Dura sentencia de los jurados populares: Diego Concha condenado a perpetua por el homicidio de Luana Ludueña
Lo decidió por mayoría los jurados populares (6 a 4) y los jueces. Fue condenado de por vida por el abuso sexual seguido de homicidio en perjuicio de una empleada. Los jueces declaran que es un crimen enmarcado en violencia institucional.
El futuro del extitular de Defensa Civil provincial Diego Concha fue condenado a prisión perpetua por mayoría del jurado popular (6 a 4) y los jueces de la Cámara 3a del Crimen. Lo encontraron culpable de abuso sexual seguido de homicidio en perjuicio de Luana Ludueña. Además, se enmarca la muerte en violencia institucional, es decir: abusó de su poder como jefe de un área clave del gobierno para abusar de la joven que luego se quitó la vida culpa del abuso sexual.
Tras conocerse el fallo, Cristina expresó que: "no les puedo decir que siento alegría, por que no tengo a Luana, pero sé que mi hija descansará en paz". Aseguró que no observó al funcionario condenado cuando se leía la sentencia. Una vez conocida la dura sanción, Diego Concha se levantó de su silla y fue esposado. Los familiares de Ludueña se aferraron a una imagen de la joven empleada que los acompaño durante todo el proceso. "Solamente me centré en abrazar el retrato de mi hija”, expresó la mamá.
Antes de conocerse el veredicto, Concha pronunció esta mañana las últimas palabras. “Por respeto a su familia, no diré nada. Todos hemos escuchado cómo fueron evolucionando, cómo fue transcurriendo el tiempo que nos tocó vivir, cómo salió del centro de donde había sido asistida y que realmente no pasó nada bueno ni nada malo, en definitivamente no pasó absolutamente nada porque esa es la realidad”, se defendió Concha.
“El homo sapiens en su momento no sabía la corrupción de la palabra, solamente se comunicaba por señas o hacía escrituras. El hombre evolucionó y hoy hemos llegado a conseguir la palabra, con esto se puede hacer el bien o el mal. Muchas veces el hombre usa las palabras para hacer mucho daño, para sacarlas de contexto y en muchos casos mentir”, argumentó el exfuncionario provincial.
Y luego agregó: “Escuché muchas veces la palabra Dios. Este debe ser uno de los momentos más difíciles que le toca pasar a mi persona, a mi familia y a otras familia más. Se habló mucho de Dios, Jesucristo. Le pido, como se presentó Jesucristo en este mundo, Jesús el Nazareno, que ilumine a los juicios técnicos, que ilumine al jurado popular, que hayan tomado nota”.
Defensa
“He sido calumniado muchas veces, comprendo como hijo, padre, abuelo y conozco muy bien la perspectiva de género”, sostuvo Concha.
“Voy a hacer mención a Ana Carolina Moyano, ella sabe perfectamente quién es la persona que la acompañó durante 21 años de su vida, quién he sido yo con su familia”, añadió.
“Se dijo también de que para entrar a trabajar a un equipo técnico anticatástrofes, la mayoría de las mujeres, faltándole el respeto a las mujeres que son muchísimas profesionales, con un alto grado de profesionalismo, previamente, tenían que tener algún contacto, alguna relación sexual o de cualquier índole, con la persona que está hablando”, indicó en otra parte de su mensaje.
Además rechazó pertenecer “a un círculo rojo de poder”. “Mi única visión cuando había una emergencia era informarle al político que muchas veces era el gobernador, o ministros, qué es lo que estaba pasando, ponerlos en autos”.
“Si hubiera tenido tanto poder, la madre de mis hijos, es una empleada doméstica, es bombera voluntaria, mi hija, vende libros de AVON, tiene tres hijas que son mellizas, y una hija menor. Si yo tenía tanto poder, si me manejaba en un círculo rojo por qué no hice entrar a trabajar a la madre de mis hijos, a una empleada doméstica”, expresó en sus última palabras difundidas por Mitre Córdoba.
La última palabra de los padres
“Luana era feliz, alegre hasta el 14 de noviembre que se topó con este monstruo. Le pedia a Nayi, por favor doctor haga justicia, este viejo le arruinó la vida. Por Carolina, por Luana, porque muchas mujeres no vuelvan a vivir lo mismo. Pido a Dios que bendiga a todos los del jurado. Que los guíe para que tomen la mejor decisión”, pronunció Cristina Caminos, madre de Luana Ludueña.
