El precio de la carne registró un incremento del 9% en febrero, alcanzando los 13 mil pesos por kilo en los cortes de mejor calidad, frente a los 11 mil pesos que costaban anteriormente. Los comerciantes del sector señalan que el alza fue "bastante considerable" y advierten que en marzo la tendencia podría continuar.
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"Está inquieto el kilo vivo, ya tuvo un pequeño aumento y sigue en alza. Lo más seguro es que tengamos novedades a mediados de marzo con otro incremento", anticiparon.
Como ya es sabido, el impacto de los aumentos se vio reflejado en un cambio en el consumo. Durante las fiestas de fin de año, el asado escaseó en muchas mesas, y en enero y febrero la demanda cayó de manera "estrepitosa". "De mil kilos que movíamos por semana, en febrero bajamos a 600", detallaron los comerciantes.
Ante esta situación, los consumidores optan por cortes más económicos, siendo la carne molida una de las más elegidas. Además, el pollo sigue ganando protagonismo en las compras diarias por su menor precio en comparación con la carne vacuna y el cerdo.
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Sin embargo, los empresarios del sector enfrentan otro problema: los costos operativos. "Es más lo que gasto en prender la máquina y en las bolsas para darle el producto a un cliente que lo que me deja de ganancia, los cortes económicos que me piden", explican.
El escenario económico y la caída del poder adquisitivo han cambiado la percepción sobre la carne en la dieta diaria. "Ahora es un condimento, no un producto para la alimentación", concluyen los comerciantes, reflejando la nueva realidad de un alimento que, por su precio, se ha convertido en un lujo para muchas familias.