persona adulta, hay que conocer al chico y la familia y muchos de los chicos que hemos visto que cuando empiezan una terapia, esto se diluye.

Las apuestas online, un escándalo social
Pavlovsky asegura que las apuestas online generaron “un fenómeno muy curioso y es que generó escándalo social. Visibilizó algo que los chicos están viviendo, experimentando y padeciendo y con las apuestas online se terminó con cierta inocencia y cierto tecno optimismo que teníamos muchos donde la tecnología, per se, parecía buena”.

En ese sentido, añadió que “estamos empezando a ser más cautelosos. La tecnología puede ser buena, fascinante, nos puede servir para estudiar, pero por ejemplo, por primera vez en muchos años se está diciendo claramente que el teléfono celular en el ámbito académico no sirve para nada, porque distrae, porque los chicos mandan mensajes, ven los partidos de la Champions y apuestan”. El profesional añade que los propios jóvenes, los padres y algunos medios están generando una respuesta social “donde muchos legisladores recogieron el guante y están empezando a tratar de regular el juego legal y de terminar con el juego ilegal, algo que es muy difícil”.