Sergio Ludueña, el padre de la joven, pidió justicia por Luana. “Luana pudo haber sido su hermana, su vecina. Yo sabía bien quién era mi hija, una persona trabajadora, se superaba laboralmente y en sus estudios cada vez más. Diego Concha la violó. Me tocó verla nacer y verla morir”, dijo antes de que la audiencia pasara a un cuarto intermedio hasta el momento del veredicto.
Decisión
Los ciudadanos comunes tienen en sus manos la decisión sobre el futuro de uno de los funcionarios provinciales más destacados y consultados por años por el combate contra el fuego. La votación puede ser unánime o por mayoría. Ellos deben decidir si Concha es culpable o no de homicidio con motivo del abuso sexual con acceso carnal, calificado por haber sido cometido en ocasión de sus funciones y desarrollado en un contexto de violencia de género y coacción.
Los jueces técnicos establecerán, en caso de culpabilidad, el monto de la pena a aplicar.
La clave está en si consideran con grado de certeza que las pruebas y testimonios expuestos permiten concluir que hay una relación causal directa y única entre el abuso sexual a Luana Ludueña, el domingo 14 de noviembre del 2021, y el suicidio de la joven que se produjo el 20 de enero del 2022. Este fue uno de los aspectos viscerales del debate oral y público.
La defensa de Diego Concha intentó deslindar durante todo el debate la responsabilidad en el suicidio alegando que el presunto abuso -que el exfuncionario desconoce- no fue el único motivo por el cual Luana puso fin a su vida.
En paralelo, el juicio también abordó diversos hechos de violencia denunciados por su expareja. Está acusado de lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas calificadas por el uso de arma de fuego.
Sobre esas situaciones resolverán si corresponde condena y con qué pena, solamente los jueces técnicos Gustavo Ispani, Leandro Quijada y Ángeles Palacio.
Hay que destacar que en ambos casos -Luana Ludueña y la expareja- Diego Concha tenía una posición dominante como funcionario porque hacia él se dirigió la joven que intentaba ingresar al Etac, el equipo que actúa ante catástrofes, y también su expareja quien trabajaba en el cuerpo de bomberos de Punilla. Se encuentra detenido desde noviembre del 2021.
Alegatos
El fiscal Fernando López Villagra pidió 20 años de prisión para el exdirector de Defensa Civil, Diego Concha, por el homicidio de Luana Ludueña con motivo del abuso sexual con acceso carnal, calificado por haber sido cometido en ocasión de sus funciones y desarrollado en un contexto de violencia de género y coacción.
El funcionario sostuvo que el abuso sexual fue la causa directa de suicidio y mantuvo todos los cargos, aunque pidió la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua por considerarla "desmesurada".
Además solicitó que se declare a Luana y a sus padres víctimas de violencia institucional.
Y por último López Villagra pidió que se abra una investigación por supuesto peculado por el uso que Diego Concha hizo de bienes del Estado: oficina, recursos y la camioneta en la que llevó a la víctima al lugar donde perpetró el abuso.
El abogado querellante Carlos Nayi, en representación de la familia de Luana, pidió la condena a prisión perpetua y la abogada Laura Pedernera, patrocinante de la expareja de Concha, solicitó que el exfuncionario reciba una condena de nueve años de prisión por los hechos de violencia de género.
Por su parte la defensa de Diego Concha, a cargo de Carlos Hairabedián y Sebastián Becerra Ferrer, sostuvo que debe ser absuelto de todos los cargos en su contra. El argumento es que no se probaron el abuso sexual, tampoco el homicidio producto de la violación ni los episodios violentos contra la expareja.
Pero, además, desplegó un abanico de posibilidades subsidiarias si no es acogida esa postura por parte del tribunal. De condenarlo por abuso sexual, los abogados pidieron que no se apliquen los agravantes de la muerte ni de la pertenencia a una fuerza de seguridad porque su cargo como Director de Protección Civil era ejecutivo y dependía de un ministerio. En ese caso -dijeron- podría caberle una sanción de ocho años de prisión como máximo.
