La detención del -hasta ayer- subjefe de la Policía de Córdoba, Alejandro Mercado, revela una trama de corrupción policial de grandes dimensiones. Puede asemejarse a lo que pasó cuando se descabezó la cúpula del Servicio Penitenciario de Córdoba, por más de una década a cargo de Juan María Bouvier.
En este caso, la pieza clave del entramado es el comisario Cristian Cabrera, quien había sido licenciado en febrero de la fuerza y ayer se decidió el pase a situación pasiva. El funcionario era mano derecha de Mercado.
Este último, por ahora, está imputado por presunto encubrimiento agravado. En palabras simples, por conocer la comisión de numerosos delitos y no denunciarlos. Pero, su situación podría complicarse con el avance de la investigación.
Cabrera, en cambio, era uno de los miembros de una banda con múltiples kioscos: venta de celulares robados, venta ilegal de neumáticos, compra venta de dólares y hasta una financiera donde se entregaban préstamos. Por ahí pasaban policías o civiles a realizar cambio de divisas o conseguir una ayuda monetaria, a cambio de devolverla luego con intereses.
Todo funcionaba desde una oficina ubicada en la Galería Espacial, en el centro de la ciudad.
La trama que se destapó podría abarcar otro tipo de delitos, con impacto incluso en los tribunales provinciales. No habría que descartar que el conocimiento que tenía Cabrera sobre procedimientos ordenados desde la Justicia sirviera para alertar a personas investigadas. Tampoco alguna línea que se vincule con juego clandestino. La investigación no tiene horizonte.
Otro aspecto medular es el empleado judicial Juan José Corzo. Trabajaba en la Unidad Judicial 12 y luego pasó a la estructura de la Fiscalía del Distrito 1 Turno 2, desde donde se ordenaron numerosos allanamientos en locales de la Galería Norte por comercialización de celulares robados, cuando Mercado estaba al frente de la Dirección de Investigaciones Criminales.
Un condenado que prendió el ventilador
La investigación a cargo de Gavier comenzó en septiembre del año pasado, después del juicio que terminó en la condena de un reducidor de celulares Iphone detectados tras un operativo policial en la Galería Norte.
Tribunales en shock por la detención del exsubjefe de la Policía de Córdoba, Alejandro Mercado
Durante la audiencia del juicio abreviado, el acusado prendió el ventilador: acusó al comisario Cabrera de ser líder de una banda dedicada a vender celulares robados. Lo hizo para aliviar la pena, gracias al acuerdo propuesto por el fiscal de Camara, Hugo Almirón.
Por el dato, se dio intervención a la fiscalía de Gavier.
En febrero de este año, Cabrera supo que era investigado porque se realizó un allanamiento en su vivienda. Desde entonces, su abogado defensor Hugo Luna se presentó periódicamente en la fiscalía para saber si había imputaciones. La noticia llegó ayer, martes 3 de septiembre, con un agravante. No sólo está imputado como miembro de asociación ilícita, sino que fue detenido.
Malestar por retiros y pasivas
En la Policía de Córdoba comenzaron a manifestarse críticas hacia la decisión del ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, de resolver el “retiro obligatorio” del exsubjefe, Alejandro Mercado. En esa condición, continuará cobrando -aún detenido- los haberes como jubilado que ascienden a más de $4 millones.
Por el contrario, Cabrera fue pasado a situación pasiva. Estaba de licencia desde febrero. Por esa razón, sólo percibirá el 30% del salario, hasta que el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad resuelvan posiblemente su cesantía.
Con esta olla destapada ahora muchos dicen saber lo que pasaba en la Policía de Córdoba. Lo extraño es que, aún con allanamientos a Cabrera en el mes de febrero de este año y conociendo su cercanía con Mercado, el Ministerio de Seguridad lo haya mantenido en el cargo nada menos como subjefe.
