La catástrofe ambiental por los incendios forestales en el norte del departamento Punilla, en la provincia de Córdoba, ya suma miles de hectáreas quemadas y 22 casas afectadas en Los Cocos, San Esteban y Capilla del Monte. Sin embargo, en las últimas horas la problemática tomó un giro inesperado: la disputa entre lugareños y bomberos por el avance sin control del fuego.
En la cuenta de Instagram del cuartel de Bomberos de Capilla del Monte, este domingo a la noche publicaron una storie con una grave acusación: “En ruta 17 algunos móviles fueron apedreados”. En el mismo posteo pidieron más seguridad, de lo contrario “los equipos de respuesta no podrán seguir trabajando”.
Parecía un caso aislado como consecuencia de la irritabilidad por las cuantiosas pérdidas ambientales y económicas de muchos residentes de parajes y comunidades de las sierras afectadas. Pero este lunes, los mismos bomberos volvieron a denunciar “agresión”, “amenazas” y “cortes de paso” cuando se dirigían a combatir el fuego.
El brigadista Fernando López, del cuartel de Valle Hermoso, relató en La Nación + que un grupo de personas lanzaron piedras contra un móvil en la ruta 17. Las consecuencias fueron roturas de vidrios y lesiones en uno de los bomberos.
Por su parte, Bomberos de Mendiolaza denunciaron que fueron agredidos mientras realizaban su labor. Los ataques -aseguraron- incluyeron agresiones físicas, verbales y rotura de vidrios en el vehículo. Uno de los bomberos resultó con una lesión en el ojo.
“Esta situación nos llena de tristeza. Estos valientes han dejado a sus familias para enfrentar este desafío”, expresaron en un comunicado, resaltando que el cansancio y la presión también afectan a los equipos de emergencia.
Ante estas denuncias, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, en diálogo con PERFIL CÓRDOBA, pidió a la fiscalía interviniente que investigue las denuncias. Personal del cuartel de Capilla del Monte ya brindó testimonio a la fiscal de Deán Funes, Analía Céspedes.
“Además, hemos dado una instrucción clara: ante cualquier persona que obstruya el normal desempeño de los bomberos, tendrá que actuar la policía”, dijo Quinteros.
Quema cuestionada
En la última semana se quemaron alrededor de 16.000 hectáreas en Punilla Norte y todavía hay focos activos y puntos calientes, incluso por donde el fuego ya quemó todo.
En este contexto, no es la primera vez que se escuchan voces muy críticas por la estrategia de los bomberos que advierten vecinos y lugareños: “Dejan quemar y recién atacan el fuego cuando lo tienen a pocos metros”, reprochan.
Sucede que muchas veces los bomberos obligan a evacuar zonas muy extensas para cuidar vidas humanas, “sacrificando” sectores que muchos de los residentes no están dispuestos a sacrificar. Hete aquí una gran tensión que se produce entre los brigadistas y los habitantes de las zonas afectadas por los incendios.
